Las alas del deseo
En el día por el «Derecho al aborto, en América Latina y el Caribe», diversas organizaciones se movilizaron al Congreso. La marcha se enmarca en la «Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito». Se estima que en nuestro país se hacen 800 mil abortos clandestinos al año, en los cuales mueren más de 500 mujeres. De esta cantidad de victimas la mayoría son mujeres pobres. Mueren por carecer de recursos para ir a un profesional cuando quieren interrumpir un embarazo inesperado; cuando no hay posibilidad de elegir entre la maternidad forzada, una practica quirúrgica sin las condiciones mínimas de salubridad y los métodos primitivos disponibles: agujas de tejer, sondas o golpes en la panza.
Fotos: Gisela / SUB Cooperativa de Fotógrafos.
Desde el 28 de mayo de 2005, más de cuatrocientas organizaciones sociales, y políticas impulsan una campaña para exigirle al Estado la despenalización y legalización del aborto, en todo el país. El lema del espacio es «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir».
En este marco, y en conmemoración del día por el Derecho al aborto, en América Latina y el Caribe se realizaron dos marchas; una partió desde Plaza de Mayo y la otra desde el Ministerio de Salud. Ambas confluyeron cerca de las 18 hs en el Congreso Nacional para exigir :
Reglamentación de los abortos legales en los Hospitales Públicos sin intervención judicial, sancionando el abandono de persona cuando se omita el servicio.
Cumplimiento del Compromiso para la Disminución de la Mortalidad Materna (COFESA-oct 2004) y el Protocolo de Asistencia Humanitaria del Postaborto.
Aplicación efectiva de la Ley Nacional 25673 de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Estas exigencias implican el derecho a decidir, a tomar cualquier tipo de decisión con respecto a la vida, el cuerpo, la salud y la sexualidad, pero «el sistema patriarcal, capitalista y heterosexista se apropia del cuerpo y de las decisiones de las mujeres para que cumplan el rol que les tiene asignado, que es el de reproducir. No todas las mujeres deseamos ser madres, cumplir con determinados mandatos», sostiene Fabiana Túñez del espacio feminista La Casa del Encuentro.
«Del tema del aborto -continua Fabiana- se desprende la necesidad de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. La iglesia no permite que mujeres y hombres tengan una completa información para poder evitar el embarazo, no hay una correcta política de prevención ni de anticoncepción. El gobierno dice que todas las mujeres tienen acceso a métodos anticonceptivos, pero sabemos que no es así».
Por su parte, Zulema Palma, de Mujeres al Oeste explica: «El Estado debería garantizar, a través de la ley, la decisión de una mujer cuando desea interrumpir su embarazo por la causa o motivo que fuere, con acceso a un aborto seguro y gratuito, con personal médico adecuado y en el lugar correcto».
A pesar que las cifras son elocuentes en cuanto a la cantidad de victimas, la lucha por la despenalización del aborto tiene un lugar secundario en la agenda de las organizaciones sociales y políticas, a excepción de las agrupaciones específicamente de mujeres.
«Los varones, debido a su educación, se desentienden de las consecuencias que tiene el ejercicio de su sexualidad adulta genital, porque en realidad el hombre en la construcción de su subjetividad se lo socializa para fecundar, no para criar» -señala Zulema- «De todas maneras hay hombres que se hacen cargo y asisten a sus compañeras cuando esta debe realizarse un aborto. Tenemos la necesidad de lograr cambios culturales y legales, muchas pensamos que debemos apropiarnos de nuestro derecho a abortar y eso es un trabajo que tenemos que hacer entre nosotras».
«A las mujeres nos esta vedado el acceso al placer, al goce sino esta relacionado con la concepción», advierte Fabiana. «El sistema político y el que encarna la iglesia quiere evitar el deseo en las mujeres. Entonces yo como lesbiana, no podría tener un hijo, porque el sistema lo dice, y quizás yo deseo ser mamá o no. Y con las heterosexuales pasa exactamente lo mismo pero las heterosexuales en general, tienen que ser madres, porque sino estarían ‘incompletas’. El sistema cree que las feministas que defendemos el aborto somos asesinas, pero la realidad es que nosotras generamos una defensa de cada mujer y de su deseo».
Más información en www.derechoalaborto.org.ar
Mariana Collante / Ernestina Arias
Imágenes: Gisela / www.sub.coop
