Denuncia y escrache de trabajadores textiles y UTC por derechos laborales y gremiales
El pasado viernes 24 la Unión de Trabajadores Costureros (UTC) y trabajadores de la Compañía Argentina de Indumentaria, realizaron un escrache a esta fábrica textil ubicada en Juan Agustín García 2468, Capital Federal. Gustavo Vera, UTC, define la situación como «un contubernio insólito que tiene el sindicato SOIVA con la patronal por lo cual no se le permite a los obreros ejercer sus correspondientes derechos gremiales».
Los trabajadores de la Compañía de Indumentaria Argentina decidieron dar estado público a las irregularidades de esta fábrica textil. Denunciaron mediante un escrache las condiciones laborales a las que los somete la empresa. Debieron recurrir al escrache y a la protesta en las calles porque el Sindicato de Obreros la Industria del Vestido (SOIVA), que supuestamente los representa, nunca les permitió elegir delegados para defender sus derechos. Gustavo Vera, UTC, define la situación como «un contubernio insólito que tiene SOIVA con la patronal por lo cual no se le permite a los obreros ejercer sus correspondientes derechos gremiales».
Esta fábrica oculta relaciones laborales propias de un taller clandestino, a pesar de que los dueños dicen tener a todos los trabajadores en blanco.»Lo que pasa en esta fábrica es que trabajan más de ocho horas; trabajan doce, trece y hasta catorce horas, se les paga por un sueldo correspondiente a ocho y encima en la categoría de ayudante que es la más baja, cuando todos son overloquistas, rectistas o cortadores especializados. No se les hacen los aportes sociales correspondientes, tampoco se les garantiza la ART que tendrían que dar por ley y las condiciones de higiene y seguridad son pésimas», relató Vera.
Lo que piden los trabajadores de la fábrica y la UTC es que se sancione a la patronal por todos los incumplimientos que tiene y a las marcas para las que trabaja que son Montagne, Kevingstone, Patagonia y Mimo, y que el sindicato SOIVA garantice la elección de delegados. Más de 30 obreros textiles han reclamado la elección de delegados a SOIVA en varias oportunidades y el sindicato con la excusa de que hay que llegar a un acuerdo está dilatando la elección dejando a los trabajadores totalmente expuestos a las represalias de la empresa.
En estos casos, en los que están involucradas marcas internacionales, la situación del trabajador es de extrema indefención debido a las presiones que pueden llegar a sufrir los trabajadores, tanto por parte de las marcas como de los dueños de los talleres. Ha habido casos de secuestros a los hijos de los trabajadores de talleres textiles clandestinos para que desistan de la idea de reclamar un trabajo digno o de denunciar las condiciones de trabajo.
La UTC denunció las irregularidades de la Compañía Argentina de Indumentaria ante la Subsecretaría de Trabajo y los funcionarios a cargo realizaron una inspección en esta fábrica textil, verificaron que lo que decían los trabajadores era cierto y el jueves mandaron un telegrama a SOIVA para exigirles la elección de delegados.
Los integrantes de la UTC están luchando desde hace tiempo para conseguir que los inmigrantes bolivianos, mano de obra de la mayoría de los talleres clandestinos, puedan acceder a un trabajo digno.
En la Alameda, donde realiza sus asambleas la UTC funciona un taller textil que es
una fuente de trabajo para los costureros, cansados de la explotación laboral a la que estuvieron expuestos hasta no hace mucho tiempo. Esta fuente de trabajo puede desaparecer si la Legislatura no toca el tema de la expropiación de La Alameda en antes del 18 de diciembre, cuando comienza el período vacacional de los funcionarios. Después de esta fecha el predio quedaría en una situación de vacío legal que puede ser aprovechada para realizar un desalojo, con represión policial de por medio.