11/11/2015

Reincorporan a trabajador despedido de la fábrica La Española

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La patronal de la empresa que elabora mosaicos en la zona de Olmos, cedió ante la medida de fuerza de los trabajadores, que durante una semana paralizaron la producción y bloquearon el acceso del establecimiento. Ayer finalmente se acordó el reingreso del delegado que había sido desplazado de la empresa sin justificativos. El gremio ceramista, denuncia que los dueños no cumplen con el convenio, maltratan a los empleados y vulneran derechos laborales. Por ANRed


Ayer por la tarde tras una reunión en el Ministerio de Trabajo bonaerense, los representantes de la empresa La Española y de la Federación de Obreros Ceramistas de la República Argentina (FOCRA), acordaron el reingreso del delegado gremial de la fábrica, que había sido despedido sin justificativos hace una semana.

Para lograr que la patronal diera marcha atrás con la medida, los trabajadores estuvieron una semana paralizando la producción y bloqueando la entrada a la fábrica, impidiendo totalmente la salida de los productos.

La Española tiene su establecimiento en 203 y 44, en la localidad de Olmos. Se trata de una empresa fundada en 1958, propiedad de la familia Rey. Desde 1987, los hermanos Clemente y Jorge Rey son quienes la administran, y a partir de 1997 una parte de la compañía se escindió conformando La Española Sanitarios, cuya dueña es la hermana de ambos, Roxana Rey.

«Es inentendible que se no actúe sacando de la puerta de la fábrica a los piqueteros agresivos”, dijo ayer Clemente Rey, refiriéndose a sus empleados, recibiendo el apoyo de comerciantes y empresarios del centro comercial de Olmos, la Calpo (Cámara Empresaria de La Plata Oeste) y de la Mesa Institucional Regional integrada por una veintena de entidades industriales.

Según denunciaron los trabajadores, el problema no es sólo el despido: «la patronal no cumple con el convenio correspondiente, trabajan diez horas sin cobrar la hora de descanso, se nos cambia la ART cada quince días, y sufrimos un maltrato laboral permanente”.

«Esta gente le dice todo el tiempo a los trabajadores que ellos tienen que agradecerle el trabajo que les dan, que en otro lugar no podrían tener el trabajo que ellos le están dando”, dijeron desde el gremio ceramista.

Incluso, denunciaron que la familia Rey utiliza la práctica de ir a la propia casa de los trabajadores para amedrentarlos ante los reclamos laborales, además de establecer una vigilancia extrema sobre ellos con cámaras de seguridad en los puestos de trabajo.

Detrás del control que intentan establecer sobre los empleados, se esconde la negativa empresaria a permitir a los trabajadores ejercer las plenas libertades sindicales, ya que la familia Rey se niega a reconocer al delegado gremial, y a la FOCRA, entidad sindical a la que los trabajadores se afiliaron en diciembre del año pasado.

De hecho, la familia Rey sigue haciéndoles el descuento gremial a sus empleados para el gremio de mosaistas, al que los trabajadores no quieren pertenecer ya que aseguraron «no pelea por las condiciones de trabajo”.

Aunque lograron la reincorporación del delegado, los trabajadores y el gremio aseguraron que seguirán reclamando el cumplimiento de los derechos laborales, el cese de la persecución gremial, y por la plena libertad sindical.



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