29/12/2015

Historia de utopías, lucha y amor

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De Almagro, de Boedo. De ahí es San Lorenzo, de donde nunca dejó de serlo. En aquel entones Boedo se consideraba Almagro, eran lo mismo. Nació en un barrio que antes eran dos, allá por 1908. Con poco uno puede destrozar bromas, chascarrillos, chicanas; como desees llamarlo. El límite Bajo Flores/ Pompeya, ahí frente a la 11-14, es donde hoy tiene lugar el Nuevo Gasómetro, segunda pero no última cancha de San Lorenzo de Almagro»¦ o de Boedo, siempre a gusto del lector. Por Carmen Fanjul para ANRed


Con el encanto que rodea cada historia que hace al Club, este diciembre transcurre movilizante para el pueblo sanlorencista en su conjunto. Los más viejos «“muchos oriundos del barrio de Boedo- y los más jóvenes, ambos grupos etarios fueron hechizados por el reclamo y la ilusioón, de distinta manera pero en igual nivel. Tiene algo de heroico porque es de esas batallas luchadas hasta el final, donde en el campo se dejaron las últimas vencedoras gotas de sudor.

No son muchos los hinchas y jugadores que hoy pueden relatar su paso por los tablones y el césped del Gasómetro, porque fue sede de los partidos sólo hasta 1979, pero claro que los hay. En el Gasómetro San Lorenzo jugó 63 años: desde su inauguración el 7 de mayo de 1916 (contra Estudiantes de La Plata) hasta su último partido el 2 de diciembre de 1979 (contra Boca Juniors). La dictadura cerró sus puertas. Así es que otra vez la chicana que hace referencia al barrio, vuelve a desmoronarse frente a tantas posibilidades de elegir etre bromas y chicanas más «livianas”; de esas que las hinchadas pueden deslizarse en el tan mencionado «folclore del fútbol”.

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Al momento de quedarse sin estadio el marco era hostil. El país estaba atravesando los años de la última dictadura militar. La relación con San Lorenzo era más que tensa. A la vez, el Club estaba pasando por una fuerte caída en su nivel futbolístico, además del endeudamiento, la licitación con la empresa Ernesto Algelt y Cia. S.R.L. y las consecutivas malas dirigencias en San Lorenzo; entre otros «detalles”. Por los problemas financieros que acusaba tener Altgerlt y Cia. S.R.L. y debido a que la obra del natatorio que estaban construyendo (causa de la licitación que comenzó en 1968) quedó paralizada sin intenciones de ser finalizada, es que San Lorenzo rescinde el contrato firmado con la empresa y la misma decide hacerle juicio. Por los inconvenientes económicos que atravesaba el Club (de los cuales eran responsables también sus dirigencias) y la relación poco amable que tenía con los militares, el gobierno de facto de la ciudad Buenos Aires presiona a San Lorenzo para desalojar el club y venderlo usando el argumento de que en esas tierras se haría un desarrollo urbanístico que contaría con, por ejemplo, una escuela.

Ese es el contexto en el que en 1980 los hinchas realizaron una movilización en la que reclamaban a los militares en el poder, la reapertura del Gasómetro ya vacío de gente. No es necesario aclarar cuál fue la recepción de la protesta ni cuál su respuesta. Un año después Osvaldo Cacciatore fue el militar -a cargo de la intendencia de facto de Buenos Aires- que llevó a cabo el desalojo del predio, incluso mediante amenazas (que se dirigían puntualmente a sus hijos) hacia el en ese entonces Presidente del Club.

En febrero de 1983 (previo a la llegada al gobierno de Alfonsín), derogan la ordenanza que impedía -ente otras cosas- que ese espacio se utilice para actividades relacionadas al comercio. En 1985 los terrenos expropiados a San Lorenzo son vendidos a la multinacional de origen francés «Carrefour”.

El Gasómetro era un estadio en el que también jugaba la selección Argentina y que tenía capacidad para 76 mil personas, ese era el Gasómetro. Sus tablones fueron en parte atesorados como pocos recuerdos tienen el privilegio de serlos y otros perdidos por lugares insospechados. Ambos son hoy parte de esta historia.

Luego del último partido en diciembre del 79, San Lorenzo hizo de local en las canchas de Vélez y Atlanta, especialmente. El «Nuevo Gasómetro”, segundo estadio de San Lorenzo, fue inaugurado en 1993 con una capacidad de casi 44 mil personas. Allí se ganaron campeonatos locales e internacionales, incluso la tan añorada Copa Libertadores en agosto del año pasado. Los hinchas lo llenaron de amor y de pasión, pero el anhelo por volver a Boedo siempre pesó en la comunidad sanlorencista. Hoy le agradecen y quedará en el recuerdo como una vieja y linda historia de amor; pero los cuervos asumen con alegría que «es hora de volver a casa”.
Fueron los hinchas los que hicieron que el Club mate y muera por volver «al barrio que a San Lorenzo lo vio nacer”, como recita alguna de sus canciones más emblemáticas. La Subcomisión del Hincha y Adolfo Res se hicieron carne de la necesidad vital que se transmitía desde las calles, desde las tribunas. Y fue él, quizás el primero que repartió algún panfleto informativo difundiendo sobre esta motivación que si bien era generalizada, no estaba en la agenda ni en la acción hasta ese momento. Porque se podía, porque según lo manifiestan, las utopías hacen latir el corazón del pueblo azulgrana. Res primero fue opositor a la gestión actual, luego parte y hoy por críticas respecto a la forma de manejar las negociaciones por la vuelta nuevamente alejado de Lammens. Alejado un poco ya que hoy por hoy, el reconocimiento para con él de parte de la dirigencia de San Lorenzo, es visible.

Esos primeros folletos circularon por primera vez en 2007, con el objetivo concreto de volver. En 2011 Res presentó el proyecto de la Ley de Restitución Histórica que fue aprobada el 15 de noviembre del año siguiente. Ese fue el momento de la explosión. El instante en el que los cuervos lo vieron allí, en el lugar de donde nunca habría que haberse ido»¦ allí estaba, en la cabeza de cada uno, ese nuevo y viejo estadio, con olor a la madera de aquellos perdidos y también bien custodiados tablones. Desde aquel minuto todo comenzó a ser real. La difusión, el entusiasmo y las políticas por recaudar fondos fueron el motor que dio energía para convencerse y luchar por la vuelta. Claro, había que juntar el dinero suficiente para pagar lo que correspondía al Club pero que estaba en manos de Carrefour. Se empezaron a vender mts2 y los compradores tendrían sus carnets de «Socio Refundador”. Se vendieron muchos, pero más era el dinero necesario para comprar las tierras. Después de eso había que pensar en la construcción del estadio que presenta un plan arquitectónico por lo menos ambicioso y que representaría una inversión más grande aún.

El 8 de marzo de 2012 fue otro día histórico. San Lorenzo tenía que luchar para evitar el descenso. Sí, la misma situación que un año después de tener que irse del Viejo Gasómetro. En esos dos momentos de la historia el Club atravesaba experiencias similares. Ese día de marzo, los hinchas tenían una cita impostergable. Una marcha para reclamar por la vuelta. Tan impostergable que resultó una convocatoria histórica con movilización y acto final, en la que se reunieron 110 mil cuervos. Querían volar alto y sabían que juntos era más fácil. La salvación fue en la última fecha, como en el 80.

Hacia finales de noviembre de este año que ya se va, el Presidente Matías Lammens se reunió con representantes de Carrefour para manifestar cuál era la propuesta económica que el Club tenía para ofrecerles (150 mil pesos por el 75% del predio que ocupa Carrefour). El hipermercado afirma que daría una respuesta el 18 de diciembre, fecha en que ya estaría en su mandato el nuevo presidente Mauricio Macri. Y sí: Macri asumió y levantó el cepo al dólar que pasó a «costar” poco menos del doble que el día anterior. El viernes de «la respuesta” la reunión fue breve pero tensa. La empresa expresó a Lammens que necesitaba hasta el jueves 24 de diciembre para rechazar o aceptar la propuesta. Claro, era en pesos y esto ya parecía no convencer mucho a los empresarios quienes argumentaron que el cambio en el gobierno y en el valor del dólar les impedía responder en el plazo en el que se habían comprometido a hacerlo. Lammens declaró inmediatante después que en caso de que la respuesta no llegara o fuera negativa, irían por la expropiación de las tierras. Ese mismo viernes luego de conocer lo ocurrido, los hinchas organizados en las peñas y también de manera particular bloquearon los accesos a los hiper (las otras sucursales son franquicias, es por eso que no había bloqueos) de todo el país. Eran los días previos a las fiestas y Carrefour estuvo vacío por 6 días: del viernes 18 al miércoles 23. Ese miércoles Carrefour convoca a Lammens a una reunión, en la que anticipó su respuesta: levantan los bloqueos y la propuesta es aceptada. El 23 de diciembre de 2015, es otro día histórico para el Club.

Pasó poco menos de una semana de aquel día. El objetivo de juntar con la venta de mts2 los 150 mil pesos para pagar las tierras, se reprodujo. ¿Por qué? Porque en 72 hs. de ventas, el Club recaudó casi 2 millones y medio de pesos y se anunció en el día de ayer que el plan de 18 cuotas de 180$ seguiría vigente hasta marzo de 2016. Ahora ya se piensa lo que será el Estadio, con intenciones de que esté terminado para mediados de 2017. Lo que algunos llamarán profecía autocumplida.



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