Tras las huellas de Facundo
El 19 de febrero se cumplieron tres años de la desaparición de Facundo Rivera Alegre. Joven cordobés, apodado por sus familiares y amigos como «el rubio del pasaje”. Su desaparición y su consecuente búsqueda por parte de su familia representa una lucha que, en conjunto con organizaciones sociales, políticas y culturales, denuncia la política represiva de las fuerzas de seguridad cordobesas para con los jóvenes de los barrios humildes. Prácticas amparadas por el código de faltas, andamiaje legal que avala detenciones arbitrarias, torturas y, como es en este caso, una desaparición. Para poner en contexto este hecho desde ANRed Oeste dialogamos con Mariana de la Coordinadora Anti Represiva de Córdoba. Por ANRed.
«Mi nombre es Mariana soy de la Biblioteca Popular de Bella Vista de Córdoba y somos parte de la Coordinadora Anti Represiva por los Derechos Humanos. Como espacio de articulación, un poco nuestro rol es trabajar contra la represión y nuestra lectura también es a nivel nacional, por eso formamos parte del Encuentro Nacional Anti Represivo. La idea un poco de la coordinadora es visibilizar la denuncia que hacemos y que no quede solamente reducida a lo que pasa en Córdoba. Esta es una ciudad que tiene una aplicación de la represión muy fuerte, el gobernador De la Sota ahora está proponiendo modificaciones al código de faltas, que es una herramienta que se utiliza muchísimo en el día a día por parte de la policía para poder detener pibes, para encerrarlos, torturarlos y desaparecerlos también, como es el caso de Facundo Rivera Alegre. En el caso de Facundo, la policía es uno de los principales actores señalados y desde el 2012 que lo estamos buscando. La causa tiene cosas muy turbias, poco claras y es por eso que la madre, su familia y las organizaciones que hemos estado siempre acompañando buscamos darle su lugar mediático para que se dé a conocer el caso y para que se pueda vincular junto con otros casos que suceden a nivel nacional como es el caso de los chicos que han sido asesinados por la policía, como Kiki Lezcano, Walter Bulacio, como casos de permanente violencia.”
Desde la coordinadora, ¿cómo trabajan en el territorio, desde los barrios o con otras organizaciones sociales y populares?
Bella Vista es un barrio marginalizado de Córdoba donde la policía hace estragos, donde los pibes están totalmente acorralados, donde no pueden bajar ni siquiera al centro porque son detenidos continuamente por los operativos de seguridad. Por lo tanto nuestro trabajo tiene que ver con una cuestión más de concientización de las organizaciones territoriales, un trabajo de formación, de talleres, de acompañamiento de los familiares que sufren la represión, ya sea por gatillo fácil como por detenciones arbitrarias. Hacemos movilizaciones a las comisarías cuando tenemos que liberar un pibe; ese tipo de acciones son las que habitualmente sostenemos y siempre vinculándolas con las que pasan en otros lugares para salirnos todo el tiempo de esa lectura que todo pasa en Córdoba.
Sobre la vigencia del código de faltas, ¿hace cuantos años se viene implementando? Como es sabido hace un par de meses de la posibilidad de que se trate en la cámara legislativa el «Código de convivencia”, ¿cómo lo analizan?
Para nosotros obviamente implica un recrudecimiento del aparato represivo. Va a ser disfrazar artículos con eso de la «mejor convivencia”, que en realidad lo que oculta es una intención represiva y de seguir persiguiendo pibes e ir encerrándolos. El código de faltas está desde 1994 y, como decimos siempre, tiene resabios de la dictadura. Así que no es nada tan distinto a los otros códigos de falta en otros lugares. Para nosotros es un mensaje muy claro para estar denunciándolo continuamente.
En materia de derechos, aparte de hablar de lo que pasa con los chicos de los barrios, nos encontramos también en el contexto de las inundaciones y todas las situaciones que hubo. ¿Ahí también se ve una vulneración de los derechos de los sectores populares?
Claro. Lo que está pasando con las tierras es terrible porque en realidad se disfrazan detrás de la catástrofe: detrás de lo del tsunami que cayó del cielo como dijo De la Sota, se está escondiendo una responsabilidad muy grande que tiene que ver con la inversión de empresas inmobiliarias, con el avance del desmonte y la eliminación de los bosques nativos con la deforestación y la no planificación urbana. Eso genera justamente que haya ciudades que han sido arrasadas y ni hablar de la vulneración de derechos, porque esas personas no les van a devolver su vida, ni sus cosas, ni sus afectos solo con un ingreso monetario (se refiere a los subsidios anunciados por el gobierno provincial)