27/10/2016

En Venezuela el peligro es que la derecha trate de tomar el poder violentamente

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Análisis de James Petras sobre la situación venezolana, «Que la derecha intente poner en la calle no simples manifestantes sino grupos de choque violentos, y eso provoque una guerra civil». También reproducimos audio de la entrevista. Por ANRed


Efraín Chury Iribarne: Petras, queríamos que nos dieras un panorama de la situación planteada en Venezuela luego de la resolución de la Corte Electoral.

JP: Debemos entender que hay una división aquí, no es simplemente un esfuerzo de la derecha. Desde el gobierno del presidente Maduro han tomado algunas iniciativas invitando a la oposición a un diálogo. Han dicho que deben participar en un referéndum pero sin utilizar muertos como votantes o parte del electorado. Es decir, hay que poner las cosas justas y no utilizar el fraude.

Han hablado sobre la necesidad de tener relaciones adecuadas y la cita, por ejemplo, de la OEA dice que simplemente hay división entre 12 países en contra de Venezuela y 7 a favor, entonces, no es una situación absolutamente dominada.

Debemos decir que hay opciones para Venezuela, una vez que empiecen a arreglar la economía y tomando en cuenta que tienen que implementar algunas reformas, una devaluación, algunas compensaciones para los pobres y otras medidas.

Pero el dramatismo lo provoca la derecha, llamando ahora a una rebelión, un golpe que no va a facilitar un arreglo, y eso debemos entenderlo. No solamente en EE.UU. sino en América Latina y particularmente en Uruguay donde el gobierno de Tabaré Vázquez está apoyando a Almagro en sus esfuerzos por servir al imperialismo llamando a aplicar sanciones contra Venezuela.

El peligro es que la derecha trate de tomar el poder violentamente y eso provoque una guerra civil. Debemos reconocer que en elecciones tal vez la derecha tiene ahora mayoría, pero en la calle, en la lucha civil, las fuerzas populares son más activas, tienen más capacidad de lucha. Y tenemos también el hecho que las FFAA en el país siguen apoyando el orden constitucional.

Pero hay un peligro esta semana: que la derecha intente poner en la calle no simples manifestantes sino grupos de choque, grupos violentos y eso puede precipitar algunos acontecimientos que podrían escapar de las manos políticas y entrar en una situación más violenta.

EChI: ¿Petras, podría ocurrir que, utilizando a Almagro y a la OEA, también se presione a las Naciones Unidas para declarar un ‘estado de emergencia’ en Venezuela para después tomarlo como puente, como se ha tomado a otros países por parte de EE.UU. y Europa Occidental?

JP: Un decisión de Naciones Unidas pasa por el Consejo de Seguridad, y China y Rusia no van a apoyar una intervención militar. Incluso las sanciones podrían sufrir un veto. En la OEA, como decía, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y otros países más del Caribe no van a apoyar una medida única, yo creo que van a salir países como los golpistas en Brasil, los ultra derechistas en Argentina apoyando algo.

Pero tampoco la OEA está a la altura de proponer como opción fuerzas armadas para intervenir. Entonces quedaría sólo EE.UU. y tal vez Colombia como opción de fuerza externa que podría intervenir. Pero eso implica que tienen que enfrentar al ejército venezolano. Si el ejército venezolano sigue apoyando a la constitución, tampoco EE.UU. y Colombia se atreverían a intervenir. Entonces, aún mucho está pendiente, pero que no va a ser una situación fácil para fuerzas externas intervenir militarmente en Venezuela.

EChI: Petras, estaba leyendo un titular que dice: «El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) decidió abstenerse para que Rajoy sea investido presidente nuevamente del gobierno español». ¿Qué lectura haces de eso?

JP: En primera instancia debemos entender que la derecha del PSOE, los sectores apoyados por el ex presidente asesino Felipe González, recibió 139 votos a favor y 96 en contra. El Partido Socialista está muy dividido. Desde el momento en que empiecen a apoyar a Rajoy es posible que sectores del PSOE se separen. Entonces se va a debilitar su capacidad de jugar un papel importante, incluso apoyando a Rajoy.

Rajoy es notorio, su gobierno está lleno de encarcelados, acusados, ladrones que han robado millones del tesoro. A partir de eso pueden pasar tres cosas: el 40%, la minoría, puede tener la idea de salir del partido, o bien formar otro tipo de partido socialista o también entrar a Podemos.

Segundo, el Partido Socialista va a perder mucho apoyo de Podemos porque ya pierden el papel de ser oposición. Al final de cuentas la votación del Partido Socialista va a destruir a sus propios socialistas y van a fortalecer a la izquierda como Podemos.

Y el PSOE tampoco va a poder ayudar al gobierno de Rajoy a implementar su agenda porque van a encontrarse con muchos problemas internos de la ultra derecha.

EChI: Petras, como siempre, algunos de los temas que tu estés analizando en este momento.

JP: Hay varios. Uno es que hemos leído hoy que hay un enorme flujo de capitales de México a los bancos norteamericanos que están lavando miles de millones de dólares de los carteles. Y eso significa que EE.UU. juega un papel importante en los grupos narco-capitalistas en ese país.

Para los bancos el respaldo norteamericano es esencial, por el estado terrorista que existe en México: han matado a más de 200.000 personas en los últimos 20 años. Pero no se lee en los diarios que México es un país de asesinos, narcotraficantes y clientes de los bancos norteamericanos.

El segundo punto que quiero mencionar es que en EE.UU. hemos leído en los últimos días más revelaciones sobre las actividades de Hillary Clinton. Cómo maneja la prensa y cómo está metida con Wall Street y los bancos como Goldman Sachs, cómo está utilizando un doble discurso, un discurso público más progresista mientras en las comunicaciones secretas apoya la política de la ultraderecha guerrerista.

Y finalmente quiero mencionar que en China hemos visto cómo el presidente Xi Jinping ha castigado a más de un millón de funcionarios por corrupción en los últimos tres años, haciendo una gran limpieza y facilitando nuevas relaciones con varios países. Incluso con Filipinas que está recibiendo 13.000 millones de dólares en comercio, inversiones, ayuda. Y el presidente Duterte está abriendo un nuevo canal hacia mejores relaciones con China y abandona el papel tradicional de Filipinas como cipayo de Washington.

Es un gran paso siendo Filipinas el punto de control que EE.UU. tiene sobre Asia del sureste. Han perdido, han caído y eso podría facilitar la independencia de la región asiática y dejar a los EE.UU. como segundo o tercer poder en esta región donde tradicionalmente domina. En este sentido, los avances en la nueva situación de Filipinas son una señal de la decadencia norteamericana y el avance del nacionalismo independiente.

Extractado: por La Haine



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