27/03/2017

Informe sobre desempleo y precariedad laboral

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«Los defensores de la política económica de Macri abusan de los datos del INDEC sin pormenorizar consideraciones que expliquen en profundidad el sentido de los mismos, ya que son promedios de valores diversos que expresan la complejidad
del problema del empleo en la Argentina»
, afirma el último informe del IEF sobre Desempleo y Precariedad Laboral. Por el Instituto de Estudios y Formación CTA Autónoma


Son variados los debates que se generan en la Argentina sobre la situación económica, el empleo y el ingreso popular, que definen opiniones solidarias o críticas con la protesta social.

Los primeros sostienen que la inflación deteriora la capacidad de compra de los ingresos de la mayoría social y por eso se demanda la actualización vía paritarias sin techo y la adecuación a ese nivel de jubilaciones, pensiones y subsidios sociales. En todo caso, algunos discuten las formas que debiera adquirir la protesta social, pero validan el reclamo.

El tema se agrava con la discusión sobre el acceso o no al empleo y si la realidad es de crecimiento del empleo y el nivel de actividad económica o todo lo contrario, típico de una situación recesiva.

Para los segundos, los críticos con la protesta social, el énfasis está en que los datos de recuperación de la economía serán visibles a corto plazo, claro en el discurso del Ministro de Hacienda que insiste en su percepción de difusión de recuperación económica desde la primavera pasada.

Este argumento se afirma en la baja del desempleo según el INDEC, de 7,6% para diciembre del 2016, y la referencia del empleo registrado difundida por el Ministerio de Trabajo con nuevos 80.928 trabajadores entre diciembre del 2015 y diciembre del 2016.

Los defensores de la política económica de Macri abusan de estos datos sin pormenorizar consideraciones que expliquen en profundidad el sentido de los mismos, ya que son promedios de valores diversos que expresan la complejidad del problema del empleo en la Argentina.

Estos defensores llegan a afirmar a sus oponentes que ellos opinan con datos en la mano, mientras que los demás solo acuden a datos imaginados, producto de una propaganda de oposición. Por eso es importante meterse en la profundidad de los
números y aunque parezca aburrido, analizar para entender, discutir y confrontar.

Desempleo

El INDEC acaba de publicar los datos para el 4to trimestre del 2016 (1) e indica que el desempleo alcanzó el 7,6%. Se trata de un valor menor a los registros del 2do trimestre, que alcanzó al 9,3% y del 3er trimestre del 8,5%.

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La conclusión primaria es que el desempleo viene bajando, pero no se considera que la tasa de actividad económica (porcentaje entre la población económicamente activa y la población total) fue del 45,3% en el 4to trimestre del 2016, contra el 46% del 2do y 3er trimestre del 2016. La Población Económicamente Activa (PEA) son las personas que tienen una ocupación o que – sin tenerla- la están buscando activamente, es decir la población ocupada más la población desocupada. Así, en el 4to trimestre es menor la proporción de PEA sobre el total de la Población.

Es decir, baja la tasa de desempleo porque también baja el nivel de actividad económica. Si se hubiera mantenido la actividad económica a los valores del tercer trimestre, el desempleo no habría bajado.

Por eso, vale rescatar al propio informe del INDEC cuando señala que «Los resultados del cuarto trimestre de 2016 no presentan diferencias estadísticamente significativas en el empleo con relación al trimestre anterior. Disminuye la actividad y la desocupación por refugio en la inactividad.” Por población inactiva, el INDEC
refiere aquellas personas que no tienen trabajo ni lo buscan activamente.

Así, podemos deducir que lo relevante fue la recesión económica y el desaliento en la búsqueda del empleo. No hay lugar para la algarabía de la simple lectura del dato del INDEC señalando la baja del indicador de desempleo.

Resulta interesante desagregar la información oficial y así destacar que si el desempleo es del 7,6%, los ocupados demandantes de empleo suman un 14,6% y la subocupación alcanza al 10,3%.

El problema del empleo es serio y alcanza al 27,8% (sumando el 7,6% de desempleo abierto, más 14,6% de Ocupados demandantes de empleo, más 5,6% de Ocupados no demandantes disponibles) de una PEA de 12.396.591 para 31 aglomerados urbanos. Por simple deducción, inferimos una PEA total del país que rondaría los 19 millones de personas.

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Es lógico que en el promedio general del país, el desempleo sea del 8,1% para las poblaciones con más de 500.000 habitantes y del 4,8% para aquellas con menos de medio millón de habitantes. Es un dato relevante para un país con 91% de población urbana.

Para un tiempo donde los medios de vida se definen por la capacidad de vender la fuerza de trabajo y sin considerar el bajo nivel de ingreso, podemos confirmar que el empleo o la ausencia del mismo es un tema estructural que recrea recurrentemente condiciones de conflicto social.

Trabajadores registrados

Resulta interesante cruzar la información del INDEC con la estadística del Ministerio de Trabajo y así desmitificar algunas conclusiones propagandísticas emanadas desde el equipo gobernante.

Según el Ministerio de Trabajo, en Argentina existen 12.099.885 de trabajadoras y trabajadores registrados; de los cuales, 8.565.711 lo hacen en el sector privado y 3.153.561 en el sector público; el resto, 380.613 son monotributistas sociales.

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En el sector privado hay 24.401 nuevos empleos registrados, resultado de una suma algebraica, con sumas y restas, donde nos importa -y sobre manera- lo que resta. Veamos la composición del dato: tenemos a 40.076 monotributistas, 15.354 de trabajadoras y trabajadores de casas particulares y 12.580 autónomos, pero debemos restar 43.609 trabajadores asalariados que perdieron su puesto laboral. Cabe señalar que esta categoría se supone con mayor cobertura social, salario y condiciones laborales que los monotributistas, los autónomos y el trabajo de casa particular.

Para el sector privado en su conjunto, se trata de una pérdida de calidad en el empleo y los ingresos del promedio de los trabajadores, ya que lo que crece son monotributistas, casas particulares y autónomos con menor cobertura social, precariedad en las condiciones de trabajo e inseguridad pese al carácter de trabajadores registrados.

En el sector público hay un crecimiento de 28.862 puestos laborales. Entre los monotributistas sociales (sectores vulnerables de la economía popular, trabajadores independientes de bajos ingresos) el crecimiento es de 27.666 puestos.«ƒ

Suman así los 80.929 en total, que sirven para hacer propaganda sobre la evolución del empleo en 2016, obviando su composición interior y por cierto el problema del trabajo irregular -estimado en un tercio de la fuerza laboral- y por ende, los registros de más de 200.000 puestos de trabajo perdidos durante el año pasado.

Notas al pie

(1) Indec, Mercado de trabajo, principales indicadores (EPH) Cuarto trimestre de 2016, 2017.

Instituto de Estudios y Formación CTA Autónoma
Lima 609 CABA
Tel: (011) 4383-3305 Int.: -132
página web: http://instituto.ctanacional.org/



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