El FOL realizó su VI campamento de jóvenes
Alrededor de 100 jóvenes de distintos barrios de las regionales del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) acamparon este último fin de semana
en el Centro Nacional de Desarrollo Deportivo (CeNaDe) en la localidad de Ezeiza, provincia de Buenos Aires. Chicas y chicos disfrutaron de dos días de recreación y reflexión. A la hora de pensar las diferentes actividades los organizadores tuvieron en cuenta dos factores: La importancia de la organización colectiva y el trabajo colaborativo; y la necesidad de que los jóvenes puedan pensarse y proyectarse en el futuro. Por Prensa FOL
El VI Campamento tuvo como invitados a jóvenes del Frente Popular Darío Santillán de Almirante Brown (MTD. Darío Santillan) y de Tristán Suárez (Organización Tierra, Trabajo y Educación – OTTE).
Las y los jóvenes del FOL fueron llegando el sábado a la mañana al predio ubicado en Autopista Ricchieri y Acceso Jorge Newbery. Viajaron de diferentes barrios de las localidades de Almirante Brown, Florencio Varela, La Plata, Berisso, La Matanza, Quilmes, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Luego del armado de carpas comenzaron las actividades. Se desarrollaron juegos deportivos, cooperativos y acuáticos; también hubo talleres de murga y kick boxing. Hubo un taller especialmente dedicado a la proyección individual y colectiva que finalizó con el armado de tótems que representaban los sueños, deseos y metas que estos jóvenes quieren alcanzar. Las diferentes figuras creadas fueron quemadas en el fogón nocturno «para que la energía que produce el fuego les de la fuerza necesaria para alcanzar lo que quieren”, comentaron los coordinadores del campamento del FOL.
Pero la noche no fue sólo del fogón, las y los jóvenes terminaron agitados luego del juego nocturno que se desarrolló en el bosque del predio que posee una extensión de 32 hectáreas. Y, como en cualquier espacio de jóvenes, no faltó el momento de la fiesta, a pura cumbia, reggaeton y coreografías.
«Me voy con sensaciones positivas, el hecho de conocer buena gente y que sea gente que la pelea en el día a día es bueno, y dan ganas de meterse un poco más en todo lo que sea el movimiento”, contó Alejandro Ramos de jóvenes de Almirante Brown, mientras se iban los contingentes el domingo a la tarde.
Alejandro también resaltó el nivel de organización y respeto que primó en las jornadas: «Fue bueno en cuanto a la organización y muy buenas personas, las cosas quedaban en cualquier lado y nadie tocaba nada que no fuera suyo, cualquiera ayudaba si alguno lo necesitaba”
Nicolás, mientras compartían la última merienda de la jornada, preguntó «¿Cuándo es el próximo campamento?”. A pesar del cansancio por las extensas jornadas, ya pensaban en volver a repetir la experiencia.
Lejos de las problemáticas que padecen en sus olvidados barrios, las chicas y chicos disfrutaron de dos días de recreación y reflexión. A la hora de pensar las diferentes actividades los organizadores tuvieron en cuenta dos factores: La importancia de la organización colectiva y el trabajo colaborativo; y la necesidad de que los jóvenes puedan pensarse y proyectarse en el futuro.
