Temperley: el recuerdo intacto de los 30 mil en Zona Sur
Con una notable asistencia de público, la docente Patricia Rodríguez presentó el domingo pasado su libro «Las ideas no se matan», en el que recoge testimonios de familiares y amigos de desaparecidos de la localidad de Temperley, en el sur del conurbano bonaerense. Del encuentro participaron militantes, luchadores populares (entre ellos, Osvaldo Bayer) y varias integrantes de Madres de Plaza de Mayo. «Cuando Patricia cuenta la lucha de nuestros hijos desaparecidos de Temperley, está describiendo las luchas de los 30 mil desaparecidos que hay en Argentina», señaló Nadia Ricny, una de las madres que asistieron al evento. Fotos ANRed
Hay encuentros o presentaciones literarias que no salen del molde de lo común del mundo editorial: publicitar un libro para que entre rápidamente a formar parte de la lista de libros más leídos, dar a conocer nuevos autores o presentar las nuevas propuestas editoriales de alguna empresa dedicada a la literatura. Pero hay otras que consisten en presentar un libro y, a la vez, no. Ya que su propósito final no es la venta, sino dar a conocer esos trozos de memoria que dejó una experiencia traumática, para armar de este modo el complejo rompecabezas que compone la historia viva de un pueblo. Este es el caso del libro «Las ideas no se matan».
Ante la presencia de alrededor de 300 personas, se presentó ayer «Las ideas no se matan. Testimonios de familiares y amigos de desaparecidos de Temperley», de Patricia Rodríguez, en el Instituto de Lomas de Zamora. Libro en el cual la autora hace hablar a los desaparecidos de esa localidad de la zona sur a partir de los relatos y retazos de memoria de sus familiares y amigos que intentan, desde sus experiencias particulares, echar luz sobre esas vidas sesgadas por la última dictadura militar.
De la exposición participaron la autora del libro, el escritor Osvaldo Bayer, Madres de Plaza de Mayo, el docente y militante Jorge Pérez y Lilia Walsh, entre otros.
El encuentro comenzó con la lectura de los nombres de las luchadoras y luchadores sociales desaparecidos de la localidad de Temperley. Rodríguez agradeció a «todos aquellos que desde el dolor, desde la angustia, y luego de una dictadura, hoy se animan a compartir dicho dolor para convertirlo en pulsión de vida». Además, agregó que «los traumas se curan atreviéndose a mirar retrospectivamente para modificar los desaciertos que hicieron posible nuestro presente lleno de destrucción, corrupción, resignación, egoísmo e individualismo. Entender la lucha de la generación de los 70 significa retomar sus sueños de un país justo, compromiso para con el otro, sin mediar un interés personal, para que «Nunca Más» haya desaparecidos, ni jóvenes víctimas del gatillo fácil, ni trabajadores explotados, ni desocupados, ni una niñez sin presente ni, una juventud sin futuro».
Por su parte, la Madre de Plaza de Mayo Nadia Ricny expresó su reconocimiento a la autora. «Patricia describiendo la lucha de nuestros queridos hijos desaparecidos en Temperley, está describiendo la lucha de los 30 mil desaparecidos que hay en Argentina». Nadia se emocionó: «Nuestros hijos eran culpables de amor hacia el pueblo». Palabras que fueron seguidas por una ovación.
Jorge Pérez añadió, aprovechando la presentación, una denuncia: «Hay una denuncia que ha llegado a nosotros – contó – de María Cristina Saborido, porque ha sido agredido uno de sus familiares. Esta es otra de las tantas agresiones que se han visto en muchos lados – denunció – , y es parte de la ofensiva que comienza con la desaparición del albañil Jorge Julio López».
Por su parte, el historiador y luchador popular Osvaldo Bayer dijo que «los dictadores que tuvimos no sólo trataron de desaparecer a los mejores, sino que también trataban de matar a las ideas. Es increíble como se sentian dueños de la vida y de la muerte». Reflexión que luego completó trazando un paralelismo entre la forma de aplicar la represión por parte de la dictadura argentina y la forma en que lo hacía el nazismo.
Liliana- hija de desaparecidos- subió al escenario para reclamar, nuevamente, la inmediata aparición de Jorge Julio López, desaparecido ya hace cinco semanas tras testimoniar en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. La joven responsabilizó directamente al Gobierno por permitir que el aparato represivo siga funcionando.
Finalmente, Jorge Pérez reivindicó a los caídos en esa época y reafirmó la continuación de la lucha: «los compañeros que hemos estado en esa época, y que participamos por todos los medios posibles en las luchas contra la dictadura, seguimos igual. No hemos retrocedido y, además, pensamos que si nosotros claudicamos no solo estamos en falta con nosotros mismos, sino que también estaríamos echando un manto de sospecha sobre los compañeros caídos.»
Corroborando, entonces, que las ideas no se matan. La memoria y la lucha tampoco. Y que, como dijo una vez un escritor uruguayo:
«en el fondo el olvido es un gran simulacro / nadie sabe ni puede / aunque quiera / olvidar / un gran simulacro repleto de fantasmas / esos romeros que peregrinan por el olvido como si fuese el camino de santiago.
El día o la noche en que el olvido estalle salte en pedazos o crepite / los recuerdos atroces y los de maravilla quebrarán los barrotes de fuego / arrastrarán por fin la verdad por el mundo / y esa verdad será que no hay olvido. «
El acto contó con la adhesión de varias organizaciones: la Coordinadora de Docentes «Azucena Villaflor», Memorias del Sur, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas, la regional sur de ATE, CTA de Lomas de Zamora, SUTEBA de Lomas de Zamora, el Programa de Radio «Mirando al Sur», el periódico «Línea Roja», Tribuna Docente de Lomas de Zamora, «Hacha y Tiza»- Agrupación docente de Lomas de Zamora, entre otros. Estuvo presente también, la compañera del periodista Rodolfo Walsh, Lilia Walsh, quien sostuvo que se sentía muy emocionada por el «triunfo de la memoria sobre el olvido».
Luciana Bertoia
Fernando Ruffa