Comunidades Wichis acampan en la Ruta Nacional Nº34 en reclamo de sus tierras
Desde hace 25 días, varias comunidades asentadas en el territorio de General Mosconi, Provincia de Salta, se encuentran acampando a la vera de la Ruta Nacional Nº34 en reclamo por la restitución y el otorgamiento de los títulos comunitarios de las tierras que estaban en su posesión, muchas de las cuales fueron usurpadas por varias empresas privadas.
Por Grupo Usucapión y Colectivo La Rabia.
En palabras del cacique de una de las comunidades wichi afectada, «hacemos esta manifestación en la ruta porque nosotros queremos la tierra. A 500 metros hay desmonte y no para. No tenemos donde buscar miel, chancho, quirquincho, corzuela, ni tampoco leña». Por citar un ejemplo: MIRKO, compañía de capitales chinos asociados con empresarios salteños, opera en la zona desde mediados de los ’70. Ha alambrado las tierras, desmontado y, con el uso de topadoras y fuerzas de seguridad privada, desaloja a estas comunidades de manera sistemática.
A pesar de ser una de las zonas con mayores recursos gasíferos y petrolíferos y que por debajo de su territorio pasan ocho caños de treinta pulgadas cada uno -pertenecientes a la empresa REFINOR– que transportan gas, los integrantes de estas comunidades no tienen acceso a este recurso indispensable.
En los últimos meses, la situación se ha agravado ya que AGUAS de SALTA S.A. interrumpió el suministro de agua a las comunidades, recurso imprescindible para su subsistencia. «Ya no podemos usar la tierra como en tiempos pasados, cuando teníamos huertas donde cultivábamos batata, mandioca, anco y maíz; ahora no podemos hacer nada porque es todo privado», expresó uno de los integrantes presentes en el acampe. Las empresas se dedican a sembrar soja y otros productos transgénicos, desertifican el suelo y quiebran el equilibrio ambiental de la región.
Este acampe no es la primera medida que toman estas comunidades para hacerse oír. Hace alrededor de un mes, dos caciques viajaron a Buenos Aires exclusivamente para entrevistarse con el presidente Kirchner, quien se negó a recibirlos. Al mismo tiempo, recurrieron al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que depende de la Presidencia de la Nación, y al Instituto Provincial Indígena de Salta (IPIS), que hasta el momento no les han dado ningún tipo de respuesta.
En el acampe se encuentran, solidarizándose, integrantes de comunidades tobas y guaraníes de la zona, afectadas por la misma problemática.
Éste no es un caso aislado, sino que se enmarca en una lucha general que están librando los pueblos originarios en el territorio argentino, a los que el gobierno nacional responde con represión, aislamiento y criminalización. Mientras Kirchner hace alarde de su política de derechos humanos con respecto a la última dictadura militar, miles de indígenas continúan marginados. Basta mencionar las constantes movilizaciones y huelgas de hambre sostenidas durante semanas en el Chaco; el reciente corte de las rutas nacionales Nº 9 y 16, en Purmamarca, por parte de comunidades de la quebrada y la puna jujeña; como así también la resistencia de los hermanos mapuches, tanto en el sur del territorio argentino como del chileno.
Llamamos a todas las organizaciones, movimientos y agrupaciones de derechos humanos a solidarizarse con estas luchas y a romper el cerco mediático que impide su difusión.