28/07/2015

La noche del apagón

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En la semana del 20 al 27 de julio de 1976, en las localidades del Libertador Gral. San Martín, Calilegua y El Talar, Jujuy, el presidente del Ingenio Ledesma, Pedro Blaquier y su administrador, Alberto Lemos, lanzaron un operativo conjunto con la gendarmería y la policía provincial que consistió en reiterados cortes del suministro eléctrico en toda la zona generando un clima de terror para detener y secuestrar unas 416 personas, entre ellos, trabajadores, dirigentes de organizaciones gremiales, sociales y estudiantiles, de los cuales aún hoy 33 se encuentran desaparecidas. Por Patricia Rodriguez para ANRed


Del mismo modo que en el resto del país, Jujuy sufrió la persecución de todo aquel que cuestionara al poder patronal, por eso, el 21 de marzo de 1975, una vez declarado ilegal el Sindicato de Obreros de Ledesma se procedió a su intervención y detención de sus miembros. Los volantes repartidos durante la huelga de marzo de 1975 acusaban a las autoridades de Ledesma de prestar vehículos a la Policía para el traslado de gremialistas detenidos, a fin de encarcelarlos, torturarlos o asesinarlos. Igualmente, la empresa, a comienzos de los años setenta y durante la última dictadura, contaba con mecanismos de espionaje, en los que participaban la Policía y el Ejército, para detectar a las personas que realizaban alguna actividad sindical o estaban comprometidas en la defensa de los derechos de los empleados.
Las acciones de inteligencia fueron fundamentales para identificar a quienes luego serían víctimas de los secuestros ocurridos en la llamada «Noche del apagón”.

Ledesma hoy

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La empresa funciona como un pequeño feudo, donde las tierras, las plantaciones, la planta donde se procesa la caña de azúcar les pertenece. También las casas de los trabajadores donde las conchaban con deudas por 30 o 40 años. Por eso eligen a los trabajadores más jóvenes para adjudicárselas.

En Ledesma no hay transporte público, los taxis se comparten. Los medios de comunicación alternan programas religiosos con propaganda oficial.
El parque Nacional de Calilegua, propiedad de los Blaquier, donado al estado en el año 1978 para condonar la deuda impositiva, hoy es un reaseguro de agua para sus plantaciones, porque el humedal de las yungas les garantiza el regadío. Actualmente funcionan diez pozos petroleros, explotados por una empresa china y otros catorce abandonados o mal sellados, en algunos casos con pérdidas que contaminan la reserva natural.

Los jóvenes de barriadas populares son perseguidos y alistados como el caso de «Sonrisa” Juan Martín Gómez que trabajaba de albañil y apareció muerto por asfixia en la casa de un policía. Agentes de la Brigada de Investigaciones de Jujuy lo detuvieron en varias oportunidades por supuestos robos, que nunca fueron comprobados y lo obligaron a robar para ellos, también para traer y vender droga de Bolivia hasta que decidió no participar más. En la larga lista de impunidad aparece Emilio Gómez de 21 años, con un retraso madurativo. La policía lo detuvo en la plaza de su barrio y apareció al tiempo convulsionando y en silla de ruedas en el Hospital Paterson de San Pedro.

El último jueves del mes de julio se realiza desde hace 39 años la Marcha del Apagón para reclamar justicia, sin embargo pocos pobladores de Ledesma se animan a participar directamente, todavía tienen vigencia las listas negras de Blaquier.

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