Trabajadores de Ex Clínica Junín: «Nuestra lucha es histórica»
Dentro del proceso de recuperación de fuentes de trabajo asumida por los trabajadores, el caso de la ex Clínica Junín, de la provincia de Córdoba, es especial. No hay quiebra, concurso, ni convocatoria de acreedores. Fue vaciada y vendida a un grupo de sociedades anónimas que la cerró. A partir del dictamen del Fiscal Caro, se abre una instancia decisiva para los trabajadores.
Por Prensared
Hacia fines de 2001, la situación en la clínica Junín era dramática. Los sueldos eran pagados en cuentagotas y se produjo una cadena de atrasos. Mientras tanto, se producían cierres de servicios y el vaciamiento estaba en marcha. Los trabajadores empezaban a debatir sobre su situación y recibían la solidaridad de otros sectores sociales.
El conflicto se fue profundizando y ante la falta de respuestas se decide parar el 14 de mayo de 2002, con permanencia en los puestos de trabajo. Esta medida hizo que la patronal, una semana después, enviara 45 telegramas de despido a un total de 64 empleados.
Momento clave
A la medida de fuerza se plegaron la mayoría de los 45 cesanteados. La consigna era resistir en el lugar e impedir el ingreso de la patronal hasta tanto trajera soluciones.
«Contrariamente a lo que nosotros esperábamos, los patrones abandonaron la clínica. Recién nos vimos las caras, durante las audiencias, en el Ministerio de Trabajo», cuenta a Prensared José López, presidente de la Cooperativa Clínica Junín.
Lejos de asumir la responsabilidad, la firma vende la clínica a un grupo de empresas formado por Prinord (Gerenciadora de Obras Sociales), Coprinsa ( Integrante de la Red Violeta del IPAM), Corbiet SA, Administradores del Hospital Italiano (HI) y, en un mismo acto, vende el inmueble a Predixer SA (Grupo relacionado con el HI).
Los empleados dirigían sus reclamos a los dueños. Éstos respondían que había sido vendida. Los supuestos compradores respondían que la operación no se había concretado. Ante esta situación, la justicia los citó a ambos. Se realizaron unas 20 audiencias, incluso se los trajo con la fuerza pública.
«Hicimos demandas laborales como cualquier trabajador que no le pagan. Lo único que conseguimos del Ministerio de Trabajo fue la retractación de los despidos», expresa López.
En ese marco, radican en el fuero penal una denuncia por vaciamiento, administración fraudulenta y estafa contra los dueños originales y los compradores que luego la cierran.
Preservar la fuente de trabajo
Tras largos debates, en septiembre de 2002, unos 34 trabajadores deciden abrir las puertas de la clínica y plantear la medida cautelar que les permita funcionar como cooperativa. En el último año y medio, la pelea pasa por la aprobación de un proyecto de ley de expropiación que ingresó a la Legislatura con la firma de todos los bloques. El mismo aspiraba a que el Estado se hiciera cargo del inmueble y lo cediera a la cooperativa, a título oneroso. Luego es modificado a la forma de comodato, con cargo del 10 por ciento de disponibilidad para el Ministerio de Salud. Esto significa que si la clínica funciona a pleno, de las 70 disponibles, siete estarían reservadas para la provincia.
«Esto se trabó por falta de voluntad política del oficialismo, especialmente del ejecutivo» apunta López.
Ahora, la reciente medida que toma el fiscal de instrucción Rubén Caro, favorece a los trabajadores. «Gracias a una serie de elementos que nuestros abogados han ido aportando a la causa, y a la inspección ocular que hizo el Fiscal; constató que la custodia se está desarrollando y que en nuestras manos la clínica se encuentra cuidada. Además se han hecho arreglos, los impuestos están al día, las desinfecciones se realizan según las normas vigentes. Entonces, el fiscal sacó una resolución favorable que va en el sentido que nosotros pedimos. Ahora falta que el Juez de control dictamine», sostiene López.
La medida consiste en indisponer el inmueble para seguir traspasándolo y cederlo a la cooperativa a modo de custodia, pero con un dictamen legal. Eso le otorga un marco jurídico a la utilización del inmueble, que hasta el día de hoy no lo tenía.
Una empresa recuperada distinta
El fenómeno de las empresas recuperadas tiene sus particularidades. Si bien todas apuntan a lo mismo que es defender la fuente de trabajo, en su mayoría son fábricas autopartistas, metalúrgicas, fabrica de pastas, textiles, periodísticas, entre otras. En el tema de la salud solo hay dos casos. Éste y una clínica de Medrano, que fue expropiada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
A un año de la apertura de la clínica: «Estamos al día en todo y estamos inscriptos en el INAES, la Dirección General de Rentas, la Municipalidad, y los servicios básicos como luz y teléfono. Hay un manejo administrativo impecable, y lo que queda de excedente, se reparte entre todos sus miembros. Por ahora son unos 40 pesos semanales. Es el equivalente a un Plan Jefe, pero generado con trabajo», asevera López.
Cada paso que dan es aprobado por la asamblea, que se reúne semanalmente. Tienen un delegado en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y articulan políticas con trabajadores de Empresas Recuperadas y Autogestionadas.
Los empresarios
«Consideramos que esta no es una mera lucha entre trabajadores contra empresarios. Decimos que es una lucha de trabajadores honestos contra empresarios corruptos», afirma López.
Los empleados consideran que era una empresa viable, que generaba superávit. Incluso antes del cierre se venían realizando operaciones de alta complejidad tales como cirugías cardiovasculares.
«La política de no pagarle a nadie, se debió a la ambición desmedida. Se llevaban todo lo que generaba hasta que llegó un punto donde algunos médicos se fueron yendo y así se fue operando el vaciamiento», explica López.
Mientras sigue la causa, los empresarios continúan haciendo su vida. Son fotografiados y expuestos en la cartelera de la frivolidad jugando golf. Viajan por el mundo, viven en barrios cerrados, abren clínicas.
«Le decimos a los legisladores, que le corten el camino a este tipo de empresarios. Y que nos apoyen porque nosotros tenemos proyectos de salud para sectores que lo necesitan», afirma el presidente de la Cooperativa.
Cuidando la salud de un sector vulnerable
El cuidado de la salud, desde una perspectiva ideológica solidaria impulsada por este equipo de salud, admite varias etapas. La primera, está organizada en prestaciones de atención médica. Consiste en consultorios externos con todas las especialidades, laboratorio de análisis clínicos, radiología y fisioterapia. La guardia médica las 24 horas del día, con camas frías para casos que requieran una internación no superior a las 24 horas. Para el segundo nivel, los pisos para internación están listos. Se espera la aprobación de un proyecto presentado ante la ministro de Desarrollo Social de la nación Alicia Kirchner.
Se definen como un sector intermedio entre la obra social y el hospital público. «La demanda de atención médica parte de sectores con un bajo poder adquisitivo, incluso tenemos pacientes del Pami, trabajadores en negro, desocupados que tienen un plan Jefes de Hogar. También mantenemos convenios con mutuales y gremios», agrega López.
Destacan que su política es ser autónomos de cualquier partido político y construir para la unidad. En ese sentido, manifiestan que reciben el apoyo solidario de todos los sectores. Pero, orgánicamente no pertenecen a ningún partido ni agrupación. Lo cual no impide que alguno de sus integrantes tengan compromisos políticos personales.
«Luchamos para ganar y apostamos al triunfo. Nuestra lucha quedará en la historia: al igual que la Reforma Universitaria del 18, El Cordobazo o Cervecería Córdoba, entre otras. Entonces, seria bueno que los gremios escriban con nosotros esta página», concluyó el dirigente.
Cooperativa de Trabajo de la Salud Junín Limitada
Deán Funes 581- Centro-Córdoba-R.A.
Tel. 0351-4114528/4030/6677
trabajadoresclinicajunis@hotmail.com