Voces de Avellaneda en el #MiércolesNegro

Entrevista a integrantes del Colectivo Mujeres del Encuentro y a otra del Centro Cultural «La Calle Larga» ambas de la localidad de Avellaneda. «Ya llegamos a un límite que no se puede soportar más. Las mujeres puntualmente desde chicas sentimos que nos cazan, sabemos que salimos a la calle, sabemos que nos pueden cazar». Por Yamila Belén Martínez Pandiani para ANRed

Estamos con Ema, que forma parte del colectivo Mujeres del Encuentro en Avellaneda. Ahora un poco más resguardados de la lluvia… ¿Qué es lo que los motivó como colectivo a manifestarse hoy en la Plaza Alsina? 

E: Nosotros somos un colectivo que en Avellaneda está participando de los eventos nacionales y de movidas con el tema de la mujer hace muchísimos años. Participamos en el #NiUnaMenos de junio del año pasado y nos instalamos el año pasado en Avellaneda para volantear, para hacer esa movida de difusión porque a veces es complejo para las mujeres de la zona el ir hasta el centro y evaluamos por eso quedarnos en la Plaza Alsina, así que este año lo volvimos a hacer ante esta situación de emergencia. Las mujeres necesitamos parar esta ola de femicidios que estuvo tan terrible en estos dias y que realmente nos movió hoy con lluvia o sin lluvia a estar acompañando esta movida de pedir y exigir emergencia nacional y realmente hacer una prevención en serio en contra de la violencia que se ejerce sobre las mujeres. 

¿Qué representa el #NiUnaMenos para ustedes? ¿Qué es lo que representó en su comienzo y qué es lo que significa hoy teniendo en la mira el caso reciente de Lucía Pérez?

E: En realidad nos llenó de mucha angustia, de mucha tristeza, porque realmente era una adolescente y toda muerte de una mujer nos moviliza y nos llena de mucha bronca, de mucha tristeza, y bueno, generamos situaciones como para poder salir y luchar con este flagelo que realmente tenemos las mujeres con respecto a la violencia. Y en particular en este caso, es que nosotras estabamos en Rosario, 70.000 mujeres debatiendo y aportando un encuentro nacional histórico, entendemos, porque superó lo del año pasado en Mar del Plata, que también fue un salto muy grande en participación de mujeres, y juventud en particular, porque lo que sorprendió en Rosario, al menos a mi en particular, fue la cantidad de mujeres que se volcaron a las calles de Rosario, a las escuelas de Rosario, al debate profundo acerca de una cantidad de temas, de casi 70 temas… Por lo tanto, que al mismo tiempo ocurra eso a nivel nacional y que te enteres después que una joven con una intencionalidad como cualquier joven, de curiosidad y demás, se encuentre de repente con tres hombres que la violan y la matan…y con una violencia tan atroz, que ni en los tiempos de la Edad Media se podía concebir, y que nos pase a nosotros acá en la Argentina nos ha llenado de mucho odio, en lo particular a mi me ha llenado de mucha tristeza, y por eso me parece que es tan importante estar en las calles. 

¿Qué mensaje quisieran dejar como colectivo, e inclusive vos como individuo, no solamente a las mujeres que se manifestaron hoy sino también a las mujeres que quizás sufren violencia aún pero esa violencia está invisibilizada, que aún está oculta o la padecen en silencio?

E: Mirá, me pasó algo muy concreto: hoy repartiendo los volantes, una docente me dice «mirá, yo tengo -y me muestra un crespón negro en su guardapolvo-… Yo estoy viva porque me pude salvar», y me cuenta su historia personal y como por años tuvo una relación de pareja muy conflictiva; ella se tuvo que ir de Avellaneda para poder sobrevivir y salir de esa situación y hoy puede caminar tranquila por la calle. Estas cuestiones que uno se encuentra, que aún hoy, y esto creo que ayuda, cuando uno sale y puede hablar de estas cosas, esto creo que nos deja el #NiUnaMenos, el empezar a hablar con todas las letras y gritar bien fuerte que esto lo tenemos que parar entre todas. Los hombres también recibían de buena manera los volantes porque hay muchos hombres que no son violentos, todo lo contrario y que se quieren diferenciar de estos hombres machistas, que reproducen lo patriarcal sin ningún tipo de conciencia o al menos crítico, hombres que al menos piensan «che, flaco, a mi no me pasa eso: yo respeto a mi vieja, respeto a mi hermana, respeto a mi mujer, es más, quiero estar a la par de esta mujer, me banco una mujer liberada, con criterio, con fuerza, feminista y con la femeneidad que tenemos en cada una de nuestras acciones, por lo tanto me parece que es bueno poder gritar bien alto lo que gritamos porque eso ayuda a que se escuchen las voces de muchas que por distintas razones se han silenciado. 

Estamos también con Laura Álvarez Ghergo, colaboradora del Centro Cultural «La Calle Larga» de Avellaneda: ¿Qué es lo que sintieron hoy? ¿Qué es lo que las hizo movilizarse hoy?

L: Yo estuve en capital, pienso que a todos nos movilizó lo mismo. Después de todo ese encuentro que se hizo en Rosario en el que las mujeres estabamos envalentonadas y creyendo que había un cambio y después de eso más muertes…Y uno dice «basta»: uno necesita demostrar que uno no normaliza estas cosas, que está en contra, que se necesita un cambio, que no estamos de acuerdo, que queremos sensibilizar, alertar a todo el mundo. Para mí el cambio comienza educando hombres y mujeres dentro del amor, sin violencia en los hogares, con igualdad, pero también desde la justicia, la policía, las leyes. Se necesita que todo el mundo comience a actuar, a no normalizar, no tomar a otras personas como números. Ya llegamos a un límite que no se puede soportar más. Las mujeres puntualmente desde chicas sentimos que nos cazan, sabemos que salimos a la calle sabemos que nos pueden cazar.

¿Qué es lo que representó la movilización de hoy para vos? ¿Qué es lo que quisieras dejar como mensaje a las personas que lean la entrevista?

L: Que es hora de hablar. De hablar. Que dentro de los senos de violencia en el hogar, el trabajo, la gente se calla; uno ve que está habiendo una situación de violencia en la calle y la gente huye en vez de salir todo el mundo como hoy a parar, a frenar eso, denunciar al vecino, denunciar si uno es docente las cosas que ve en la escuela, denunciar y ayudar a un amigo, una amiga que esté pasando por esto. Estaría bueno que esto sea el comienzo de una nueva educación para todos los ciudadanos.