13/10/2006

A un año de la Masacre de la cárcel de Magdalena

escr9b.jpgEl 16 de octubre se cumple un año de la Masacre de Magdalena, cuando 33 presos murieron por un incendio que se inició después de que efectivos policiales atacaran a los encarcelados con balas de goma y perros entrenados. Hoy, a las 12:30, frente a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires en La Plata, habrá un acto convocado por la Coordinadora por la Represión Policial e Institucional (Correpi).


Por Correpi

El 16 de octubre del año pasado, 33 presos del pabellón de conducta de la cárcel de Magdalena murieron como consecuencia de un incendio iniciado después que el personal penitenciario atacara a los internos con disparos de balas de goma y perros entrenados. De ellos, 30 eran procesados sin condena por delitos contra la propiedad.

Mientras tanto, centenares de policías imputados por delitos contra las personas como homicidio o torturas y hasta torturas seguidas de muerte y, en algunos casos, condenados en juicio oral, están en sus casas, excarcelados, con arresto domiciliario u otras formas morigeradas de la detención que nunca se aplican a los pobres sin uniforme. Después los opinólogos se preguntan porqué hay motines y huelgas de hambre como la de la semana pasada.

Casi un año después, los fiscales Delucis y Di Gregorio pidieron la detención de 15 funcionarios del servicio penitenciario bonaerense, entre ellos oficiales con rangos que van de Inspector General a Prefecto Mayor, y subalternos. Entre los detenidos está el secretario de la Unidad, Raimundo Fernández; el encargado de turno, Jorge Marti, y la segunda jefa de guardia, María del Rosario Roma. Trece de los imputados ya fueron detenidos e indagados, mientras que otros dos se profugaron.

La demorada decisión judicial, ordenada por el juez de garantías Atencio, tomó en cuenta las múltiples evidencias que desde hace meses permitieron tener por probado que los internos no fueron socorridos deliberadamente por los penitenciarios, al punto que los únicos sobrevivientes del pabellón fueron salvados porque sus compañeros del pabellón lindero lograron hacer un boquete en la pared por donde los sacaron.

Los detenidos de otros sectores de la cárcel acusaron al personal penitenciario de cerrar con candado la puerta del pabellón ya comenzado el incendio. También denunciaron que los extintores se hallaban todos vacíos y sólo sirvieron para romper la pared.

Los 33 presos asesinados en Magdalena son una pequeña parte de la cotidiana cuota de muertes en cárceles y comisarías, que en su mayoría quedan impunes. Sólo como ejemplo, dos meses antes de la masacre de Magdalena, tres presas murieron y otra quedó gravemente lesionada después de dos incendios sucesivos en la cárcel de mujeres de Los Hornos. Sandra Rodríguez (18) y Alejandra Moya (25) murieron en el primer hecho, el 12 de julio de 2005. Más de media docena de testimonios de sus compañeras acreditan que por más de 40 minutos agonizaron en el calabozo en llamas sin recibir ayuda. Noelia Hartuving murió en similares circunstancias apenas un día y medio después, en los «buzones». Es notable que este segundo hecho ocurrió mientras personal de la secretaría de DDHH provincial estaba en la unidad, supuestamente investigando el primer hecho, y ni siquiera se enteraron de lo que estaba pasando bajo sus narices.

En un tercer hecho inmediato resultó quemada, aunque salvó su vida, una cuarta interna. Estas coincidencias hicieron que el defensor general de la provincia, Dr. Coriolano, ordenara que las tres causas tramitaran en conexidad. Pese a los testimonios ya aludidos, y a que se probó también que en todo el año 2005 no se recargaron los matafuegos de la unidad aunque había una empresa contratada para ello, ninguna medida se ha tomado contra los funcionarios penitenciarios. El dato final es que estas causas por las muertes en la cárcel de Los Hornos tramitan en la misma fiscalía que la causa de Magdalena.

Hoy, próximo al primer aniversario de la Masacre de Magdalena, habrá un acto frente a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires en La Plata a las 12:30.



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