Marcha de Las Mujeres Originarias de Argentina «Por el buen vivir”
Ayer en horas de la tarde, se realizó la marcha de Las Mujeres Originarias de Argentina. La misma partió desde el monumento a Roca en Diagonal sur, pasando por Avenida de Mayo, con destino final en el Congreso de la Nación. Marcharon bajo la consigna «Por el buen vivir», «Cuidando nuestro derecho al buen vivir, que significa vivir en armonía con la naturaleza”. Por ANRed/ Imágenes: Adriana Alegre
Alrededor de las 16:30 hs comenzó la marcha, organizada por mujeres pertenecientes a 36 naciones de pueblos originarios. «Desde nuestros cuerpos territorios que habitamos y son habitados, y desde nuestras lenguas que dan sonido y voz a la tierra que no logra encajar en este relato de estado-nación .
Somos una fuerza creciente e instituyente, y tenemos en nuestras manos la posibilidad de unir a todos los pueblos tras un solo objetivo refundar el país, desde la reciprocidad entre los pueblos y para con la naturaleza”
Entre personalidades destacadas, contaron con la presencia de Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora, y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Perez Esquivel.
«Las empresas se establecen en nuestros territorios prometiendo trabajo, desarrollo, retirándose dejando pobreza, sobretodo dejándonos sin agua” Manifesto Analía de Puerto Pirámides en diálogo con ANRed «Cuidando nuestro derecho al buen vivir, que significa vivir en armonía con la naturaleza”
La marcha tenia el objetivo de expresar y exigir:
Derogación del código minero que desde 1986 legaliza la invasión de nuestros territorios y por ende de nuestros cuerpos colectivos atentando contra nuestra vida y la de la tierra.
La lista de mujeres indígenas asesinadas, contaminadas en territorios en conflictos con empresas multinacionales y latifundistas empresariales , va en aumento, pero no figuran en el listado de denuncia de ninguna organización . Sentimos el cuerpo- territorio por eso pedimos la prohibición absoluta de la actividad minera.
Urgente solución a la crisis hídrica : a consecuencia de la sojización, explotación minera, deforestación , fracking de las mega empresas que plantean e instalan la crisis humanitaria en las 36 naciones originarias . Al desaparecer el agua, desaparece la vida .
Exigimos la restitución de nuestros espacios sagrados a lo largo de las 36 naciones de nuestro territorio : resistimos porque ese es el legado de nuestros ancestros y nuestra espiritualidad está enraizada a nuestros territorios, sin territorio no hay espiritualidad.
Por ultimo Julian Zuniga, hijo de la activista hondureña Berta Caceres, asesinada en el mes de marzo del corriente año, dedico unas palabras a todos aquellos que han muerto luchando por un mundo mejor.
«La naturaleza es algo fundamental de este mundo, una naturaleza que nos enseña, de la cual aprendemos. Los ríos son algo fundamental, algo sagrado. Mi mama es una luchadora por la vida, por la naturaleza, porque las mujeres sean parte de la lucha que su voz sea escuchada. El hecho de luchar por los ríos, que sigan corriendo, porque sigamos escuchando a nuestras aves, que sigamos viendo nuestras montañas llenas de vida. Es por eso la asesinaron, porque para este sistema es peligroso luchar por la vida, y ella hizo eso. Pero las balas no las han alcanzado, así como no han alcanzada a los otros compañeros y compañeras, que han luchado por la vida, de manera que hoy están presentes, de manera que su corazón esta latiendo en esta lucha, que su voz es parte de la lucha de cada compañero y compañera que esta aquí presente. También están aquí presentes! En el momento que compartimos nuestras luchas. En este camino somos parte todos y todas y lo tenemos que seguir construyendo, a pesar de los gobiernos opresores, de la vinculación con los grande estados como Estados Unidos, a pesar de que las amenazas continúen, que los militares sigan disparándonos, ¡Seguimos resistiendo! Esta lucha es la esperanza del mundo, es la esperanza para nosotros, es la esperanza para la naturaleza. Es la única manera que sigamos existiendo en éste mundo. Este sistema no nos incluye, es excluyente, donde hemos sido olvidados. Nuestra lucha es nuestra única esperanza, por eso tenemos que seguir caminando, gritando, manteniendo vivas nuestras convicciones. ¡Nuestros compañeros y compañeras asesinadas seguirán presentes!”