Corremos para no olvidar
A partir de las 8.30 se corrió la 15° Carrera de Miguel, organizada como todos los años por el Gobierno de la Ciudad, en recordación del atleta Miguel Sánchez, desaparecido en enero de 1978 por la dictadura cívico-militar-eclesiástica. Más de 2 mil personas se dieron cita en las calles Miguel Sánchez y Av. del Libertador, para participar de la misma, con largada a las puertas del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD). El Gobierno de la Ciudad se encarga de ocultar al no difundir en el ámbito de la Ciudad esta carrera, al querer invisibilizar la figura de Miguel Sánchez, como lo hizo dos años atrás, al poner una silueta en los afiches con la foto de Miguel, o cambiando, para resignificar la historia, la consigna que siempre llevó esta carrera: «CORREMOS PARA NO OLVIDAR” por «La meta es no olvidar”. Por Luis Enrique Angió, de «Otras Voces, Otras Propuestas».
Una carrera que comenzó a organizarse en 2001 en Buenos Aires, luego de conocerse en Argentina que un periodista italiano, Valerio Piccione, había leído la historia que otro periodista argentino, Ariel Schaer, había escrito sobre Miguel Sánchez.
Valerio se lanzó por las calles de Roma junto a unas mil quinientas personas un 9 de enero del año 2.000. La misma fecha que Miguel fue secuestrado y desparecido luego de haber participado en la maratón de San Silvestre, en San Pablo, Brasil. En Roma todos los años en el mes de enero se corre «la Corsa di Miguel».
Ariel Schaer contó la vida de este atleta, militante social que trabajaba de ordenanza en la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Desde ese entonces a lo largo y ancho de Argentina, decenas de «Carreras de Miguel” se corren en homenaje a Miguel Sánchez, por ser ya un símbolo de aquel deportista que fue detenido-desaparecido por la dictadura.
Solo que Miguel no es sólo Miguel. En el transcurso de los años se fue conociendo que otras y otros deportistas fueron detenidos-desaparecidos, no por su actividad deportiva, sino porque además de eso, eran personas que trabajaban y/o militaban en distintas organizaciones junto a los más desposeídos de esta sociedad, dando su apoyo y destinando horas de sus días por los otros.
Como dijo Martín Sharples, un corredor que desde la primera carrera de Miguel participa con su silla de ruedas: «cuando se conoció la historia de Miguel, él era el único atleta desaparecido. Después se conoció la historia de un tenista y profesor, Daniel Schapira; de Adriana Acosta, jugadora de hockey sobre césped, (la cancha donde entrenan Las Leonas en el CENARD lleva su nombre); también se conoció la historia de los veinte jugadores de rugby de un club de La Plata, que después fueron treinta y uno, después fueron cincuenta y dos, y ahora se están investigando más de doscientos jugadores de rugby desaparecidos«.
A cuarenta años de ese siniestro golpe cívico-militar-eclesiástico todavía queda por sacar a la luz la historia de vida y de lucha de tantos deportistas detenidos-desaparecidos, que se empeñan en ocultar.
Como el Gobierno de la Ciudad se encarga de ocultar al no difundir en el ámbito de la Ciudad esta carrera; al querer invisibilizar la figura de Miguel Sánchez, como lo hizo dos años atrás al poner una silueta en los afiches con la foto de Miguel, publicitando esa carrera, haciéndolo desaparecer una vez más. O como lo hizo en esta última edición, donde esa foto tiene la imagen en negativo de Miguel Sánchez. O cambiando, para resignificar la historia la consigna que siempre llevó esta carrera: «CORREMOS PARA NO OLVIDAR” por «La meta es no olvidar” que está estampada en las remeras que repartieron a los corredores, donde «casualmente” no se menciona el número de carreras que se han desarrollado hasta el día de hoy. (ver fotos).
Martín Sharples concluyó denunciando a Darío Lopérfido, quien dudo de los treinta mil desaparecidos en recientes declaraciones, Y responsabilizándolo políticamente por haber sido parte del gobierno de la Alianza, gobernada por Fernando de la Rúa, cuando en el 2001 grandes movilizaciones populares salieron a reclamar por sus derechos y por pedir justicia, y se cobraron la vida de 39 personas asesinadas por la represión policial.
Por último Martín le ofreció el trofeo obtenido en esta competencia a Darío Lopérfido, «ya que parece que no quiere renunciar, para que vea todos los días este trofeo, donde están Miguel, los más de doscientos atletas desaparecidos y los treinta mil que el desconoce”.
Martín concluyó su discurso como todos los años, gritando con los presentes: ¡MIGUEL SÁNCHEZ Y 30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS – DESAPARECIDOS, PRESENTE!
Link con la intervención de Martín Scharples
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