Una impronta disidente y feminista
Los días 7 y 8 de marzo se llevó a cabo una jornada de lucha que demostró el potencial político de la confluencia entre el movimiento feminista y la comunidad LGTTTBIQP, a partir de la coordinación que alcanzaron los espacios que nuclean a ambos sectores. Por ANRed / Fotos: @Ale Alejin Chavez
(…) Para cuándo XX o XY dejaran de ser las ecuaciones biológicas que nos determinan.
Para cuándo el orden de los factores no altera el producto.
Para cuándo el orden de sentirse mujer, mañana varón, pasado nada, no altera el producto («¦).
Malabarista de palabras.
«Huelga permanente al heteropatriarcado” fue la consigna que unificó la jornada de lucha y visibilización de los días 7 y 8 de marzo, en la que definieron confluir la Campaña Nacional Contra las Violencias, la Coordinadora anti represiva Lgtttbiqp y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la ciudad de La Plata. Coordinación que nace a partir de encontrarse e intervenir por separado, pero esta vez decidieron empezar a aunarse y construir todos/as juntos/as y enfrentar al patriarcado con más fuerza.
A principios de este año empezaron a juntarse, compañeros/as de las distintas organizaciones que intervienen en las campañas y en la coordinadora, a caracterizar la coyuntura actual, los espacios en los que estaban, cómo intervenían hacia afuera para defender sus derechos y reivindicaciones. Para así pensar una estrategia de acción frente a la violencia y criminalización que los/as atravesaba a todos/as de la misma forma y que el enemigo era ese mismo sistema.
En este sentido, encontraron la posibilidad de iniciar materialmente esta coordinación al acercarse el 7 (día de la visibilización lésbica) y 8 (día de la mujer trabajadora) de Marzo. Y a partir de allí empezaron a idear diferentes opciones para visibilizar y entremezclar las dos fechas, en donde el movimiento de mujeres y la comunidad Lgtttbiqp fueran juntas. De modo que las actividades tuvieran una impronta disidente y feminista, diferente a las producciones e intervenciones que cada espacio había realizado en años anteriores de forma separada.
En virtud de ello, armaron una jornada de lucha y visibilización de dos días, en la que se juntaron y enredaron ambas fechas. Así, el lunes arrancaron con una peatonal en la Plaza San Martin, en donde había guirnaldas con diferentes consignas, juegos, mesas con publicaciones, esténcil para todos y todas, serigrafías queers, tortillas, radio abierta y el recital en vivo de La Negra Liyah. Luego, el martes marcharon en bloque como campañas y coordinadora, en la que intervinieron e interpelaron con consignas propias.
De esta forma, los carteles remarcaban: Basta de despidos, ajuste y represión; por todos los derechos de las mujeres trabajadoras; basta de trabajo precario; basta de persecución y criminalización del colectivo LGTTTBIQP; exigimos travajo Ya. Implementación del cupo laboral trans; ley de reparación histórica a la comunidad travesti y trans; no a la heterosexualidad obligatoria; Justicia por Diana Sacayán y todas las travestis y mujeres asesinadas; NI UNA/O MENOS ¡Basta de violencia machista, de femicidios, y de travesticidios; que se reglamente toda la ley 26.485 y se le asignen recursos para implementarla; casa- refugio, subsidios para las víctimas, atención psicológica y jurídica gratuita, vivienda digna, etc; exigimos implementación y presupuesto para la ley de emergencia en violencia de género en el país y en todas las provincias; aborto legal, seguro y gratuito (Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal en el hospital).
Este fue el inicio de la construcción de lazos más fuertes, poder seguir estando en las calles y defender con alegría y más fuerza las reivindicaciones de los tres espacios, pero esta vez todos juntos, celebrando todas las disidencias.