14/09/2006

Los simuladores, ¿nueva ley?

bondi.jpgHace unos años un documento de PREAL realizaba una evaluación de la aplicación de las reformas educativas latinoamericanas. En el caso de la Argentina se sostenía que no había sido buena su aplicación. Así mencionaba dos causas: la brusca implementación como en el caso de Buenos Aires y la alta conciencia del pueblo en defensa de la educación pública.
Finalmente aconsejaba que las revisiones se hicieran con consenso y la buena utilización de los medios de difusión para modificar esta aceptabilidad de la educación pública. Por Colectivo de Trabajadores de Educación de La Plata.


En la Reforma del año 95 la pelea de los gremios se situó en obtener una garantía de financiamiento, 6% del PBI, lo cual quedó en el articulado de la misma. Nunca se cumplió.

Diez años después los mismos gobiernos (PJ) y las mismas conducciones gremiales -lista celeste a nivel nacional- no realizan en sus documentos un claro diagnóstico de lo realizado; y se aprestan para implementar una nueva norma que «mejore» el caos generado por la anterior -por ejemplo sincronizando pseudo encuestas, sumamente dirigidas sobre la discusión de la ley-. Mientras la comunidad educativa (padres, docentes y no docentes) hablan sin ambages de un fracaso rotundo de la anterior reforma; organizaciones gubernamentales, intelectuales cooptados y cúpulas gremiales se aprestan a «mejorarla».

Así logran una ley de financiamiento que establece el 6% del PBI, otra vez, pero para el 2010; una Ley Técnica que introduce la vinculación escuela-empresa de acuerdo a los postulados desarrollistas (Ilich, Dewey) y una supuesta Ley de Educación, que sigue hablando de gestión pública y privada. Así como no obliga al Estado a garantizar solamente la escuela pública, prohibiendo continuar con el desvío de fondos hacia las instituciones privadas en forma de convenios y subsidios.

Claramente, un traspaso de dinero desde los que menos tienen hacia los que más tienen. Incorpora asimismo conceptos -ya resistidos por la docencia en algunos experimentos, por ejemplo en San Luis- como productividad, salario por mérito, evaluación externa.

En cuanto a los contenidos pedagógicos desde el Ministerio de Educación proponen los NAP, semejantes a los contenidos mínimos, sin variaciones conceptuales. Por supuesto, no se debate qué enseñar.

Observamos por lo tanto que se trata de generar ese «consenso» en la comunidad, esa ilusión necesaria, que sostenían los neoliberales documentos del Banco Mundial.

No todo es lo mismo. Cada vez es más exquisito y perverso. Solo esa alta conciencia sobre la importancia de la educación pública, podrá resistir los nuevos embates, más allá de ‘caramelos’ como lo referido a la ‘inclusión’, que en realidad solo interesa en cuanto a control social y de ningún modo al necesario pensamiento científico, crítico, laico y liberador de los pueblos que ciertamente necesitamos los trabajadores ocupados y desocupados .

Un debate que nos debemos se refiere a las organizaciones populares, no integradas al gobierno, que se ven obligadas por el contexto a aceptar subsidios y formaciones paralelas como modo de llevar adelante un necesario proceso de concientización; pero también así podrían colaborar a dar inserción a penosas políticas. Nada nuevo: contradicciones del capitalismo.

Contacto: laplataelbondi@yahoo.com.ar


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