06/12/2015

«Venezuela es un país de chavistas que rechaza a Maduro»

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Entrevista al periodista y escritor venezolano Modesto Emilio Guerrero, previo a las elecciones presidenciales de este domingo en su país. Por Mario Hernandez


M.H.: Modesto tenemos una cita importante el próximo domingo, las elecciones legislativas en tu país, Venezuela. Elecciones que se presentan difíciles para el chavismo, es más, los grandes medios de Argentina ya lo dan por derrotado, aunque la semana pasada hablaban de un 25% de diferencia, esta semana hablan de un 15%. Probablemente ninguna de estas cifras sea correcta.

M.E.G.: Las encuestas se hicieron para dos cosas, para hacer operaciones pagadas por alguien y para equivocarse. Es por excepción que aciertan, en el caso venezolano van a errar, pero no porque el chavismo tenga asegurada la victoria, sino porque las diferencias que dan son tan irreales que no se parecen a lo que ocurre en la realidad.

No es necesario estar en Venezuela para saber que esas encuestas están equivocadas, porque no corresponden al real estado de ánimo en Venezuela. Hay dos tipos de estados de ánimo allí, el real que se vive en la vida comercial, donde el centro de las críticas es al gobierno como responsable de la falta de productos, a pesar de que no es el principal responsable, sino más bien los culpables son los importadores comerciales, en connivencia con algunos funcionarios, seguro, pero no es el gobierno el que crea esa situación.

Los porcentajes son los que llaman la atención, como señalás en una semana cayeron de 25% a 15%, esa es la primera señal del defecto de las encuestas que han publicado. Uno de esos encuestadores se llama José Vicente León, es uno de los mejores del país y es de derecha, al menos no es chavista, y dijo una verdad que vale más que cualquier encuesta: «este es un país de chavistas que rechaza a Maduro”.

Es una combinación rara porque Maduro es el heredero, pero esas combinaciones suelen ser las normas en la vida pública y en la conciencia de la gente. Es un país de gente que va a votar al chavismo en buena cantidad, lo que podría permitirle al gobierno mantener la mayoría simple en la Asamblea Nacional, porque es un país chavista con un peso enorme de dos cosas fundamentales, por un lado, la obra social del chavismo que ha modificado sustancialmente el estatus de vida de la gente pobre, trabajadora y media, y el peso simbólico sentimental imaginario del propio Hugo Chávez que no logra ser borrado dentro de Venezuela.
Esa frase es espectacular por eso, porque cuando intentás identificarla en la realidad sabés que la gente, a pesar de rechazar a Maduro, puede votar por su gobierno en el terreno legislativo porque en estas elecciones no se define al Presidente, no se trata de Maduro sí o no.

La Asamblea Nacional, que es el Parlamento unicameral venezolano, no tiene un peso tan fuerte en la vida social como lo tiene en Argentina, Brasil o Uruguay, por otro lado, el chavismo ha hecho una obra de cambio, modificaciones y ajustes en los últimos dos años que le permiten contener el voto chavista a pesar de la debacle comercial y la crisis económica.

Esto no aparece en las encuestas, pero sí se puede ver en la campaña. Le pregunté a tres líderes sociales de la provincia, que son críticos del gobierno, cómo ven el panorama para el 6 de diciembre y los tres me respondieron que hasta hace 3 semanas estaba «peludo” o sea muy difícil, pero en las últimas dos semanas y media empezó a modificarse el ambiente gracias a cosas que está haciendo el gobierno, por ejemplo, la semana próxima se entrega la vivienda 1.000.000, totalmente equipada. Esto pesa mucho porque son un millón de familias. Por otro lado, el gobierno puso en marcha una campaña muy de avanzada que tiene raíces sociales que a diferencia de Argentina se apoya en movimientos que siendo muy críticos del gobierno y estando algunos muy en oposición a muchos de los ministros y de algunos organismos del gobierno por corrupción o por abuso, lo van a apoyar porque allá el contraste de lo malo por venir y lo que hay es mucho más grande y mucho más claro que en Argentina.

Aquí entre Macri y Scioli no se pudo ver claramente la diferencia porque los dos eran muy parecidos en contenido, en proyecto, en historia, en memoria política. En Venezuela es claro, allá es chavismo que lleno de errores es una cosa, y antichavismo que no tiene virtudes y tiene problemas, que ha generado mucha violencia, representa un pasado neoliberal por completo, no hay un personaje intermedio como Scioli que haga difusa la decisión de la votación. Este es el motivo, si bien no está asegurado nada, por el que pueden votar por el chavismo y quede en mayoría simple otra vez.

M.H.: Supongamos un escenario de derrota del chavismo ¿Sería una derrota táctica o estratégica?

M.E.G.: Táctica porque no se decide Presidente, pero estratégica a mediano o corto plazo porque en julio del año que viene se podría convocar a un referéndum revocatorio para echar a Maduro. Si ganan la mayoría simple del Parlamento, el peso institucional, la seguridad que dan, la sensación que producen, se va a parecer a la de Macri acá del 25 de octubre al 22 de noviembre. El mensaje que van a emitir con esa victoria, es que ya ese gobierno está acabado, similar a lo que pasó en octubre, ganó Scioli pero la sensación fue la inversa.
En ese escenario sería mucho más posible en 2016 una salida del gobierno chavista, porque Maduro no soportaría un referéndum revocatorio de parte de la derecha nacional e internacional, porque ahí van a intervenir hasta los peces de Groenlandia, será «todos contra Maduro”.

M.H.: La derecha no firmó el compromiso de reconocimiento de los resultados electorales, tampoco participó del simulacro electoral del pasado 18 de octubre y frente a esto Maduro empezó a hablar de un plan anti golpe, en caso de derrota sostiene que va a gobernar con el pueblo y en unión cívico-militar, y el día viernes, por la noche, volvió a reiterar en un acto de la Fuerza Aérea, en el Oriente de Venezuela, «ustedes sigan estando a la altura de la responsabilidad del mando que les ha dado la República para defender al pueblo, protegerlo y seguir haciendo la revolución socialista, bolivariana, antiimperialista y chavista del siglo XXI. Es la orden que les doy”. Me llama la atención porque hoy Clarín publica «La oposición pide a los militares que garanticen los resultados” ¿Cuál será el papel que jugarán las Fuerzas Armadas en esta elección legislativa?

M.E.G.: Hay una trampa informativa de Clarín, que no es inusual en los editores de este diario. No es que la oposición pidió a los militares eso, no hay un solo registro periodístico que puedan mostrar para confirmarlo. A propósito de la pelea con la OEA, en relación a las declaraciones del uruguayo Almagro, el general Padrino, Ministro de Defensa, tuvo que salir hace dos noches a informar, para ahuyentar cualquier duda internacional, que en Venezuela no hay ni golpe, ni golpe suave, ni peligro de violencia, ni por derecha ni por izquierda. Hay un despliegue militar y social que lo impediría. Esto por supuesto no es 100% seguro, es lo que este Ministro informa para tranquilizar. No puede garantizar que la derecha no salga a tirar tiros. Eso es lo que se prevé, el Estado está haciendo todo para que no sea así, lo hace para ahuyentar esta idea y, por otro lado, para decirles que lo que va a haber en Venezuela es lo que siempre hubo, una elección muy confrontativa pero sin posibilidad inmediata y previsible de violencia.

Hay 7 focos de violencia de la derecha en el este de Caracas que ya han sido detectados, donde estaban preparando alguna infraestructura para eso y ya fueron contenidos, ya saben que no pueden. Entonces no veo ninguna posibilidad inmediata de que eso pueda realizarse. Si pierden van a declarar que fue fraude, lo mismo que han hecho desde el 2005. Si gana el chavismo se va a reforzar el aspecto militar del gobierno, porque es una característica del gobierno, pero no significa la militarización de la sociedad, eso no está previsto ni hay señales de eso.
Maduro dice que si el gobierno pierde y la mayoría queda en manos de la derecha y lo sacan del gobierno, por decisión de referéndum, él resistirá desde la calle, lo mismo que hace cualquiera que esté en oposición. La diferencia es que en Venezuela resistir desde la calle no es desde los titulares de prensa como acá o en Brasil, es otro proceso y los militares en Venezuela no están con la oposición, están con el gobierno en un 90% hasta ahora. El poder territorial lo tienen los movimientos y los militares, entonces la manera de ganar el gobierno e imponerle a estas dos fuerzas sociales, no a un funcionario ni a un ministerio, una política opuesta a la que se viene llevando hasta ahora es peligroso, para mí el peligro es que se militarice demasiado la gobernabilidad y le saque al poder popular y a los movimientos sociales capacidad de acción, pero eso es un peligro, no una realidad actual.

Luis Manuel Díaz era miembro de grupos mafiosos, su asesinato fue un ajuste de cuentas

M.H.: El pasado miércoles fue asesinado a tiros el dirigente opositor Luis Manuel Díaz, secretario general de Acción Democrática. ¿Qué nos podes comentar sobre ese hecho?

M.E.G.: Era secretario general de Acción Democrática en Altagracia de Orituco, que es como decir en Argentina en Formosa o incluso en un lugar más pequeño, en la frontera con Colombia, pero ya fue capturado el asesino, ya declaró y están hechas las conexiones con la banda de sicarios colombianos que lo liquidaron. Fue muerto por un ajuste de cuentas. Este secretario general, que es lo que no informa ninguno de los medios, era de la mafia, era miembro de grupos mafiosos que traficaban esmeraldas, drogas y reses hacia Venezuela. Incluso está acusado de ser parte de una red de trata de prostitución, pero eso todavía no está probado, todo lo demás sí, el tipo tenía 21 causas, acusaciones judiciales, estuvo preso.
Es muy grosero lo que han hecho con la información, como cae muerto unos días antes de las elecciones y como es de la derecha automáticamente es cargado a cuenta del gobierno y no es así. Este tipo era un delincuente que al mismo tiempo era miembro del partido Acción Democrática, que no es en Venezuela hoy un partido importante, es bueno recordar que en la última elección sacó un 3.5%, menos que Del Caño en Argentina, menos que Stolbizer, ese tipo con ese pequeño partido tiene poder de aparato porque dirigieron el país durante cuarenta años, hasta que llegó el chavismo, entonces muchos de ellos han derivado a negocios sucios, narcotráfico y algunos al cuatrerismo más rufián.

M.H.: Aclarado esto, me gustaría volver sobre un tema que has planteado insistentemente en los últimos reportajes, el agotamiento del ciclo progresista, sería importante para darle un marco a éste análisis que estamos haciendo de las próximas elecciones legislativas el domingo 6 de diciembre en Venezuela.

M.E.G.: Que se ponga hoy en duda si gana o no el chavismo en Venezuela en unas elecciones parlamentarias, después de 19 elecciones seguidas donde solo hubo una sola derrota, es una muestra o señal de que existe una declinación de los gobiernos progresistas, porque ni siquiera con Maduro, que ganó por el 3% se puso en duda que el chavismo continuara, que era difícil sí, pero no si continuaba o no. Esta duda aparece ahora porque el gobierno venezolano está en las peores condiciones para sostener la gobernabilidad de un Estado y una sociedad que no solo demandan más, sino que tienen menos recursos estatales, económicos y petroleros.

Si esto lo inscribes en la señal latinoamericana que se emite desde Argentina, un Estado fuerte, que tiene una incidencia político-diplomática en el imaginario latinoamericano mayor que el de México y Colombia, ese mensaje refuerza la tendencia a la declinación de estos gobiernos, que no comienza con Macri, al revés, éste es un resultado de esta declinación que comenzó hace un poco más de 4 años y que se ha extendido por las sociedades y los países progresistas.

Hay un cierto cansancio de la corrupción, del burocratismo, en cada país hay cansancio de soportar costos económicos siendo un gobierno de izquierda o progresista, hay cansancio de muchas cosas, en cada país tiene su decorado estilístico propio, en Argentina era el asunto kirchnerista, en Ecuador es porque Correa es jodido, en Brasil porque Dilma es una neoliberal vestida de izquierda, cada país tiene su toque, pero lo que cruza a todos es esa tendencia regresiva en la que van mostrando los límites que podían estar inscriptos en su origen en cada uno, de manera distinta, pero que no se habían mostrado hasta que comenzó una crisis del capitalismo internacional, la brutal caída del precio de las materias primas, eso sobre un acumulado de presiones internas, demandas nuevas, politización de las sociedades y cansancio por corrupción y burocracia.

En el caso venezolano y en Argentina eso molestó y en un momento la gente común, no la militante, decide cambiar y busca una salida, si no encuentra ninguna por izquierda apela a alguna por derecha, esa es la realidad aunque no nos guste.



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