Analizando el EcoParque: dudas y contradicciones
El cierre del Zoológico de Buenos Aires para su transformación en un Parque Ecológico sin dudas fue recibida con alegría por toda la sociedad e implicó un gran avance en relación al cuidado de los animales. Sin embargo, el nuevo proyecto despierta algunas incógnitas que precisan de un análisis integral de la política ambiental del actual Gobierno de la Ciudad. Por Federico Caggiano para ANRed
El Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta anunció el jueves la quita de la concesión privada del Zoológico de Buenos Aires. En las 18 hectáreas donde hasta hace unos días funcionaba el Zoológico, se creará un EcoParque, un espacio verde que, según la información oficial, se utilizará para la recreación y educación ambiental. La noticia fue recibida con alegría en gran parte de la población teniendo en cuenta el estado de los animales y las condiciones de vida a las que se encontraban sometidos. Sin embargo, desde algunos sectores se abrieron algunos interrogantes en relación al futuro del ahora denominado EcoParque.
«Si bien el cierre de un Zoo siempre es una buena noticia ya que no nos parece un trato justo para los animales, hay muchas dudas sobre lo que vendrá” expresó Gigi Klein, integrante de la organización Tierra Para Vivir, quien contó algunas de estas incertidumbres que se despertaron a raíz del nuevo proyecto del PRO en la ciudad. Una de las cuestiones tiene que ver el tiempo que llevará el traslado de los animales y la adecuación del espacio. El legislador porteño del Partido Socialista Auténtico Adrián Camps, había presentado hace más de un año un proyecto con varios puntos en común a lo que será el EcoParque, y según los expertos consultados, el tiempo de adecuación debería hacerse en un año como mínimo. En contraposición con este proyecto, el del actual gobierno porteño se llevará a cabo en veinte días, para tenerlo listo y explotarlo en las vacaciones de invierno.
Otro punto flojo de la iniciativa pasa por la falta de participación de quienes vienen luchando para el cierre del Zoológico hace varios años. Las organizaciones animalistas no fueron notificadas de la decisión del gobierno, y hasta el momento tampoco fueron incluidos en el proyecto los legisladores que ya habían presentado una idea similar. «Me hubiera gustado que desde el Gobierno se comuniquen previamente, dado que, junto al diputado Rossi, hemos mantenido una reunión personal con el ministro Freire, en la que le entregamos nuestros respectivos proyectos para transformar el zoológico que, además, estaban siendo tratados por la Comisión de Ambiente de la Legislatura”, expresó el legislador Adrián Camps, quien exigió en la asamblea la posibilidad de participar de la transformación del Zoo.
Por otro lado, según la publicación en el Boletín Oficial, serán convocadas tres Organizaciones No Gubernamentales para integrar la Comisión de Transformación del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, pero aún no comunicaron cuáles serán y Gigi Klein, de Tierra Para Vivir, afirma que «serán elegidas completamente a dedo”. Luego agregó que «se dice que dentro de algunas semanas se va a organizar un espacio abierto con vecinos para que lleven propuestas, pero supuestamente el EcoParque ya va a estar funcionando en vacaciones de invierno”.
Otra de las cuestiones para por el polémico discurso verde que el Gobierno porteño enarbola desde la primera gestión de Mauricio Macri en la ciudad, que si bien implicó un avance a la hora de poner en agenda la problemática ambiental, encuentra muchas contradicciones entre el discurso y las políticas en concreto. En esta ocasión, el EcoParque pareciera formar parte del oportunismo amarillo teniendo en cuenta que las razones oficiales por las cuales se les quita la concesión a la empresa que manejaba el Zoológico son económicas: la concesionaria no pagaba los canones correspondientes desde comienzos del 2016. «Se antepone una razón económica, y luego obviamente se empalma con el discurso en relación al estado de los animales, pero no es lo que de buenas a primeras genera la quita de la concesión. Hace más de dos años hay diversos movimientos peleando por el parque ecológico sin tener respuesta del gobierno”, asegura la integrante de Tierra Para Vivir.
El interés del Gobierno porteño en realizar un parque con fines de educación ambiental llama aún más la atención si se tienen en cuenta otros proyectos que quiere llevar adelante. Basta con analizar el negocio inmobiliario que se está realizando con los terrenos del Tiro Federal, donde actualmente se realizan actividades deportivas y se conservan espacios verdes, y donde en su lugar se construirán dos torres que ocuparán el terreno al 100 por ciento. Gigi Klein también mencionó la reactivación del Solares de Santamaría, que es un proyecto inmobiliario de IRSA. Se ubica en la ex ciudad deportiva de la boca y está al lado de la villa Rodrigo Bueno. «Pretende ser como un Puerto Madero VIP, con zona privada para pesca, puerto privado, torres de 50 pisos y demás situaciones que al lado de la reserva ecológica se entiende que tiene un impacto ambiental muy negativo y por eso desde hace ocho años que no se puede aprobar porque no pasa ningún estudio de impacto ambiental. A esto se le suma que le come tierra al río, y ya está demostrado que tapar los humedales genera mayores inundaciones”, amplió la integrante de TPV. El habitual uso del espacio público con fines de explotación para el negocio inmobiliario característico del actual Gobierno, abre la incógnita sobre si parte de las 18 hectáreas que ocupa actualmente el Zoológico tendrán un destino similar.
Finalmente, otra de los puntos llamativos del EcoParque es que se encuentra en manos del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, y, según la información oficial, no tiene ningún tipo de participación el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad. En conclusión, no se trata de ensuciar un proyecto del cual todavía se conoce muy poco pero que implica un avance importante teniendo en cuenta el cierre del Zoológico, sino de mantenerse alertas y despertar el ojo crítico en relación a la política ambiental del actual Gobierno de la Ciudad.