09/12/2016

Médicos de Gaza realizan un llamado para salvar la vida de los niños

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Se perfila un desastre sanitario en los hospitales del territorio palestino asediado por la falta de combustible. Con los apagones de Gaza que duran 16 horas al día, todos los días, los hospitales han tenido que recurrir al uso de generadores eléctricos. El combustible que se utilizan es cada vez más escaso y costoso, planteando un difícil reto. Por Palestina Libre


Serag Tafesh y Hassan el-Qaied están en riesgo de morir si se desconectan los equipos médicos. Ambos son bebés de dos meses que se encuentran en la unidad de cuidados intensivos de Al Dura, un hospital de niños en Gaza. En caso de corte de la energía electrica, obviamente los equipos médicos dejan de funcionar.

Los dos bebés nacieron con malformaciones congénitas que los han mantenido en estado de coma.

Yousef Reziq, un médico en el hospital, señaló a Al Jazeera que la unidad de cuidados intensivos o UCI, es el sector más afectado por la grave escasez de combustible en Gaza, región que ha estado sitiada por Israel desde el año 2007. «Cuando se desconecta el equipo, los monitores cardíacos y las máquinas de respiración artificial que ayudan a los dos bebés a sobrevivir dejan de funcionar. Esto significa que podrían morir en menos de cinco minutos «, indicó Reziq.

«Si la crisis se prolonga y la cantidad necesaria de combustible no se ha obtenido a tiempo, vamos a tener que transferir a los niños a otros hospitales.»

Con los apagones de Gaza que duran 16 horas al día, (esto es de todos los días), los hospitales han tenido que recurrir al uso de generadores eléctricos. Pero el combustible que se utilizan para operar los generadores es cada vez más escaso y costoso, planteando un difícil reto.

El personal médico del hospital también está incómodo con la fiabilidad y la sostenibilidad de estos generadores, quejándose de las frecuentes fluctuaciones de energía que tienen un alto y negativo impacto para los sensibles equipos médicos.

«Se requiere una atención continua durante todo el día para asegurarse de que el equipo esté funcionando correctamente y que nuestros pacientes reciban la atención necesaria», dijo a Al Jazeera, Hakiem Hamoda, una enfermera del hospital.

Sin embargo, estos generadores agotan el poco combustible disponible, y el personal del hospital teme que podrían quedarse sin combustible en tres días. El Ministerio de Salud de Gaza emitió advertencias a principios de la semana pasada de que el hospital Al Durra estaría fuera de servicio, si este hospital no recibe el suficiente combustible, y otros hospitales locales probablemente enfrenten también los mismos riesgos.

Según Ashraf el-Qidra, el portavoz de Ministerio de Salud de Gaza, los hospitales de Gaza necesita 420.000 litros de combustible cada mes para hacer funcionar los generadores las horas del día en el que no hay electricidad, así los hospitales pueden tratar a los pacientes durante los cortes de energía eléctrica.

La Franja de Gaza ha estado sometida a una crónica y sistemática crisis eléctrica ya que su única central eléctrica fue parcialmente destruida por Israel durante sus ataques del 2006 y 2014 en Gaza. La planta no ha funcionado a pleno rendimiento desde entonces.

Mientras tanto, el conjunto bloqueo israelí-egipcio ha hecho que la crisis eléctrica de Gaza empeore, por lo que es casi imposible la importación de cantidades adecuadas de combustible para cubrir la demanda energética -minima- del territorio.

El Dr. Majed Hamada, jefe de Al Dura, indicó a Al Jazeera que el Ministerio de Salud instruyó a su hospital preparar planes de contingencia para hacer frente a casos de emergencia si se quedan sin combustible.

«Nuestro plan se basa en la aplicación de severos recortes en nuestros servicios de salud, afectando seriamente las prestaciones médicas a los niños donde éstas aumentan considerablemente durante los meses de invierno. Tenemos que consumir el mínimo combustible como sea posible para que podamos de alguna manera, reducir el impacto de la crisis en el hospital», explicó Hamada.

Hamada señaló que los departamentos médicos de todo el hospital se enfrentan a grandes dificultades para responder a las necesidades de sus visitantes. Las incubadoras infantiles, que se utilizan para el cuidado de los bebés que nacen prematuramente, se han visto obligados a utilizarlas en el nivel mínimo, y los niños que sufren de tos, obstrucción y problemas respiratorios tienen que esperar su turno para usar el nebulizador.

El médico ha enviado un llamado a las organizaciones internacionales para salvar las vidas de los niños y preservar su derecho a la atención médica digna y adecuada. El ministerio se ha contactado con el Banco Islámico para el Desarrollo con sede en Jeddah, añadió Hamada, para abastecer al sector de salud con el combustible.

Hizo un llamado a otras organizaciones internacionales de salud para responder a sus repetidas peticiones e intervenir para poner fin a la crisis.

Como si la crisis no fuera suficiente, el hospital también está superpoblado, creando un alto riesgo de que las enfermedades contagiosas pudieran propagarse.

Mahdi Hijazi, un paciente de tres años de edad, ha estado en el hospital durante seis días por convulsiones. Su abuela Nisreen está preocupada de que podría tener una infección proveniente de los otros niños en su habitación. «Los números de las habitaciones y tamaños no son proporcionales al número elevado de pacientes que albergan», dijo a Al Jazeera Nisreen mientras calmaba al llanto de su nieto.

Mientras tanto, los cortes de energía siguen poniendo en peligro la prestación de servicios básicos de salud. Los niños con insuficiencia renal no son capaces de someterse a un tratamiento de diálisis con tanta frecuencia, implicando daños irreversibles para su salud.

Saher Faied, de siete años, normalmente recibe tratamiento de diálisis tres veces a la semana, explicó su padre, Ahmed. Pero debido a la crisis eléctrica, sólo recibe una sesión en Al Dura, y debe viajar dos veces a la semana al Hospital Al Shifa, donde recibe las otras dos sesiones semanales.
Yahia Mousa, el jefe del bloque legislativo de Hamas en la Franja de Gaza, dijo a Al Jazeera que la crisis es culpa de la ocupación israelí y sus partidarios extranjeros, añadiendo que su objetivo es socavar la resistencia armada Palestina y para hacer creer a la población de Gaza que esta resistencia no solucionará sus problemas.

«Mantenemos canales abiertos con grupos regionales e internacionales para reducir las consecuencias perjudiciales de las prácticas paralizantes adoptadas contra Gaza en los campos de la salud, la electricidad, el empleo y la educación», dijo Mousa.

«Apreciamos todos los esfuerzos realizados para romper el sitio y disminuir su impacto en la vida de los palestinos, pero se puede hacer más para levantar el bloqueo una vez y para siempre.»

Mientras tanto, la madre de Hassan el-Qaied, Mona, dice que está muy preocupado por la disminución de las posibilidades de supervivencia en estas condiciones. El bebé de dos meses fue enviado a un hospital en Israel durante dos semanas, pero según ella, los doctores dijeron que su estado de salud era crónico y nada puede hacerse para mejorarlo.

«Mi corazón está cargado de dolor al ver a mi pequeño bebé en esta condición y no hay nada que pueda hacerse para salvarlo».



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