El mismo barrio, la misma policía
Más de 100 personas estuvieron presentes frente al edificio de los tribunales lomenses y dieron su apoyo a la familia Arévalo en su lucha contra la impunidad.
Decir Ingeniero Budge es recordar la masacre de hace 19 años, cuando el Suboficial Mayor Juan Ramón Balmaceda, el Cabo Primero Jorge Alberto Miño y el Cabo Isidro Rito Romero de la policía bonaerense fusilaron a los jóvenes Oscar Humberto Aredes, Roberto Antonio Argañaráz y Agustín Antonio Olivera. Pero decir Budge es también recordar un barrio donde los vecinos dijeron basta y se organizaron para repudiar lo sucedido y fundamentalmente para que no quede en el olvido.
Gabriel fue asesinado por la policía bonaerense el 22 de julio, cuando salía del boliche Petrus en el mismo barrio. Hoy tendría 21 años. A poco más de un mes de su asesinato, la familia Arévalo realizó una marcha para que este caso de gatillo fácil tampoco sea olvidado y la justicia lleve por los carriles esperados la causa.
Analía, hermana de Gabriel, junto con su abogado, Gustavo Sanles tuvieron una reunión con el fiscal de la causa. Al término de ésta Analía estaba conforme, y expresaba «vamos a seguir hasta las ultimas consecuencias, ver a los culpables en el juicio oral y pedir para ellos la pena máxima, que no salgan más.»
Por su parte, el abogado Gustavo Sanles, nos explicó el estado de la causa: «la familia quería tener conocimiento del fiscal en forma personal y enterarse de cómo va la situación. La situación procesal y del expediente ya la conocíamos: dos policías detenidos por el homicidio de Gabriel, luego se comprueba que el arma que disparó no fue la de ellos, sino que era la de otro policía que estaba de civil en ese momento. Desde el principio el fiscal tomó una medida precautoria, para mí muy acertada, que fue secuestrar todas las armas de todos los efectivos que estaban alrededor y cerca del tema. Y digo acertada porque si esta pericia hubiese arrojado negativo con las dos personas detenidas hoy estaríamos buscando al autor, sin embargo por orden del fiscal se realizó una pericia que determinó que el arma que disparó no era de estas dos personas, sino de otro policía que estaba de civil. Ordenaron su detención, y a estas personas las tuvieron que liberar, porque no tuvieron participación en el homicidio. Más adelante determinaremos qué responsabilidad tuvieron y que calificación le cabe a cada uno. Pero hoy día no, el homicidio le corresponde a Ramón Rosaura Jiménez, de la DDI de Lomas de Zamora con asentamiento en Avellaneda. El juez entendió que había elementos suficientes para decretar la prisión preventiva y así se detuvo a Jiménez »
Como una muestra de solidaridad, entre los manifestantes se encontraba Claudio «Pelusa» Aredes, hermano de Oscar, asesinado hace 19 años. Nos decía «me enteré de la marcha y vine a acompañarlos. Yo aún vivo en el barrio de Budge. No conocía a esta gente personalmente, porque viven poco más lejos de mi casa. Pero cuando se dio a conocer este caso, sentí que revivía mi historia. Otra vez el mismo barrio, la policía, es lo mismo. Quizás la diferencia es que acá hay un detenido. En nuestro caso los responsables están «desaparecidos» y Romero ya salió.»
Las organizaciones sociales y de derechos humanos, entre ellas Correpi, Familiares de víctimas del gatillo fácil y la Coordinadora Antirrepresiva Carlos «Petete» Almirón, recordaron que «muchos de los casos en que los policías asesinos fueron declarados culpables y enviados a la cárcel, fue porque los familiares, amigos y vecinos se organizaron para exigir justicia».