Los desaparecidos en democracia de Ledesma
Domingo Sebastián Arce, desapareció el el 26 de diciembre del 2013 en el Hospital Oscar Orías de la localidad de Ledesma. Desde entonces, no se ha sabido nada de él. Sus familiares acusan al personal del hospital por negligencia médica. Por Patricia Rodriguez para ANRed
Domingo Sebastián Arce, trabajaba en la sección Obra civil dentro de la empresa Ledesma. En el 2013 contrajo Meningitis, por lo tanto, el doctor Daniel Bravo indicó su internación en el Hospital Oscar Orías de la localidad de Ledesma.
Sin embargo, al poco tiempo fue dado de alta, por lo que sufrió una fuerte recaída. Ante la reiterada insistencia de la esposa para que fuera internado nuevamente, la ambulancia del Same lo fue a buscar «casi muerto» según confirma la mujer.
El 23 de diciembre de 2013 lo vio por última vez en el Hospital de Ledesma. Ese día lo aseó y pidió reiteradas veces que le suministren suero. Al regresar a su casa, para cuidar de sus tres hijos, agotada por el maltrato, recibió a su cuñada horas después, quien le avisó que Sebastián no se hallaba en el Hospital. Rápidamente se dirigió al lugar, pero la enfermera le informó que Sebastián se había retirado, a pesar de que no existe documentación que indique tal situación. El director del establecimiento, el doctor Enrique Maizel, la recibió en la puerta de su despacho, con malos modos, indicándole que agradeciera que hubiera recibido asistencia gratuita.
La señora de Arce convencida de que fue un caso de mala praxis hizo la denuncia correspondiente y se inició un expediente por averiguación de paradero que aún hoy no prospera, porque ni se acudió a las cámaras de seguridad, tampoco los testimonios de la enfermera y del personal de seguridad coinciden. Lo cierto es que en la habitación sólo quedó la ropa y las pantuflas de Sebastián quien no llevaba dinero encima. La señora de Arce relató:”A causa de esto me enfermé y mi hijo intentó suicidarse, yo también, pero tengo 3 niños. Él era un buen esposo, nunca más lo volví a ver, se lo tragó la tierra. Tenía 40 años, ahora tendría 42 años. Siempre lo busco en los hospitales, en todos lados, nunca lo encontré. Ellos me dicen que yo lo debo tenerlo en mi casa»