10/06/2017

De femicida a víctima

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El martes 30 de junio de 2015, Verónica Di Bernardi era asesinada de 15 puñaladas por su novio Matías Nahuel Castillo en la casa de él. Dos años después, la justicia no reconoce el hecho como femicidio y se expide como «homicidio agravado por el vínculo con circunstancias atenuantes”, eliminando la posibilidad de prisión perpetua. Texto y foto: Masi Marín


«Hoy 12 representantes de nuestra sociedad, los 12 jurados en el juicio oral y público por el asesinato de Verónica Di Bernardi, se expidieron. La UFI N° 7 de San Martín no pudo calificar el atroz hecho como FEMICIDIO, sino como «˜homicidio agravado por el vínculo con circunstancias ATENUANTES»™, con una pena de entre 10 y 25 años, parecido al del homicidio simple que contempla de 8 a 21 años”, refería con dolor María Valeria Lamberti, pareja del papá de Verónica, en un escrito público del pasado miércoles 7 de junio.

«El caso era claro, se encontró al asesino con el arma homicida que declaró haberla matado porque ella lo dejó, se encontró a la víctima con vida, que llegó a señalar al agresor y el motivo. La agresión que la lleva a la muerte son 13 puñaladas y otras dos heridas que le propina brutalmente Matías Nahuel Castillo en presencia de su madre, la que, según sabemos luego del juicio, no pudo frenarlo”, narra Lamberti con indignación en el texto y continúa: «Con la ayuda de la inescrupulosa defensoría pública, ejecutada por del Dr. Rodrigo Núñez y la impericia y mala praxis, podríamos pensar, de los Peritos oficiales psicólogos, los Licenciados Paleta y Malerva; este caso quedó completamente desvirtuado, dejando como conclusión sobre la personalidad del acusado y dando motivo a una defensa los siguientes puntos: 1) disponer de una personalidad frágil y una baja autoestima por haber sufrido problemas de peso entre los 11 y los 13 años que lo llevaron a situaciones de acoso o bullying, 2) la separación de los padres, 3) el tener un DNI duplicado que le impidió conseguir trabajos en blanco y 4) la inminente mudanza de la madre a la provincia de Córdoba. Todos estos factores fueron los motivos que hicieron que este personaje sienta que la gota que rebalsaba su vaso, textuales palabras de los peritos, sea que su novia lo dejara.” En pocas palabras, la justicia justifica al femicida poniéndolo en un rol de víctima.

«Con el palacio de tribunales empapelado, desde la planta baja al piso 11, con carteles referentes a la violencia de género y un pasillo de entrada con obras expuestas sobre este tema, igualmente esto no logró conmover a la opinión pública, el jurado en este caso, que concluye 10 a 2 votos que el acusado no merece la pena máxima que propone la fiscalía. Dejando sin efecto una pena ejemplar por el hecho aberrante, por la brutalidad y alevosía con que se perpetuó”, finaliza el escrito de Valeria Lamberti.

El viernes 9 de junio a las nueve de la mañana, el juez dictaminará una pena entre 10 y 25 años para Matías Nahuel Castillo, pero no será juzgado como femicida. «Claramente no va a haber una sentencia ejemplar. Es por esto que necesitamos que tome estado público. Sería ideal que las organizaciones de género estén presentes, es un buen momento para poner presión política y que la sienta el juez antes de dictaminar”, denunciaba Valeria Lamberti en entrevista con CAMINANDO JUNTXS. «Esto marca un precedente nefasto para la lucha contra la violencia de género”. En la última movilización del Ni una menos, se denunció que, en promedio, muere una mujer cada 26 horas por causas relacionadas con violencia de género, contabilizándose 133 femicidios en lo que va del año.

Los hechos hace dos años

Ocurrió alrededor de las 18:30 hs del martes 30 de junio del 2015, cuando Matías Nahuel Castillo, de 19 años, se encontraba con su novia Verónica Di Bernardi en su casa situada en Juárez al 3500, esquina Bonifacini, en pleno centro de la ciudad de San Martín.

Según las declaraciones, la pareja se encontraba en la planta baja de la propiedad, cuando la madre de Castillo escuchó ruidos. Mientras la pareja discutía, Verónica le pidió a la madre de Castillo irse a su casa. Ésta la acompañó por el interior de la casa, en tanto Castillo los esperaba en la salida al patio con un cuchillo que allí se encontraba. Allí comenzaron la persecución y las puñaladas que le produjeron varias heridas profundas, las más graves en el abdomen y en el cuello. Verónica consiguió escapar hacia la calle y antes de que llegaran los policías abordó a un alumno de nombre Javier, que acababa de salir del colegio Perito Moreno, situado en la esquina.

«Cuando (Verónica) salió, yo estaba enfrente parado y vino hacia mí corriendo, me agarra y me dice ‘ayudame por favor’ y de repente se cae al piso”, relató Javier en su momento al canal C5N. Añadió que la adolescente tenía «toda la cara manchada con sangre” y le empezó a gritar «me voy a morir, me voy a morir”. Al poco rato llegaron dos patrulleros del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de San Martín, cuyos efectivos le pidieron a Javier que se apartara, asistieron a la herida y vieron que en ese momento salía de la casa Castillo. «Después salió el hombre (por Castillo) y se empezó a cortar los brazos al ver al policía, mientras éste le decía ‘¿qué estás haciendo?’, le preguntó si él fue el que la mató”, recordó Javier, quien añadió que luego vio al agresor sentado en el cordón de la vereda mientras uno de los policías «le ponía las vendas”.

Como la ambulancia tardaba en llegar y ante la evidente gravedad de las heridas de Verónica, los policías cargaron a ambos heridos a los móviles policiales y los trasladaron rápidamente al hospital Dr. Diego Thompson de San Martín. Allí, los médicos de guardia constataron que la joven tenía heridas punzantes en la cabeza, cuello, tórax, abdomen, brazos y piernas y que había perdido gran cantidad de sangre, por las que finalmente falleció. Voceros judiciales dijeron que, antes de morir y en el trayecto hasta el hospital, la chica llegó a decirle a uno de los policías que el atacante había sido su novio y que éste la había agredido porque ella quería finalizar la relación. El femicida Castillo, en tanto, recibió las curaciones correspondientes y fue dado de alta, por lo que automáticamente quedó detenido.

Texto publicado en Caminando Juntxs



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