17/04/2016

México: El silencio de 332 mil acosos

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De acuerdo a la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED), en 2014 hubieron más de 625 mil casos de violencia sexual en contra de jóvenes en México y más de la mitad fueron acosos en contra de mujeres. Sin embargo, el Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP) abrió en total sólo 32 mil 148 averiguaciones previas para delitos sexuales ese año. Por José Merino y Alexis Cherem


La magnitud de la violencia en contra de las mujeres se hace aún más obvia en el constante silencio que la acompaña. Los delitos sexuales están subreportados y las averiguaciones previas no están divididas en sexo o edad, o delito específico. Vamos, no es siquiera posible encontrar datos específicos sobre feminicidios.

Es desde el propio sistema de justicia penal que se promueve un espacio enorme de victimización y silencio.

En el caso de violencia sexual, de acuerdo al INEGI, la cifra negra de delitos que incluyen a los de este tipo es de 94%.[1] El sub-reporte sistemático de delitos sexuales en contra de las mujeres, hace aun más necesario un estudio extensivo de la realidad que la acompaña. Es por eso que quisimos publicar una serie de cuatro publicaciones especiales sobre datos de violencia en contra de las mujeres.

Esta es la primera, y en ella buscamos entender la magnitud y los patrones que acompañan a delitos sexuales distintos a la violación. En las siguientes semanas trataremos el tema de violación, desaparecidas y feminicidios para intentar llenar una parte de este silencio con datos que les den una pequeña voz a todas esas mujeres que fueron acosadas, violadas, desaparecidas, asesinadas y de una u otra forma, eventualmente silenciadas.

Lo poco que sabemos de los pocos que reportan

Hay comúnmente dos caminos para medir delitos sexuales en México: el primero es el análisis del número de averiguaciones previas reportadas por el Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP); y el segundo, es por medio de encuestas de victimización.

El problema con los datos de averiguaciones previas es primero, como ya se dijo, su enorme cifra negra. Muy poca gente reporta delitos sexuales. Pero además de los datos que sí se reportan, el SNSP solamente publica agregados por municipios y año «“ es decir, no desagregan por sexo, edad u otras condiciones importantes del delito. Además, ya que la información es reportada por las Procuradurías de Justicia y Fiscalías Generales de cada entidad federativa, con Códigos Penales distintos, la información no es necesariamente consistente entre entidades del país.
En el caso de delitos sexuales, el SNSP los divide en tres categorías: Delitos sexuales (violación), estupro y otros sexuales. La categoría de «otros sexuales”, no definida claramente por el Secretariado, probablemente incluye abuso sexual en la mayoría de los estados, sin embargo dependiendo de cada Código Penal, podría o no incluir delitos como hostigamiento o acoso, entre otros. Aquí nos enfocamos en las categorías de «estupro” y «otros sexuales”, e incluimos datos de violación, tema de la siguiente entrada, en algunos casos simplemente para dar contexto.

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En 2015 la tasa de averiguaciones previas de otros delitos sexuales fue de 11.9 por cada 100 mil habitantes y de estupro de 1.3 «“ es decir, se abrieron 16 mil 418 casos de delitos sexuales distintos a la violación «“ mil 655 de estupro y 14 mil 763 de otros delitos sexuales.

En general, desde 2011, la tendencia de reportes de delitos sexuales ha ido a la baja «“claro, esto puede significar o menos delitos o menos reportes de éstos.

La tendencia negativa no es generalizada para todo el país: Hay 11 estados con tasas de averiguaciones previas de otros delitos sexuales más altas en 2015 que en 2011. Los más extremos, con cambios porcentuales en sus tasas de averiguaciones previas por otros delitos sexuales de más de 50%, fueron: Guanajuato con un crecimiento de 95% (de 692 casos en 2011 a 1347 en 2015); Morelos de 94% (251 a 487); Oaxaca con 92% de crecimiento (205 a 394 casos); y Chihuahua, 60% (con 798 en 2011 y 1273 en 2015).

En el caso de estupro también son 11 estados los que han experimentado tendencias positivas en sus tasas de averiguaciones previas. Los casos con crecimientos porcentuales por arriba de 50% son: Oaxaca con 212% (26 a 81 casos); Nuevo León, 171% (87 a 236 casos); Querétaro, 100% (8 a 16 casos); y Yucatán, 59% (con 22 casos de estupro en 2011 y 35 en 2015).

Igual que con reducciones en tasas de averiguaciones previas, los incrementos se pueden deber o a una subida en los delitos o a una mejora en las instituciones, y por ende a más reportes de éstos.

Del otro lado están aquellos estados con decrecimientos en sus tasas de delitos sexuales: Sinaloa, Campeche, Colima, Jalisco y el estado de México han visto caídas de más del 50% en sus tasas de otros delitos sexuales. Y en tasa de estupro los estados que vieron caídas de esta magnitud fueron: Jalisco, Colima, Campeche, DF, Hidalgo, Tabasco, San Luis Potosí y Michoacán.

A nivel municipal de 2457 municipios, en 505 (casi el 21%) hubo un crecimiento en la tasa de averiguaciones previas por otros delitos sexuales, y en 282 municipios (casi 12%) hubo un crecimiento en la tasa de estupro. Es decir, en la mayoría de los municipios se observaron caídas en las tasas de estos delitos, sin embargo existen casos como Ayala, Morelos, municipio con un caso de otros delitos sexuales en 2011 y 16 casos en 2015 (cambio porcentual de 1418%); o Cuautlancingo, Puebla, que pasó de un caso en 2011 a 13 en 2015 (incremento de 1039%). Del otro lado, en 184 municipios se redujo en 100% la tasa de averiguaciones previas de otros delitos -el caso más extremo de esto es Mazatlán, Sinaloa, que tuvo 37 averiguaciones previas por otros delitos sexuales en 2011 y cero en 2015.

En el caso del Distrito Federal la tasa de otros delitos sexuales ha caído en -34.8% entre 2011 y 2015 (2575 y 1679 casos, respectivamente) y la de estupro en -72.4 (29 y 8 casos).

En lo que llevamos del 2016, en el DF ya van reportados 267 casos de otros delitos sexuales y 4 de estupro «“por lo que si la tendencia de delitos sexuales se mantiene igual el resto del año, esperaríamos terminar con 1602 y 24 casos de cada categoría. Sí, una caída con respecto al 2015, sin embargo una caída mucho menor a la vista en años anteriores -por ejemplo, entre 2014 y 2015 la tasa de otros delitos sexuales pasó de 20.6 a 18.9 (1829 a 1679 casos), mientras que de 2015 a 2016 la caída sería solo de 18.9 a 18.1 (1679 a 1602 casos totales).

A nivel delegación, Cuauhtémoc, con 44.9 averiguaciones previas de otros delitos sexuales por cada 100 mil habitantes en 2015, tiene la tasa más alta. Los 234 casos de esta delegación representaron el 9% de los casos de la capital el año pasado.

Claro, Cuauhtémoc tiene dos de las seis Agencias del MP Especializadas en Delitos Sexuales. Esto podría ser parte de la explicación «“al tener una Agencia Especializada se esperaría un incremento en el número de denuncias de este tipo. Lo mismo podría explicar que Venustiano Carranza tenga una tasa de casi 24 (99 casos), posicionándolo como la tercera delegación con mayor tasa de otros delitos sexuales. Sin embargo, no es el caso para Gustavo A. Madero que tiene una tasa de 16 (198 casos), y Álvaro Obregón e Iztapalapa con tasas de 15 (111 casos y 270 casos, respectivamente), delegaciones con Agencias Especiales y tasas más bajas que muchas otras partes de la ciudad.

Las otras 600 mil

De acuerdo a la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED), en 2014 hubieron 625 mil 070 personas de entre 12 y 29 años de edad que fueron víctimas de agresión sexual «“ 460 mil 904 de acoso y 164 mil 166 de violación.

625 mil, número alarmante por sí solo, se empeora cuando vemos que el SNSP reporta solamente 32 mil 148 averiguaciones previas por delitos sexuales (incluyendo violación, estupro y otros delitos sexuales). A pesar de que en las averiguaciones previas a veces existe más de una víctima, podemos asumir que solo cerca del 5% de las víctimas de violencia sexual identificadas por la ECOPRED han ido a denunciar el delito, especialmente considerando que éstas víctimas en muchos casos sufren más de una agresión.

El SNSP no distingue entre sexo y edad, pero la ECOPRED sí. En esta encuesta se calcula que casi 461 mil jóvenes de 12 a 29 años, cerca del 5% del total de este grupo, han sido víctimas de acoso sexual. De éstos, el 72% fueron mujeres (332 mil 363) y el 28% hombres (128 mil 541).

La gran mayoría de las mujeres acosadas, 44.2% del total o 146 mil 818 víctimas, fueron agredidas por un desconocido; el 18%, 62 mil 909 mujeres, fueron acosadas por un amigo o familiar conocido; el 12.6%, casi 42 mil mujeres, por un conocido en su escuela; el 12%, 39 mil 870 en total, por un conocido de vista; el 10.3% por su pareja (34 mil 117); el 5.1%, casi 17 mil mujeres, por un integrante de su hogar; y el 3.4% (11 mil 289), por un conocido en el trabajo. Además 30 mil 362 (o 9.1%) de las mujeres que reportaron un acoso sexual en la encuesta respondieron que no sabían o no querían responder a la pregunta de quién las agredió.

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Los matices por edad son también reveladores: mientras que las niñas de 12 a 14 años reportaron ser acosadas por algún conocido, el 59% de las mujeres de 18 a 24 años dijeron que su agresor fue un desconocido. Además, las niñas de 12 a 14 años sufren el mayor porcentaje de acosos por compañeros de escuela (28.4%), este porcentaje decrece a edades mayores, y en su lugar predominan los acosos por parte de amigos y familiares cercanos -el 25% de las mujeres de 15 a 17 años y el 13% de las mujeres de 18 a 24 años fueron acosadas por agresores identificados en esta categoría.

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De las más de 332 mil víctimas de acoso, el 39.8% dijo que fue agredida en la calle; el 26.7% dijeron que fueron acosadas en algún otro lugar; el 12.7% en la escuela; el 12.1% en un lugar público; otro 12% en su casa; y el 3.5% en su trabajo. El 12.3% o no respondió o dijo no saber el lugar del acoso.

No es sorprendente que de aquellas mujeres acosadas por un desconocido, la gran mayoría (66.17%) fueron agredidas en la calle, seguido de lugares públicos (21%) y de otros lugares (22%). Entre las que reportaron a su acosador como alguien conocido, el 34.1% también dijeron que fueron acosadas en otro lugar, el 25.46% en la calle, el 22.4% en su escuela y el 21.8% en su casa. Y de las mujeres que no quisieron o no pudieron identificar a su agresor, el 70.9% tampoco quiso o pudo identificar el lugar del acoso sexual «“se puede pensar que probablemente el silencio en estos casos se deba en gran medida a que las víctimas no quisieron dar detalles del delito (y no a que no sabían ni el lugar ni la identidad de su agresor); sin embargo es imposible saber en qué casos las mujeres en realidad no sabían ni quién, ni en dónde fueron agredidas.

Terminamos con el tipo de hogar en donde habitan las jóvenes que fueron acosadas sexualmente: Sí, la mayoría de las víctimas vivían con ambos padres, sin embargo la mayoría de los jóvenes están en esta situación. De hecho, las proporciones de mujeres que reportaron ser acosadas por tipo de hogar van de acuerdo a las de la población que no fue acosada, indicando que probablemente no hay un patrón claro de acoso sexual conectado al tipo de hogar en el que viven las mujeres.

Sólo en el caso de hogares con ambos padres, el porcentaje de mujeres acosadas (6.24% del total de mujeres que viven con sus dos papás) es menor del que se esperaría dada la cantidad de mujeres viviendo en esta situación.

El primer paso

Los datos de delitos sexuales distintos a la violación nos dan una primera pista de lo interminable que es el problema «“no solo por la cantidad de mujeres que reportan ser víctimas de acoso sexual en encuestas como la ECOPRED, si no por la disparidad que hay entre estos números y la cantidad de averiguaciones previas por delitos sexuales. Cada dato de violencia en contra de las mujeres puede ser parte del mapeo del problema, y como consecuencia de la generación de soluciones. Éstos datos pueden ser el comienzo en el arduo camino de regresarles la voz a todas las mujeres violentadas en México.

Hoy, una cosa queda clara, cuando a una mujer la agreden o la acosan, el Estado no existe. Ni como espacio de protección; ni como autoridad de castigo; vamos, ni como documentador de casos.

[1] La ENVIPE agrega en la categoría de «otros delitos” a: secuestro o secuestro exprés, delitos sexuales, tales como hostigamiento, manoseo, exhibicionismo, intento de violación y violación sexual.

Los datos de Incidencia Delictiva del fuero común se descargaron de la página del SNSP y los microdatos de la ECOPRED 2014 de la página del INEGI.

Para descargar las bases procesadas que se usaron en este trabajo da clic aquí .

José Merino (@PPmerino)
Alexis Cherem (@lexielex)
http://www.animalpolitico.com/



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