«La solidaridad entre trabajadores nace, también, de señalar a quien nos explota»
Los trabajadores y trabajadoras del área de investigación de mercado realizaron en la tarde del martes un escrache a la empresa Melnik/Burke. La firma dedicada a las encuestas telefónicas posee el 95% de su personal en negro; esta situación facilita el incumplimiento de las fechas de pago y la imposición de malas condiciones de trabajo. Cabe señalar que Melnik/Burke cuenta con un cliente importante: Telefónica de Argentina, multinacional ya denunciada por «tercerizar servicios». Es decir que ambas empresas convergen en la precarización de los trabajadores.
Cerca de las 19hs del martes 18, los trabajadores/as agrupados en Encuestadores/as en lucha se movilizaron hacia las puertas de Melnik/Burke, Federico Lacroze 1722, para denunciar la situación laboral. «De los cincuenta empleados que tiene la empresa -comenta Florencia, trabajadora del sector- el 95% está en negro. Significa que no cuentan con ninguno de los derechos laborales establecidos por la ley: obra social; aguinaldo; licencia por enfermedad, embarazo y estudio; vacaciones pagas. Pero, por sobre todas las cosas, esto deja a los compañeros en una situación laboral inestable. La empresa cuenta con la impunidad de poder despedirlos sin pagar ningún costo».
A su vez, los trabajadores/as de la consultora denuncian, mediante un comunicado de prensa, que diariamente se exponen a malas condiciones de trabajo: «contaminación auditiva constante, debido al mal funcionamiento de los teléfonos, desgaste visual, falta de protectores de pantalla», etc. Además, señalan que «el pago es a destajo, es decir, se paga por encuesta realizada. Entonces para conseguir un salario digno, debemos estar permanentemente llamando por teléfono, al mismo tiempo, la empresa efectúa los pagos a 30 ó 60 días después de la fecha convenida».
El año pasado, los trabajadores realizaron medidas de fuerza reclamando el cumplimiento de los plazos de pago estipulados y mejoras en las condiciones laborales.
Ante el paro de actividades y la exigencia de los trabajadores, la empresa aplicó sanciones disciplinarias y redujo la jornada con la consiguiente reducción de los ingresos. Además, amenazó con tomar nuevo personal en caso de que los reclamos continuaran.La suma de estas disposiciones hizo aún más vulnerable la situación de los trabajadores.
«El lunes 10 de julio -cuenta Florencia- hubo en la empresa una inspección del Ministerio de Trabajo en la que se relevaron los datos de todos los trabajadores allí presentes. De esta manera, la consultora se ve obligada a optar entre blanquear a los compañeros o pagar una multa. Nosotros queremos que se los ponga en blanco ya que ello hará que tengan los beneficios necesarios como cualquier trabajador».
Durante el escrache los encuentadores/as recibieron el apoyo de diferentes sectores, entre ellos, del Sindicato de Teleoperadores de la Capital Federal y de Atento (1). En ese sentido, Florencia, declaró a ANRed: «La solidaridad entre trabajadores nace, también, de señalar a quien nos explota».
Es importante destacar que el cliente más importante de Melnik/Burke es Telefónica de Argentina. Una multinacional denunciada por «tercerizar servicios», es decir, una forma más de burlar los derechos de los trabadores, para disminuir el costo empresario.
Esta forma de operar es uno de los principales logros empresarios a nivel mundial. El sociólogo Oscar Martínez del Taller de Estudios Laborales (TEL) indica que «el trabajador es maltratado y hay una rigidez empresaria absoluta en cuanto a su manejo en los niveles de ganancia. El patrón no está dispuesto a negociar nada ni a aceptar nada».
La expresión más clara es el trabajo en negro y, a través de la legislación, su primer gran objetivo es eliminar cualquier forma de seguridad o estabilidad del empleo.
En este sentido, el sociólogo relata que «surgieron los contratos a prueba, los contratos de promoción, la reducción de la indemnización. También desde el Estado a través de los contratos de locación de servicios y de obra. Otro aspecto tiene que ver con la flexibilidad horaria. Muchos convenios han acordado una determinada cantidad de horas anuales y después la distribución por día o por semana la define la empresa en función de sus necesidades».
Oscar Martínez también agrega que «las herramientas como la flexibilización de contrato, de horario, de salario, la polivalencia, el tema de la tercerización, impacta muy fuertemente en la ideología o conciencia del compañero. Además de toda la batalla inmensa ideológica de los medios de comunicación y en cuanto al no te metás, al individualismo.»
Actualmente, el trabajo en negro alcanza al 44,3 por ciento de los asalariados. El sociólogo afirma que es una demostración de que el Ministerio de Trabajo está de adorno en muchos aspectos. Es más: el Ministerio tiene empleados en negro. Buena parte de la implementación de la flexibilidad contractual tiene que ver con la locación de servicios, de obras, que impulsa el Estado. Eso es legal, pero es un trabajo precario. Ahora, el trabajo en negro definido como un trabajo sin reconocimiento legal lo encontramos en todos lados y bastaría que gente del Ministerio de Trabajo salga a la calle y vea cualquier obra de las reparaciones de Telefónica, Telecom, Edesur, Edenor, la ex Aguas Argentinas y ahí va a detectar que la mayoría de los trabajadores son tercerizados en negro.
(1) Ver crónica del Conflicto de Atento, en la sección Sindicales:
https://www.anred.org/article.php3?id_article=1515
https://www.anred.org/article.php3?id_article=1518