Acreditación vs. Autonomía: debate y conflicto irresuelto en Psicología de Comahue
«La Autonomía sigue latente, emergen las contradicciones que provoca un Estado que procura, a través del Ministerios de Educación y organismos asociados, la aplicación de la Ley de Educación Superior que supone una regulación y evaluación de la universidad, esto se traduce en una mayor intervención del Estado en la política académica universitaria. Al mismo tiempo, discursivamente se proclama el ejercicio y la vigencia de la Autonomía política universitaria, el respeto por el debate, las decisiones tomadas en el co-gobierno y la participación estudiantil». Por Ayelén Penchulef Hernández, estudiante de la Universidad Nacional del Comahue (Neuquén).
Comahue, la toma del 2004 y la reapertura del conflicto
En la última sesión del Consejo Superior del año 2014 sectores kirchneristas (oficialismo a partir de las últimas elecciones) hicieron el intento de suspender el Artículo 3 de la Ordenanza 738/04 para poder avanzar en el proceso de acreditación en la Licenciatura en Biología que se dicta en el Centro Regional Bariloche.
La ordenanza 738/04 que dispone rechazar la Ley de Educación Superior y a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria como organismo de acreditación de las carreras fue el resultado de una toma en el año 2004 que involucró la ocupación de los edificios universitarios en los 1.200kms sobre los que se extiende la UNCo. La ordenanza que manifiesta una posición defensiva de la autonomía universitaria adquirió características que la vinculan al ascenso de las luchas sociales en los `90. Este pronunciamiento -aunque importante- no logró detener los procesos de acreditación que pudieron continuar siendo implementados a partir medidas cautelares presentados a la justicia federal.
La propuesta de suspender el artículo 3 realizada por el decano del Centro Regional Universitario Bariloche Víctor Báez acompañado por la gestión implicaba que se disolviera la posición tomada por la Universidad en 2004, pero la movilización estudiantil obligó a los sectores que hoy avalan y legitiman las políticas educativas gubernamentales a retroceder sobre sus pasos para dilatar el conflicto, por lo que decidieron proponer y votar (el oficialismo cuenta con la mayoría de los representantes en el Consejo Superior) la creación de una comisión organizadora de jornadas de debate que deben servir de base para «revisar” la posición de la universidad respecto de las acreditaciones y mientras tanto suspender hasta septiembre de este año el tratamiento de cualquier tema vinculado.
Si para el conflicto 2004 la gestión universitaria del MPN era inexperta, autoritaria y antidemocrática lo que le costaría incluso socavar sus propias bases, el kirchnerismo ha demostrado ser más hábil en cuanto a contención del conflicto mostrando su estrategia un carácter dual: por un lado, las acciones más típicas para desarticular el movimiento estudiantil creando organizaciones paralelas y funcionales a su política (más que esclarecedor el avance en las conducciones de los centros de estudiantes), la negociación y acuerdos con los centros de estudiantes y la Federación por fuera de los órganos de co-gobierno, el uso y abuso de los medios de prensa y la difamación a los opositores a la vez que se contiene a los sectores más movilizados y activos creando espacios de discusión reconocidos por la universidad como los que propusieron para discutir la LES y CONEAU hasta septiembre y de los que aún no existen novedades.
2015: el conflicto en la coyuntura, estrategias y alianzas
En este marco los y las estudiantes de la Licenciatura en psicología de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología (FACEP) atraviesan una situación que cobra relevancia en la coyuntura. Desde que en 2011 el Consejo Directivo de la facultad ratificara la Ordenanza 738/04 pronunciándose en contra de la acreditación los sectores oficialistas (otrora acompañantes de la gestión Pechen «“MPN, 2002 a 2006; Vega «“MPN, 2006-2014 y actualmente alineados con Gustavo Crisafulli, Kirchnerista) comenzaría una carrera frenética e interminable para lograr la acreditación de la carrera. Por medio de un fallo judicial lograron enviar la evaluación a CONEAU pero para su sorpresa el dictamen de la comisión evaluadora fue negativo, rechazó la acreditación y sugirió reformas a la carrera, la respuesta al dictamen fue una propuesta de plan de estudios para la Licenciatura en Psicología.
Para las reinscripciones de este año quienes deseaban permanecer en el plan de estudios anterior (596/ 04) se toparon con que para hacerlo debían: I) Ser asesorados por la docente a cargo de la secretaría académica «“cuyas actuaciones merecen un párrafo aparte-; II) Firmar una constancia que eximía de responsabilidad a la universidad de la validez del título emitido, por no estar el plan de estudios acreditado por CONEAU.
Frente a los cuestionamientos estudiantiles la gestión de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología se respaldó en decir que esa había sido una recomendación de la secretaría de asesoramiento jurídico de la UNCo.
Por qué es importante este conflicto en la facultad de psicología?
En términos más generales el conflicto nos muestra que la cuestión de la Autonomía sigue latente, emergen las contradicciones que provoca un Estado que procura a través del Ministerios de Educación y organismos asociados la aplicación de la Ley de Educación Superior que supone una regulación y evaluación de la universidad, esto se traduce en una mayor intervención del Estado en la política académica universitaria. Al mismo tiempo, discursivamente se proclama el ejercicio y la vigencia de la Autonomía política universitaria «“el respeto por el debate, las decisiones tomadas en el co-gobierno, la participación estudiantil-.
El hecho de que las carreras se acrediten de igual manera por la vía del fallo judicial aunque haya una Ordenanza de CS que disponga lo contrario y rechace la LES señala las contradicciones entre una cristalización de una correlación de fuerzas en el marco universitario que no se corresponde con una correlación de fuerzas más general en el marco del Estado.
Las contradicciones no solo son visibles entre los marcos normativos de la universidad y del Estado Nacional, sino que también entre los sectores de un mismo bloque en la universidad, cuestión que queda en evidencia por ejemplo cuando el pasado Jueves 26 en la primer sesión ordinaria de Consejo Superior y luego de una manifestación estudiantil las autoridades de la UNCo desconocieron el trámite de reinscripción a la carrera de psicología propuesto por la gestión de la FACEP que ponía en duda la «validez” de los títulos de grado.
La conducción de la universidad ha cedido ante las presiones estudiantiles aunque esto les pueda significar una serie de desencuentros con la conducción de la FACEP (que aunque se asimile más con las prácticas autoritarias y discrecionales del MPN que con el «democratismo limitado” de la gestión, a mostrado ser leal al punto de comandar las operatorias de las organizaciones estudiantiles paralelas, como lo es Aluvión estudiantil «“línea estudiantil del Movimiento Evita-).
En este nuevo año, el movimiento estudiantil deberá movilizarse por sus reclamos, como la lección que ha dejado el conflicto en psicología, pero deberá redoblar esfuerzos porque el kirchnerismo aprende rápido y opta por tensar sus alianzas y licuar los potenciales conflictos en un año electoral donde los ganadores se definen por penales.