21/08/2006

El poeta sigue recitando

l2bis-2.jpgSetenta años se cumplen del fusilamiento del gran escritor español Federico García Lorca en manos del Franquismo. «Condenado por maricón, por rojo y por poeta». ANRed asistió, como parte de los homenajes y tributos que se realizan en todo el país, a la representación de su última obra escrita poco antes de su asesinato: «La casa de Bernarda Alba». Luego, charló con su protagonista, la actriz Elba Martens, quien aseguró que «siempre existen monstruos dispuestos a terminar con la vida de personajes que pueden darle tanto a la cultura».


Fue su pluma la que lo condenó. Su mayor virtud se convirtió en prueba irrefutable de un deseo indomable. El de unir el talento y la sensibilidad para luchar en contra del totalitarismo y en favor de los más desprotegidos. «Creo que el hecho de ser Granada me inclinó siempre a la compresión simpática del perseguido. Del gitano, del negro, del judío, del morisco que todos llevamos dentro», solía decir el poeta.

Federico García Lorca fue ejecutado el 19 de agosto de 1936 víctima del fascismo español. Pero poco antes de morir escribió la que se convertiría -sin saberlo- en su última creación: «La casa de Bernarda Alba», una obra que, mediante un drama familiar, el estricto luto que una madre le impone a sus cinco hijas luego del fallecimiento de su segundo marido, nos permite introducirnos en una tragedia mayor y exterior a esas paredes: las consecuencias de ejercer la represión y la tiranía.

«Es una historia tremenda, que hay que entenderla y desmenuzarla», la que habla es Elba Martens, actriz de extensa trayectoria, quien ahora toma el compromiso de interpretar a la Bernarda Alba del título, como parte de los homenajes que se le están rindiendo al escritor español en distintos lugares de nuestro país por los 70 años de su fusilamiento.

Marters comenzó su carrera a los 4 años. «Trabajé con Lola Membrives, Mecha Ortiz, Pepe Arias, Juan Carlos Thorri. Era una jovencita con ideales políticos, luego me tocó la época de la dictadura, la sufrí y la padecí», nos confía la actriz. Y hoy, vaya paradoja, le toca representar a una mujer que puede simbolizar el más absoluto de los despotismos.

 ANRed: ¿Cómo es darle vida a Bernarda Alba?

 Elba Marters: Cuesta, porque uno no es una persona tan mala como ella, tan extrema y cerrada. Entonces, uno tiene que dejarse llevar por un personaje de semejantes características acordándose de esa época pasada.

 ANRed: ¿Es posible sentir algún tipo de empatía hacia ese personaje?

l4bis.jpg-E.M: No, yo no puedo rescatar nada en ella. Es una pobre tipa por la que siento odio. Yo al interpretarla parezco otra persona, me siento mala. Además, mis compañeras me dicen: «ahí viene esta vieja bruja». Si no me dijeran eso no lo podría hacer como lo hago. Pero después de la función soy otra persona. Salgo de eso enseguida, comienzo a hacer bromas, me voy con mis amigas. Porque es un personaje que te hace daño.

 ANRed: Hablamos de la maldad de Bernarda, pero las demás mujeres de la obra no se quedan atrás…

 E.M: Es que cada una de ellas personifica la maldad y la falta de libertad. Son cinco mujeres que se odian entre sí y en donde el sexo, por imposición de la madre, se convierte en una mala palabra. En algo que no se habla y se reprime. Todo eso se convierte en un mundo de maldades. Cada hermana es una Bernarda en potencia, hasta la criada si pudiera sería como ella; no cambiaría si tuviera la posibilidad de ser la patrona.

 ANRed: ¿Cuál es el poder de Lorca que no pierde vigencia?

l1.gif-E.M: Su permanente actualidad. Siempre hay gente retrograda que no acepta lo moderno. Hoy no creo que el tema pase por la virginidad, pero la monstruosidad continua con otros argumentos. Hay una frase que dice Bernarda en la obra que es terrible: «los pobres son como animales: parecen hechos de otra sustancia». Y bueno, lo dice Bernarda, pero acá también hay otra gente que lo dice que no son Bernadas: ¡son Bernados! Si esto lo traemos a este momento y a este contexto lo podemos ver en el desprecio que se les tiene a la clase obrera, a los trabajadores.

 ANRed: En estos días se está cumpliendo el aniversario por los 70 años del fusilamiento de Lorca, ¿qué reflexión nos podés hacer?

 E.M: Que hay que rendirle homenaje a un hombre que luchó y que el fascismo lo mató sin saber la gloria que tenía ese personaje. Fue una pérdida más, como las que tuvimos nosotros acá, en la Argentina, mediante la dictadura del 76, con todos esos chicos que fusilaron. Siempre están esos monstruos que pueden terminar con la vida de estos personajes que pueden darle tanto a la cultura. No por algo lo primero que hacen los dictadores es meterse con la cultura, con los libros, con el arte.

 ANRed: ¿Por qué crees que esto se da así?

 E.M: Porque el arte permite que la sociedad pueda cambiar. Es una herramienta que, llevándola y enseñándola a la gente que menos tiene, posibilita modificar la realidad. Recién ahora uno ve que hay un montón de chicos que hacen teatro; hay obras de gran nivel, como por ejemplo las de Bertolt Brecht. Son gente que realmente ama al teatro, que es desconocida, que lo hace porque lo siente y que lleva al pueblo obras para que puedan ser vividas y comprendidas.

l5is.jpgANRed: ¿Qué te gustaría que la gente diga una vez de terminada la función de «La casa de Bernarda Alba»?

 E.M: Que digan: «Â¡Qué suerte que ahora pensamos de otra manera!» Eso es lo que tienen que decir. Hay que enseñarles a los hijos otra cosa; el diálogo es lo fundamental, la caricia. Porque vos ves a esa Bernarda con su palo que pega y domina. Ese palo simboliza el dominio.

 ANRed: Y ante ese dominio vemos como sus hijas quedan inertes, ¿por qué te parece que no reaccionan?

-E.M: Por el miedo; en esas paredes existe mucho temor. Y cómo no saben hacer nada. Son chicas que su única actividad pasa por coser y bordar. Con sus sueños mezquinos. El temor hace que la gente se olvide de muchas cosas. «De esto no se habla». «Algo habrán hecho». Frases que todavía siguen retumbando. Y la gente no se tiene que olvidar, no sólo de Bernarda, sino de todo lo que pasó y pasa en nuestro país. De todos nuestros miserables personajes. Afortunadamente algunas cosas evolucionan. Hoy hay una juventud que lucha por sus derechos. Estamos en una pseudodemocracia, pero democracia al fin, en donde se puede hablar, discutir y nos podemos reunir. Pero todavía, en algunas cosas, sigue parecido todo a aquella época. Depende de nosotros y sobre todo de la juventud hacerlo cambiar.

l3bis-2.jpgLorca en lo formal continúa muerto. «Condenado por maricón, por rojo y por poeta». Los homenajes, mientras tanto, seguirán sucediéndose, tratando de impedir el olvido. Y gente como Elba Martenz, mediante su interpretación, es quien nos recuerda por qué un clásico de estas características no debe perecer nunca. Su Bernarda es necesaria para mostrarnos la crueldad y la opresión de una familia patriarcal. Sus hijas, en cambio, nos recuerdan el miedo y la omisión. Son autoritarismo y complicidad respectivamente, dos palabras necesarias para llevar a cabo una dictadura.

Mariano Minasso


La casa de Bernarda Alba

Ficha Técnica:

 Autor: Federico García Lorca

 Adaptación y dirección: Ricardo Aldemar

 Protagonistas: Graciela Laono, Marta Milesi, Elba Martens, Patricia Sanguinetti, Mabel Santoro, Beatriz Laveglia, Natalia Robert, Liliana Rogues, Liliana Ruloff.

 Asistencia técnica: Joaquim Facchini

 Escenografía: Roberto Petenaider

 Vestuario: Luis Barrios

 Fx: Joaquín Facchini

 Diseños gráficos: Joaquín Facchini

 Agradecemos la colaboración del doctor Alexis Latendorf


Este sábado 26 de agosto, a las 19hs, habrá una nueva presentación de «La casa de Bernarda Alba» en el Teatro «El Victorial», sala Abecedario. Piedras 728, San Telmo.



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