28/06/2013

Estoy orgulloso de ser gay / Estoy orgullosa de ser lesbiana /

IMG_0501bis.jpgHoy, 28 de junio, es el día del orgullo lésbico, gay, travesti, trans, inter y bisexual: «Se trata de un acto de desobediencia, de rebeldía, de creatividad, de libertad y, por lo tanto, de dignidad. Se trata de dar la cara, de poner el cuerpo y de alzar la voz. De decir ‘aquí estamos, éstas somos, éstos somos, esto pensamos, esto decimos’ y se trata, entonces, de un acto que festeja la condición humana». Por Colectiva Feminista «La Revuelta».


28 DE JUNIO: DÍA DEL ORGULLO LÉSBICO, GAY, TRAVESTI, TRANS, INTER Y BISEXUAL

«Estoy orgulloso de ser gay /

estoy orgullosa de ser lesbiana /

de ser travesti»

En el bar Stonewall, en el Greenwich Village de Nueva York, la policía había tomado la costumbre de caer en redadas sorpresivas y violentas. Lugar de encuentro de gays, lesbianas y travestis, el bar se convirtió en un ícono del movimiento cuando un 28 de junio de 1969 sus habitantes hicieron retroceder a los policías, después de tres días de resistencia. Fue la primera vez que se escuchó este estribillo desafiante que opone el orgullo a la marginación.

Al año siguiente, una marcha multitudinaria instauró sin saberlo el Día del Orgullo Gay, Lésbico, Travesti y Transexual. Miles y miles se reunieron frente a Stonewall y desfilaron por la Quinta Avenida hasta el Central Park. Desde 1992, en Buenos Aires se realiza una movilización similar pero el primer sábado de noviembre, para recordar la constitución del primer grupo gay, Nuestro Mundo, creado en 1967.

Las sexualidades disidentes de Neuquén el año pasado hicieron público su orgullo. Organizaron una actividad denominada «Nuestros placeres, nuestras resistencias» en coincidencia con el Día del Orgullo. Fue una reunión a sala llena, en el local de SEJUN, convocada por Conciencia VIHDA (gays y travestis) y Fugitivas del Desierto (lesbianas feministas), dos de los grupos más activos de la región. Fue un acto cultural y político «para romper el silencio que impone el régimen heterosexual».

A propósito de ese acto político, las feministas heterosexuales, lesbianas, bisexuales, blancas, trabajadoras… de la Colectiva Feminista «La Revuelta», junto con las compañeras Mónica Reynoso y María Victoria Alfonso, periodistas del Programa Radial «Se dice de mí», expresamos en una declaración: Se trata de un gesto desafiante al modelo sexista y de violencia patriarcal que busca imponerse desde los medios de comunicación, el gobierno, los partidos, el sindicalismo y otros actores sociales cuya única, monótona y omnipresente voz excluye la diversidad y castiga la diferencia. Se trata de un acto de desobediencia, de rebeldía, de creatividad, de libertad y, por lo tanto, de dignidad. Se trata de dar la cara, de poner el cuerpo y de alzar la voz. De decir «aquí estamos, éstas somos, éstos somos, esto pensamos, esto decimos» y se trata, entonces, de un acto que festeja la condición humana. Cada acción de este nuevo 28 de junio en distintos lugares del mundo será parte de ese festejo rebelde en el que nos encontramos comprometidas junto a otras, otrxs y otros.

La sospecha heteronormativa

Es precisamente el sistema patriarcal y heteronormativo el que disciplina y somete el deseo de acuerdo con creencias tan difundidas y asimiladas que las hizo suyas la medicina, la filosofía, la ciencia, el derecho y la religión.

Diana Maffía ha escrito que se trata de tres postulados:

1) los sexos son sólo dos, masculino y femenino;

2) las relaciones sexuales tienen como fin la procreación;

3) la familia es una unidad natural.

Todo aquel comportamiento y opción sexual que se aparte de estas reglas merece ser tenido por sospechoso, raro, patológico, anormal. Su presencia molesta porque confrontan directamente con normas dominantes, vociferan con orgullo su deseo de ser diferentes y desafían la normalidad de la sociedad que histórica y permanentemente las/os ha negado y/o tratado como enfermas/os, desviados/as, torcidos/as.

La utilización de las palabras «lesbiana» y «maricón» como insulto; la presunción de heterosexualidad; los estereotipos que ridiculizan; los chistes; la pregunta por el matrimonio que nunca llega; la creencia de que el sida es una enfermedad sólo de homosexuales, son algunas de las manifestaciones de discriminación fundadas en los postulados que sintetizó Maffía. Cada tanto expresan el colmo de la violencia patriarcal cuando, por ejemplo, algún jefe de la iglesia católica condena la homosexualidad y proscribe el uso de preservativos, único método conocido para prevenir enfermedades de transmisión sexual.

Ningún derecho menos

Entre otras cosas, las integrantes de La Revuelta, pretendemos tensionar nuestro campo de saberes constituidos con los cuales escribimos nuestra existencia en el mundo, con la incomodidad permanente de la pregunta que cuestiona la trama de relaciones en que esos saberes se desplazan y significan, es una tarea primordial que tenemos por delante.

Los saberes construidos desde los feminismos, desde perspectivas queer… abren horizontes, la cuestión será establecer cómo la magnitud de esa apertura se inscribe en nuestra subjetividad, en nuestros cuerpos y en las relaciones de poder, para provocar rupturas, interrupciones, acciones colectivas, nuevas circulaciones y transformaciones.

Por ello, junto con el activismo político en las calles, en los paredones, en las escuelas, en los lugares de trabajo, investigamos sobre estas temáticas tan poco instaladas en la academias, en el entendido que nuestra taera pedagógica es fundamentalmente una tarea política.

Es parte de nuestro aporte a la lucha por la visibilización de las sexualidades transgresoras y disidentes. Así, conformamos un equipo de investigación, dirigido por Graciela Alonso e integrado por docentes de distintos niveles del sistema educativo (Gabriela Herczeg, Patricia Rodríguez, Ruth Zurbriggen y Valeria Flores), con distintas identidades sexuales y pertenencias dentro del activismo feminista y lésbico de la región, que durante el período 2003-2005, llevamos adelante el proyecto de investigación «Cuerpos que hablan. Representaciones acerca de los cuerpos y las sexualidades en mujeres docentes heterosexuales y lesbianas».

Allí abordamos la relación heterosexualidad / homosexualidad en las prácticas escolares y en las representaciones de mujeres docentes, heterosexuales y lesbianas, mostrando que la educación y las instituciones educativas están comprometidas con la transmisión de modelos hegemónicos de ser varón y de ser mujer. Se pudo revelar que además producen discursos y prácticas que originan saberes y mandatos sobre los cuerpos y las sexualidades, contribuyendo a formar no sólo sujetos de género sino también de preferencia sexual.

Transitar por esta investigación generó nuevos interrogantes y desafíos, y nos permitió aproximarnos a una problemática que es importante para profundizar la democracia y la ciudadanía, en tanto la teoría social y política, y las luchas de los movimientos sexo genéricos, tienden cada vez más a ampliar este concepto a sujetos/as y colectivos sociales que el proyecto Moderno ha dejado fuera.

Persuadidas por el desafío, actualmente estamos embarcadas en la puesta de marcha del proyecto de investigación académica de la Universidad Nacional del Comahue titulado «Aproximaciones al estudio de los movimientos sexo-genéricos en Argentina»; buscamos relevar el movimiento sexo-genérico del país, en la convicción de que son quienes «interpelan a las instituciones sociales en pos de extender el significado de ciudadanía». Trataremos de registrar y describir las demandas de los grupos «sexualmente transgresores» en las provincias de Neuquén, Córdoba, Rosario, Mendoza y Buenos Aires.

Partimos de considerar que el Movimiento sexogenérico interpela a las instituciones sociales buscando extender el significado de ciudadanía para ampliar el campo de los derechos económicos, políticos, culturales, educativos, de salud, jurídicos, etc., para todas/os las/los que opten por una vida por fuera de los cánones patriarcales y heteronormativos que se constituyen en el capitalismo actual.

Así, buscamos avanzar en el análisis de los efectos que estas interpelaciones pueden tener para la cultura, la política y específicamente, por nuestras pertenencias, para la educación. Nos interesa revelar cómo se procesan situadamente las relaciones entre identidad, diferencia y desigualdad, sosteniendo una posición que problematiza la esencialidad en la que suelen quedar atrapadas las identidades.

En nuestra perspectiva, los reclamos de los movimientos sexo genéricos politizan no sólo a la homosexualidad y a las distintas formas de disidencia sexual, sino también a la propia heterosexualidad. Si tenemos en cuenta que la educación en general y las instituciones educativas en particular, han estado y están -en todos sus niveles- comprometidas con la heteronormatividad y la construcción de subjetividades heterosexuales, nuestra investigación se propone dar cabida a temáticas que continúan relegadas del status académico y científico. Aspiramos a relevar conocimiento científico que contribuya a hacer efectiva la proclama: ningún derecho menos.

Por el ejercicio de la ciudadanía sexual,
la consagración de todos los derechos (cívicos, laborales, asistenciales, legales, educativos, sexuales y reproductivos),
por la libertad,
la dignidad y el placer de todas, todxs y todos…

Colectiva Feminista «La Revuelta»

Neuquén, 23 de junio de 2006

1.- Patriarcado: una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón. Pacto interclasista entre varones que consideran el cuerpo de las mujeres como su propiedad privada. Sistema ideológico que se adapata en el tiempo y el espacio. Por ejemplo, en los países orientales, las mujeres no pueden salir sin compañía de un varón. En los occidentales, los instrumentos del patriarcado son los medios de comunicación, la discriminación laboral, la violencia de género, los estereotipos sexuales, etc.

2.- Heteronormatividad: Según la cultura y la ciencia, hay sólo dos cuerpos (varones y mujeres), dos géneros (femenino y masculino) y una única dirección del deseo (por el cuerpo opuesto). Por eso no dudamos en preguntar a una joven si tiene novio (jamás si le gusta una mujer) y leemos en el graffiti «Lucha ama a Victoria» una consigna política y no una expresión de amor. Esta forma de leer la realidad es «heteronormativa», severamente cuestionada por el movimiento de lesbianas, gays, travestis, transexuales e intersexuales. Una sociedad heteronormativa pauta los roles sobre la base de la diferencia anatómica entre losexos; crea modos correctos de ser hombre y de ser mujer y valida una única sexualidad, la hétero; excluye, descalifica, neutraliza o persigue lo diferente. Es una sociedad homofóbica.



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