Multitudinaria movilización a 40 años del Golpe y fuerte repudio a Obama
Hubo movilizaciones en todo el país para conmemorar el 40 aniversario de la dictadura cívico-eclesiástica-militar que se inició el 24 de marzo de 1976 y para reivindicar a los 30 mil militantes detenidos-desaparecidos. En la Ciudad de Buenos Aires hubo dos marchas – una de los sectores kichneristas y otra del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia – en las que más de cien mil personas colmaron las calles del centro porteño, en una movilización marcada por el fuerte repudio a la visita en Argentina del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. También se rechazaron las políticas de ajuste, los despidos, el protocolo contra la protesta social y el acuerdo con los fondos buitres que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. Por ANRed – Imágenes: ANRed / Redes Sociales. Imágen de tapa: Sebastián Baracco / Video: Antena Negra TV
Desde la mañana empezaron los preparativos de lo que fue una impresionante concentración en la Cuidad Autónoma de Buenos Aires (se estima que participaron más de cien mil manifestantes) para conmemorar el 40° aniversario del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 y repudiar la visita del presidente norteamericano Barack Obama, quien potenció la convocatoria, debido a la polémica fecha que acordó con el presidente Mauricio Macri para arribar al país.
Mientras, en el resto del país, se sucedían marchas que movilizaron a miles de personas conmemorando una jornada histórica. En Córdoba unas 55 mil personas ocuparon la ciudad capital. En Rosario otras 30 mil personas se concentraron en el monumento a la bandera. En Mar del Plata 5 mil, y en Neuquén se contabilizaron 8 mil manifestantes. En tanto, en San Carlos de Bariloche, donde en ese momento se encontraba el mandatario norteamericano un millar de personas llegó hasta la plaza del centro cívico para repudiar su presencia.
En Buenos Aires, dos marchas
Mientras se aproximaba el mediodía en las calles de la capital, las calles dejaron de estar transitadas por vehículos y fueron dando paso a las miles de personas que llegaban en micros, en autos, caminando o en transportes públicos. Las convocatorias fueron varias. Las agrupaciones cercanas al kirchnerismo comenzaron a concentrar al mediodía sobre el cruce de las avenidas 9 de julio y Avenida de Mayo. Banderas y volantes comenzaban a invadir el ambiente familiar que resaltaba con una fuerte impronta juvenil propiciando cantos contra el actual gobierno.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo, junto con invitados, se desplazó desde la Universidad Popular Madres de la Plaza de Mayo a las 14 arriba de un micro de turistas, desde el cual se divisaba a Hebe de Bonafini junto a los ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández, como Guillermo Moreno y Aníbal Fernández. En ese transporte llegarían luego a la Plaza de Mayo, para realizar el acto central.
Allí se encontraba otra parte de los organismos de derechos humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo e H.I.J.O.S, junto con diversas organizaciones sociales y políticas kichneristas, que partieron de la calle Piedras y Avenida De Mayo para marchar hacia la Plaza. Luego, un poco más tarde, personalidades como Estela Carlotto (de Abuelas), Taty Almeyda (de la Asociación ) y Horacio Pietragalla (H.I.J.O.S) encabezaron el acto en Plaza de Mayo, seguidos por decenas de periodistas que buscaban tomar imágenes.
En el tramo central del documento leído en esta primera marcha se remarcó: «En estos primeros 100 días de gobierno, nuestra democracia retrocedió demasiado: con decretos de supuesta necesidad y urgencia, se violentaron leyes e instituciones, como la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el Congreso de la Nación, cuando se intentó imponer a dos jueces de la Corte. La necesidad y urgencia que los corría era la de desarmar el país que teníamos, integrado a la Patria Grande y con un Estado para el pueblo. Lo cambiaron por un país entregado a las corporaciones y con un Estado de espaldas al pueblo, con lógicas empresariales y el vaciamiento de políticas sociales fundamentales para garantizar derechos».
Asimismo, reivindicaron al anterior gobierno y su política en materia de derechos humanos: «con la continuidad y profundización de las Presidencias de Cristina Fernández, llegamos a estos 40 años del Golpe con más de 660 genocidas condenados, 119 identidades restituidas, más de 130 ex centros clandestinos señalizados y 35 espacios de memoria puestos en funcionamiento. La Memoria, la Verdad y la Justicia ya no son un imposible: son una de las victorias que vamos a seguir defendiendo a diario».
El kichnerismo bloqueó la entrada a organismos de DDHH, otra vez
Por otro lado, llegadas las 15, en el Congreso, el «Encuentro Memoria, Verdad y Justicia», junto a una gran cantidad y diversidad de organizaciones sindicales, estudiantiles, culturales, de géneros, medios alternativos, y partidos de izquierda, comenzaron a formar una inmensa columna encabezada por las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Elia Espen, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elsa Pavón, el historiador Osvaldo Bayer, el premio Nóbel de la Paz Peréz Esquivel y diputados del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), entre otras personalidades destacadas. Las consignas plasmadas en algunas banderas remarcaban: «A 40 años del Golpe genocida seguimos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy”. O repudiaban: «Contra la teoría de los dos demonios. No a la reconciliación”. También se expresaban contra las nuevas políticas impulsadas por el gobierno de Macri: «Contra la criminalización de la protesta. No al protocolo represivo. Derogación de las leyes antiterroristas.”
Las pancartas en alto, a lo largo de toda la Avenida de Mayo, imprimían a la tarde un sinnúmero de consignas, esta vez, no solo recordando a las víctimas de la dictadura sino también condenando las políticas de la actual gestión: «No a los Fondos Buitres”, «Basta del protocolo anti-protesta” y «Obama Go Home”. Sobre la multitud de gente se desplazaba la histórica bandera que llevaban familiares con los rostros de los desaparecidos.
También diversos grupos culturales se manifestaron con performances e intervenciones callejeras temáticas conmemorativas. Grupos de danza, como el Colectivo Fin de un Mundo realizaron a lo largo de toda la marcha encabezada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, sus características coreografías y teatralizaciones. También, detrás de la cabecera de la columna dijeron presente las murgas y grupos de candombe, que hicieron resonar los bombos, platillos, redoblantes y tambores, en una tarde colorida, haciendo honor a la consigna de «Luchar con alegría».
La historia se repitió nuevamente. Como sucede en las últimas marchas de los 24 de marzo desde que el kirchnerismo (en ese momento, en el gobierno) decidió romper lo que históricamente fue una marcha unitaria en repudio al Golpe, esta vez los familiares y organismos de DDHH nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia tuvieron que sufrir otra vez el bloqueo del acceso a la Plaza de Mayo en la Avenida de Mayo, ya que las columnas kirchneristas no se mostraban dispuestas a avanzar, en un claro nuevo intento de apropiación simbólica de la jornada. Al parecer, parece primar una lógica donde se pretende instalar que hay organismos de derechos humanos de primera y de segunda.
Debido a eso, la columna tuvo que desviarse por la 9 de Julio y entrar por Diagonal Norte, lo cual retrasó su ingreso casi una hora más.
Ya comenzaba a anochecer, y las columnas de organizaciones sindicales, los centros de estudiantes, organizaciones políticas, sociales, de géneros y culturales comenzaron a ingresar a la Plaza de Mayo que estaba colmada de gente. Hubo algunos roces entre algunas agrupaciones políticas de las diferentes convocatorias, pero todo transcurrió con tranquilidad.
Al llegar a la Plaza de Mayo las organizaciones que conformaron el «Encuentro Memoria Verdad y Justicia» leyeron el documento único acordado, donde se repudió la visita en Argentina del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, además de rechazaron las políticas de ajuste, los despidos, el protocolo contra la protesta social y el acuerdo con los fondos buitres que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri.
«Los juicios a los genocidas son una conquista extraordinaria de la movilización popular y no de ningún gobierno»
«Estamos aquí para repudiar la presencia de Barack Obama, presidente de la principal potencia imperialista, responsable del sufrimiento de millones de personas en el mundo y también del pueblo argentino – comenzaba el documento del EMVyJ, leído por la periodista Liliana Daunes – Estamos aquí, frente a un nuevo gobierno, el de Macri con su política de ajuste, entrega y represión y su
planteo de «reconciliación”, contrario a la memoria, la verdad y la justicia.
Repudiamos, a 40 años del golpe, a la dictadura que, a costa de la sangre de nuestro pueblo, impuso la entrega y el endeudamiento, la explotación y el hambre».
El documento también realizó un balance del gobierno de Mauricio Macri: «A 40 años, estamos ante un nuevo gobierno. Macri, en los primeros 100 días, ha marcado una clara direccionalidad de su política: Ministerios cubiertos por gerentes de grandes empresas y bancos. Ajuste, con despidos, tarifazos y más inflación. Entrega, con el arreglo con los fondos buitres. Todo para los de arriba, nada para los de abajo».
Asimismo, rescató la lucha acumulada: «Hoy se cumplen 20 años de la conformación del Encuentro Memoria verdad y justicia, verdadera multisectorial independiente de los gobiernos y referente fundamental en la lucha contra la impunidad de los genocidas , contra la represión y la criminalización de la protesta, por la vigencia de las libertades democráticas».
En un tramo se diferenció de la marcha de sectores kichneristas, al hacer un balance del avance de las causas por crímenes de lesa humanidad: «Los juicios a los genocidas son una conquista extraordinaria de la movilización popular y no de ningún gobierno. Hemos logrado que se realicen juicios en diferentes lugares de nuestro país. Sin embargo, el resultado es de sólo 662 condenas. En muchos casos se repiten los condenados. Es el caso de Luciano Benjamín Menéndez, quien ya tiene en su haber más de 16 sentencias. Si consideramos que hubo más de 600 Centros Clandestinos de Detención, a lo largo y ancho del país, las condenas alcanzan apenas la proporción de poco más de un genocida por campo de concentración. Los juicios a los genocidas se desarrollan a cuentagotas, de manera fragmentada, la mitad de los genocidas condenados, hoy gozan de prisión domiciliaria«, denunciaron desde el EMVyJ, y agregaron: «Los socios y cómplices civiles de la dictadura – empresarios, jueces, políticos – permanecen impunes. De la misma manera que los crímenes de la Triple A y de las otras bandas fascistas. Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que disponían de los recursos políticos para agilizarlos, no lo hicieron y así en cada uno de estos juicios nos enfrentamos a un aparato judicial que actúa como garante de la impunidad».
«Denunciamos que el Estado continúa ocultando los archivos de la dictadura militar. La desclasificación prometida fue una farsa – denunciaron – Los documentos difundidos por el Ministerio de Defensa eran ya conocidos o directamente irrelevantes. Exigimos la apertura de todos los archivos de las Fuerzas Armadas y de Inteligencia, y de la Iglesia Por otra parte, el kirchnerismo se negó a tratar los indultos, declarados inconstitucionales tiempo después por la Corte Suprema de la Nación. El Estado no aportó ni una sola prueba contra los represores: los juicios se sustancian exclusivamente con el testimonio y el aporte de sobrevivientes y familiares.”
El histórico acto culminó con el clásico grito: «Más que nunca, 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, ¡Presentes! Ahora y Siempre» .
Leer Documento Completo del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, a 40 años del Golpe