04/11/2006

«Nadie se mete con los dueños de los prostíbulos»

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ANRed dialogó con Sara Torres, protagonista de las luchas de las mujeres por sus derechos. Integrante de Red No a la Trata, denunció el desamparo de las víctimas y la inacción del Estado, así como la falta de respuestas judiciales para las personas que exigen la aparición de sus familiares.

Trata de mujeres, niños y niñas

Dicha actividad es también conocida como «Trata de blancas» debido a que la práctica se origina a finales del siglo XIX con mujeres de raza blanca que eran trasladadas de su lugar de origen para ser posteriormente explotadas sexualmente como prostitutas. Sin embargo, en la actualidad, el término sirve para denominar cualquier tipo de trata de personas sin importar la edad, género o raza. «Pero hoy no importa que sean blancas, negras, amarillas, o de cualquier color»-nos explica Sara- «y la edad, por favor,
no creo que cambie la situación de una persona traficada el día que cumple 18 años».

De esta manera, Sara Torres, co-coordinadora de Red No a la Trata, nos introduce en una problemática que ha crecido en estos últimos años en nuestro país, con la llamada «ruta del Mercosur» y la proliferación de prostíbulos.

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-ANRed: ¿Qué es Red No a la Trata?

-Sarita Torres: Es una red que se formó con personas independientes, ONGs y organismos del Estado para combatir la trata de personas. Se formó en el año 2004 y surgió de un seminario contra la corrupción que organizó la ONG Mujeres en Igualdad. Se decidió que el tema más importante a discutir era el de la trata de personas como el flagelo más creciente y nuevo que estaba afectando a todos y a todas.

Entonces en ese momento se formó la red y se constituyó una red electrónica.

Las primeras peticiones al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nacieron con los intentos de modificación del Código Contravencional porque estuvimos tanto en las batallas del ’94 para que se incorporaran los temas de género a la Constitución, como en el ’98 con la derogación de los edictos policiales.

En el Código Contravencional habían puesto la penalización para la mujer en situación de prostitucion y para que nos calláramos pusieron «los clientes». La realidad es que todos estos años solamente le ha servido a la policía para hacer aprietes a ambas partes, y no ha servido en absoluto para lo que se había propuesto, que iba a ser una solución para la ciudad. En la Argentina, país abolicionista, no se puede penalizar a las personas en situación de prostitucion, así que estábamos absolutamente en contra de esta posición. Eso fue el origen.

-ANRed: ¿Qué actividades realizan?

-Sarita: Nuestra actividad principal fue armar una red para intercambiarnos materiales sobre la problemática de la trata. Entramos en una polémica cuando la Argentina ratificó la Convención de Palermo, porque descubrimos que los intereses de los grupos multinacionales había sido que se incorporaran los vicios de consentimiento. O sea que se va a asistir a las víctimas que, con engaños, amenazas, abuso de poder, entren en una situación de trata, dejando por descontado que hay algunas mujeres que van y dicen «ay, trátenme, trátenme».

Puede haber personas que por necesidad o por una seria de cosas (que en nuestra posición abolicionista, nunca es de libre elección) la prostitución sea la única posibilidad que tienen de ganar dinero, porque están en situación limite o desestructuradas de cualquier medio. Entonces empezamos a intentar incorporar en la discusión general que la Argentina primero tiene que cumplir con la convención del ’49, que es ley nacional desde 1959 y que impide el establecimiento de prostíbulos sobre suelo argentino. En todo el país está lleno de prostíbulos, pero como es un gran negocio, y en este momento, entre armas, drogas y explotación de prostitucion, todos los negocios ilegales están compitiendo, acá estamos en esta batalla.

-ANRed: Hay diferentes posturas respecto a la prostitución y la «libre elección» de ejercerla.

-Sarita: Tenemos un problema con la denominación de las mujeres de la CTA que se han constituido como supuestas trabajadoras sexuales. Ellas han debido denominarse así por una exigencia del financiamiento del Fondo Global, que requiere que las personas capacitadas en prevención de VIH SIDA lo hagan a través de su identidad, o sea los homosexuales necesitan que el capacitador sea un homosexual. Pero esto es una trampa, fundamentalmente porque no es un trabajo que ayude a lo básico que dicen las convenciones internacionales sobre el trabajo.

Es una actividad que daña mucho. También daña la minería y muchas otras actividades, pero ésta daña mucho más la identidad, porque además esta sociedad estigmatiza a las mujeres en estado de prostitucion, y ellas reclaman derechos como sindicato. Es una actividad que jamás va a poder tener un sindicato, porque la parte patronal jamás se va a asociar como cámara para hacer convenios laborales entre la parte sindical y ellos, es decir lo que sería la asociación de propietarios de burdeles.

-ANRed: O mejor dicho de propietarios de las vidas.

-Sarita: Estamos en contra porque eso sirve solamente para blanquear a los proxenetas, o sea un criminal. El proxeneta, a partir de que ellas se llaman trabajadoras sexuales, de que está todo legalizado, ¡se convierte en un digno comerciante!… ¡un comerciante de seres humanos! No es que nosotras estamos en contra de las mujeres de AMMAR de la CTA, ni contra la CTA, ni nada de eso. Pero sí contra la exigencia del Fondo Global, en el caso de ellas, que se hizo no por un problema ideológico sino por un problema de economía.

Hasta ese momento las personas que capacitaban en VIH SIDA eran profesionales que hacían capacitación del uso correcto de los preservativos, además de todo lo que tiene que ver con el tema de salud, no sólo el método de cómo prevenirse VIH. Leonor Núñez (asesora en prevención de la salud en la Dirección de Obra Social de la Universidad de Buenos Aires -DOSUBA- y miembro de Red No a la Trata) fue una de las que armó la primer Línea Vida en el Ministerio de Salud, que lleva 20 años en prevención de VIH, pero cuando quiso presentar algún proyecto para hacer capacitación, no se le permitieron porque solamente se podía hacer para mujeres en situación de prostitucion y no tenía que haber profesionales en la capacitación. El requisito del grupo de pares, que parece muy igualitario, terminó siendo una manera de ahorrar plata, decir que se está capacitando mucho en prevención y ya vemos que no da resultado, porque el número de infectados ha crecido y sobre todo en el grupo de las mujeres.

-ANRed: Un tema importante en la trata es el poder político y económico que van de la mano.

-Sarita: Lo combatimos todo el tiempo, lo denunciamos: desde muy arriba te quieren corromper. Nosotras denunciamos como proxeneta y traficante a Pancho Dotto, uno de los capitanes en la industria de la moda. Los cástings de modelos es uno de los modos de reclutamiento, y de promoción de niñas que pueden entrar fácilmente en el negocio de la explotación sexual de alto nivel.

Hay una sola cosa que iguala a todas las personas en estado de prostitución, que es el daño. Yo hice una investigación sobre el tema y, entre mis entrevistadas, conocí a una mujer que fue servicio de acompañante del Pentágono, que tuvo todo el poder, toda la plata y todos los recursos. Está bien económicamente pero está dañada psíquicamente, igual que todas las personas que han pasado por ese tipo de situación y entra en situaciones repetitivas, siempre tiene un compañero sexual que la maltrata, que le roba, que es el tema del síndrome de Estocolmo. Esto se repite en estas mujeres y no se ha observado ese mismo síndrome en travestis en estado de prostitucion. Ahí no hay ningún estudio comparativo del por qué, pero esa situación de despersonalización, de anomia se ve más en mujeres que en otras personas en situación de prostitución.

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-ANRed: ¿Son más fuertes o más visibles las cadenas del poder político y económico en las provincias?

-Sarita: En todo el país, a cada momento, ocurren casos de trata. Lo que sucede es que algún periodista lo descubre y «se la juega». Como en el caso de Inriville, en Córdoba [1]. Por ejemplo, Miguel Durán, de La Voz del Interior, que a pesar de ser del grupo Clarín, de tener toda la promoción en su diario y de haber puesto la palabra prostituta en todas sus notas, fue una de las personas que más visibilizó el caso de las chicas y con esas notas permitió que la Secretaria de Derecho Humanos y el Ministerio del Interior aparecieran.

Todavía no sabemos cómo vamos a hacer para encontrar a las chicas, para juntarlas. No quieren apelar, por la larga distancia no tenemos como convencerlas de que si no apelan no tienen derecho a indemnización y encima el delincuente puede llegar a dar vueltas las cosas. Están muy dañadas y poco contenidas. Entendemos que ellas no quieren y el abogado de ellas, que es de oficio, no interviene mucho. Nosotros garantizamos el tema de la prensa, la visibilidad. El caso era terrible; por ejemplo, los medios sabían que Sandra tenía gusanos en la cabeza, y yo escucho el testimonio del médico que la atendió y no habla nada de esto. El fiscal les preguntó «¿Al momento de ser encontrada no tenía gusanos?». «No», fue la respuesta.

Antes de eso, cuando comenzó la declaración, una compañera le escuchó decir a él que cuando vio a Sandra lo primero que hizo fue pedir que la bañaran y después la revisó. Cuando la bañaron le quitaron los gusanos, y ahí se fue evidencia clara. Entonces cuando declara el médico no parece tan grave, y parecía mentira lo que decía la testigo acerca de los gusanos. Ahí estuvo nuestra lucha: para que aceptaran el testimonio de una psicóloga que la había asistido y eso sirvió para todo el juicio. Fue nuestra presión la que hizo que esas chicas no se comieran 20 años de cárcel.

-ANRed: Además de todas las desventajas que tiene el sistema judicial para la gente que no tiene recursos, en este caso el marco legal no ayuda.

– Sarita: ¡No! Y menos en Córdoba. Ni siquiera pudimos conseguir que nos dieran un código procesal para ver en que podíamos ayudar. Se hizo un peritaje y no había abogado que lo firmara en Córdoba, todas las «catástrofes» juntas»¦

Pero hay que seguir luchando. Siempre pongo el ejemplo de Susana Trimarco, la madre de Marita Verón. Susana participa en la Red No a la Trata. Estuvo en Buenos Aires y fue a ver a Aníbal Fernández para que la recibiera nuevamente Néstor Kirchner, porque denunció lo que sucede en La Rioja [2], y ellos le prometieron -y eso a mi me consta, en la reunión que tuve con Aníbal Fernández estaba ella- todos le prometieron cosas. Y no se están ocupando. Nadie se mete con los dueños de los prostíbulos. Lo más importante es que ella buscando a su hija encontró 92 chicas, decime si las fuerzas de seguridad del país no van a poder encontrar esa cantidad de mujeres secuestradas que hay, si una mujer sola sin recursos puede encontrar 92″¦ Ese es el mejor paradigma del tema. Mientras ella estuvo recorriendo prostíbulos en Bell Ville, yo me quedé con Micaela, la hija, de Marita.

-ANRed: Y en la ciudad de Buenos Aires, ¿qué sucede mientras?

-Sarita: Recientemente se presentaron 3 proyectos de ley en la comisión de salud para reglamentar la prostitucion en la Ciudad de Buenos Aires. Estamos peleando desde la Constitución, manteniendo la posición abolicionista en Argentina: no se pueden establecer prostíbulos. Entonces hicieron una propuesta para la libreta sanitaria. Pero les salió mal y no se hará. Es la campaña de la derecha, que vienen haciendo desde el tema del Código Contravencional, cuando metieron el artículo 81 [3], que fue para mantener la caja chica de la policía, para poder penalizar y después coimear y tener ingresos extras legitimados. Siempre la represión y la reglamentación van juntas y sirven para eso.

Un ejemplo: yo empecé trabajando el tema prostitución, además de sexualidad, desde hace mucho. Trabajé 20 años en Seguridad Social. Entonces tenía que incorporar a trabajadores al sistema, es decir que estaban en negro, los tenía que blanquear. Trabajadores rurales, cosechadores de naranja, basureros de la ciudad de Buenos Aires, y… cabarets y casas de masajes.

-ANRed: ¿Cómo fue integrar a esas mujeres a la Seguridad Social?

-Sarita: Estuve con las mujeres que laboralmente estaban en blanco, y descubro en su recibo de sueldo que no cobraban salario familiar. Me pasé noches y noches en cabarets, y nunca me traían las partidas de nacimiento de los hijos. Hasta que una compañera me dio una de las lecciones más lindas de mi vida; una mujer rubia, alta, hermosísima, que ella sola había armado el sindicato de variedades en Bahía Blanca, brava ella. Entonces me llama, y me dice «vení chiquita, ¿vos te crees que alguna de nosotras va a ser tan gila de traer la partida de nacimiento de nuestros hijos, del colegio donde va y el domicilio de donde vive? Podemos cobrar mucho salario familiar, pero te digo que nosotras estamos en situación de esclavitud.» Entonces ahí fue donde yo entendí por que no podía ser un trabajo. Esto pasó en el ’80. Ahí tenía la información y empecé a cruzar datos de quiénes eran los dueños de los prostíbulos. Encontré funcionarios del Proceso, policías, inspectores municipales. Y algunos testaferros de la Iglesia. Tenían tantos boliches que hacían una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) en cada lugar, una distinta. Karina, por ejemplo, que era uno de los cabarets más grandes de Buenos Aires, se llamaba «Corrientes 636 SRL», ¡le ponían la calle y el número para distinguir el boliche!. Por supuesto nadie escuchó mis denuncias.

Frontal y decidida, hoy Sara continúa en la lucha, ya sea en la denuncia de casos de trata o para oponerse a proyectos de ley que contengan artículos represivos, como la reciente propuesta de modificación en el Código de Faltas de la provincia de Buenos Aires, para penar a las personas en situación de prostitución y trabajadoras
y trabajadores sexuales. Pero siempre buscando que las mujeres se organicen y busquen modificar esta realidad de la trata, tan naturalizada como un negocio cualquiera.

Ernestina Arias


Notas:

[1] Caso «Puente de Fuego», cabaret de Inriville, al sur de la provincia de Córdoba. Considerado caso testigo por las organizaciones no gubernamentales que denuncian la existencia de redes activas de trata de personas en el país. En 2004, salió a la luz el drama de Sandra, una joven de 19 años que se escapó del pozo donde estaba secuestrada por la delgadez que le permitió zafar de las esposas. Se negaba a prostituirse, por lo que Jorge Luis González, ex policía y dueño del cabaret, la torturaba y mantenía encerrada en esa cueva. Betiana, Vanesa, Valeria, también fueron víctimas del proxeneta, con el agravante de que las obligaba a participar de las torturas. La justicia condenó a 14 años de prisión a González y 3 años a las chicas, por considerarlas cómplices.

[2] Susana Trimarco, madre de la desaparecida joven tucumana Marita Verón, denunció televisivamente a principios de octubre de 2006 el manejo y funcionamiento de la red de prostitución en la provincia de La Rioja, «que cuenta con la connivencia del poder político, la Justicia y la propia policía».

[3] Código Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ley N° 1.472

Titulo III Protección del uso del espacio público o privado

Capítulo II – Uso del espacio público y privado

Artículo 81 – Oferta y demanda de sexo en los espacios públicos. Quien ofrece o demanda en forma ostensible servicios de carácter sexual en los espacios públicos no autorizados o fuera de las condiciones en que fuera autorizada la actividad, es sancionado/a con uno (1) a cinco (5) días de trabajo de utilidad pública o multa de doscientos ($ 200) a cuatrocientos ($ 400) pesos. En ningún caso procede la contravención en base a apariencia, vestimenta o modales.

En las contravenciones referidas en el párrafo precedente, la autoridad preventora sólo puede proceder al inicio de actuaciones por decisión de un representante del Ministerio Público Fiscal.


Imágenes:

«Trata de blancas» de Joaquín Sorolla

«Friné o La Trata de Blancas» de Débora Arango Pérez

«Mujeres de Argel» de Eugène Delacroix


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