A 30 años de la Noche de los Lápices: acto en el Pozo de Banfield
La Multisectorial Chau Pozo realizó el sábado pasado un acto en Vernet y Siciliano (Banfield, provincia de Buenos Aires), en el predio que fuera utilizado como centro clandestino de detención durante la última dictadura militar. Los manifestantes exigieron la entrega de este edificio y afirmaron: «No permitiremos que la memoria de quienes fueron secuestrados en el Pozo de Banfield sea utilizada o mostrada como ejemplo del castigo a los que luchan, como intentan hacer con el museo de la ESMA».
En el marco de los 30 años de la «Noche de los Lápices», la Multisectorial Chau Pozo realizó el sábado 16 una marcha desde la Estación Banfield hasta el ex centro clandestino de detención conocido como el Pozo de Banfield. Desde 1976 hasta 1983, este centro tenía la función de albergar a detenidas durante sus últimos meses de embarazo. Con la democracia, la Policía bonaerense instaló allí una dependencia de la Dirección de Homicidios.
En las puertas del predio, una columna -que desde el viernes 15 realizó un acampe- aguardaba la llegada de la movilización.
Dentro de las instalaciones tuvo lugar un acto por el cierre definitivo del Pozo y para exigir la entrega del mismo a la Multisectorial.
Cabe destacar que ante el repudio de organizaciones sociales, políticas y de DDHH por la maniobra política del Gobierno provincial -que había anunciado un acto en el mismo horario y lugar-, Felipe Solá decidió, pasadas las 23:00 del viernes 15, modificar la hora del acto oficial. Los integrantes de la Multisectorial denunciaron este hecho como una clara provocación, pues hace semanas habían organizado y difundido esta jornada.
Adriana Calvo de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos fue la primera en hablarle a los presentes: «Salgo de ver los calabozos llena de recuerdos y de emoción, llena de alegría, por el recuerdo de esas compañeras invalorables que compartieron conmigo los días que me tocó estar aquí. Yo estuve acá trece días, inmediatamente después de parir a mi hija María Teresa. Me dejaron dos o tres horas, hasta que llegó (Jorge Antonio) Bergés y me cortó el cordón, porque Teresa aún estaba unida a mí. Nos subieron al primer piso de este lugar y ahí el médico torturador Bergés me sacó la placenta, rodeado de guardias que se reían de mí. Inmediatamente después me hicieron lavar el piso y limpiar la camilla, mientras Teresa lloraba apoyada en una mesada. Pocas horas después nos subieron al segundo piso, donde encontré a las compañeras que había conocido en La Plata en otro campo de concentración de donde yo venía, la Comisaría 5ta».
Asimismo recordó que «hubo actos, momentos, en medio de la muerte, del horror, del hambre, del frío que demuestran lo más sublime del ser humano aún en las peores condiciones». Y rememoró: «Estuvimos sin comer cuatro días. La primera vez que traen alimento, nos sacan a todos de los calabozos y nos sientan contra las puertas. Cuando terminé de comer desesperadamente lo que me tocaba, la compañera que tenía a mi izquierda me pasó su comida. Las compañeras, que tenían tanto hambre como yo o más, dejaron de comer para darme a mí. Esto significa realmente compartir el pan: cuando el pan es poco, nada, e igual se comparte; este el significado de la palabra compañero. Ellas fueron las que me sostuvieron durante esos trece días. Cuando vinieron los guardias, temerosos de contagiarse los piojos que teníamos, quisieron echar una pastilla de gamexane y sacarme a la nena ya que decían que eso le iba a hacer mal. Para evitarlo me puse contra la pared del calabozo. Las quince, veinte compañeras hicieron una barrera humana delante de mí para defender a Teresa. Eso yo no lo olvido jamás. Los gritos de las compañeras hacia los guardias defendiendo a Teresa hizo que no se la llevaran. Hoy, 29 años después, Teresa está a punto de tener su primer hijo y mi primer nieto. Y realmente estar acá junto a ustedes y saber que el martes vamos a escuchar la condena contra el genocida Etchetcolaz, el responsable máximo de este lugar, me produce una enorme alegría».
Posteriormente, expresó: «Rindo homenaje a esas compañeras que me permitieron hoy estar acá hablando con ustedes, que me dieron toda la fuerza necesaria no sólo para sobrevivir ese momento sino para darme cuenta que yo tenía que dar mi vida para exigir justicia a estos genocidas. Y en eso estamos compañeros, con ustedes, con todos. A las compañeras: un saludo, un abrazo y decirles ‘Hasta la victoria siempre’.»
Luego, alumnos secundarios nucleados en la Coordinadora de Estudiantes en Lucha de Zona Sur afirmaron que «debemos estudiar en edificios que se caen a pedazos; no tenemos un boleto estudiantil gratuito que nos permita llegar a nuestras escuelas; no contamos con colegios equipados adecuadamente. Los planes de estudio, desde la ley federal y su continuidad en la nueva ley nacional, hacen de las escuelas públicas agencias laborales en donde nos enseñan cómo someternos a las leyes del mercado («¦) Además nuestros docentes y no docentes cobran sueldos de miseria. Cuando luchan y hacen huelga, son acusados de ser los responsables de la debacle educativa».
En este sentido reclamaron por «una ley discutida por los estudiantes y los docentes que somos los únicos interesados en nuestra educación» y por «una escuela realmente laica, pública y para el pueblo».
Ismael, de la Multisectorial Chau Pozo, leyó el documento consensuado:
«A 30 años de la Noche de los Lápices, la lucha de aquellos estudiantes masacrados por la dictadura tiene continuidad en la que hoy se plantea por el aumento del presupuesto educativo y contra la nueva ley de Educación. La lucha sigue, porque siguen negándonos los derechos más elementales para sostener este sistema basado en los privilegios de unos pocos sobre la miseria de la mayoría del pueblo.
«(«¦) En este camino logramos el cierre del Pozo de Banfield, símbolo de la represión de la dictadura y donde estuvieron secuestrados varios de los chicos de la Noche de los Lápices, que hasta hace poco siguió funcionando como dependencia de la policía bonaerense, la del gatillo fácil y la represión a los pobres. Este triunfo, al igual que la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, el juicio a los genocidas de la dictadura o las condenas a asesinos como el Turco Julián, son logros históricos del pueblo y sus organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos, y no de este gobierno.
«El gobierno de Kirchner se apropia de nuestras banderas para garantizar la paz social y para comprar las voluntades de algunos sectores y de ciertos dirigentes políticos y de derechos humanos. Pero nosotros no le creemos. Aunque se autoproclame «el gobierno de los derechos humanos», sigue encarcelando y persiguiendo a los luchadores de hoy»¦¿Es esto distinto a la teoría de los dos demonios?
«(«¦) No permitiremos que la memoria de quienes fueron secuestrados en el Pozo de Banfield sea utilizada, ni mostrada como ejemplo del castigo a los que luchan, como intentan hacer con el museo de la ESMA.
«Exigimos la entrega del Pozo de Banfield a la Multisectorial. La memoria de los compañeros seguirá viva mientras sea el pueblo el que continúe sus luchas».
A continuación, Ramiro -integrante de HIJOS Capital- expresó el sentir de su agrupación (ver «Nuestra memoria no se guarda en un museo» – leer el artículo)
Por último, Cherco de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) afirmó: «No vamos a permitir que sea utilizado (se refiere al Pozo de Banfield) como cotillón ni fuerza electoral para la reelección, ni tampoco para que el gobierno se lave la cara. No vamos a permitir que el Estado represor se apropie de este lugar. Esto tiene que ser del pueblo, porque el pueblo es el que peleó para cerrarlo. No dejaremos que el gobierno de Solá, al que acusamos de ser el responsable de los homicidios de Kosteki y Santillán, del gatillo fácil, se apropie de este lugar, cuando hace dos semanas estaba en manos de la policía bonaerense y ahora, haciendo una especie de cambio de cartas, se lo entrega a su secretario».
Finalmente, señaló: «La lucha sólo se continúa con más lucha, no con claudicación. Los 30 mil desaparecidos, los asesinados por gatillo fácil, nuestro querido Petete Almirón, Maxi, Darío, Víctor Choque, Teresa Rodríguez, a ellos no los vamos a recordar con monumentos, con museos, con feriados, con placas. Los vamos a recordar haciendo realidad la sociedad por la que ellos luchaban. Ese va a ser nuestro mejor homenaje».
Contacto:
Multisectorial «Chau Pozo»
Tel: 15-5-706-7707 / 15-5-737-2256
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