03/01/2015

Cuando Google encontró a WikiLeaks, el nuevo libro de Julian Assange

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Así se llama el nuevo libro de Julian Assange que se acaba de publicar en España y llegará a la Argentina el próximo 13 de diciembre. El fundador de Wikileaks, que lleva dos años y medio refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, esta vez pone su mira sobre el Google. Sin duda el libro será de mucho interés para todos los que siguen las profundas transformaciones que se están produciendo en las telecomunicaciones. Por Leonardo Vázquez


En una reciente videoconferencia presentando el libro, Assange realizó las siguientes polémicas declaraciones «Google es más poderoso que lo que la Iglesia ha sido jamás, y está más centralizado. Hay un control más directo desde el núcleo a la periferia, porque es como si sólo existiera el Vaticano y cada usuario estuviera en un confesionario»… tiene sus fundamentos.

Como comenta en una interesante entrevista realizada por Ignacio Ramonet para Le Monde Diplomatique, uno de los hechos que lo motivaron a publicar este nuevo libro fue la reunión que mantuvo en el año 2011 con directores de Google y funcionarios del gobierno norteamericano. En ese entonces Assange cumplía con un arresto domiciliario en Londres. Los funcionarios le anticiparon que publicarían la charla en un próximo libro llamado «La nueva era digital», en donde muchas de sus posiciones fueron luego tergiversadas. A partir de esto Assange decide publicar su libro, que busca demostrar (entre otras cosas) la estrecha colaboración de Google y las principales empresas de Internet con el espionaje generalizado que realiza Estados Unidos y la Agencia de Seguridad Norteamericana (en inglés NSA).

No olvidemos que por ese entonces Hillary Clinton ya había lanzado una nueva ofensiva sobre Internet, a partir de los levantamientos del norte de África. Las revelaciones de Edward Snowden mostrarán luego a todo el mundo lo generalizado del espionaje y la estrecha relación con empresas como Apple, Microsoft, Google y Facebook.

Julian Assange, ya anticipaba en su libro «Criptopunks. La libertad y el futuro de Internet» publicado en 2012, como se ha militarizado el espacio cibernético y como se ha avanzado en el control de la red, no solamente sobre la población en general sino también sobre empresas y gobiernos de otros países. En su nuevo libro promete poner más el eje en la profunda interrelación entre los gobiernos y las empresas de tecnología de Estados Unidos.

Tendencias de la convergencia digital

El avance de la convergencia digital en las telecomunicaciones, continúa provocando profundas transformaciones en todo el mundo. En el plano económico, se produce una concentración de medios de comunicación que avanza sobre los medios tradicionales como el papel, teléfono, música, editoriales, cine y televisión, que tienden a concentrarse en Internet, donde la rentabilidad es mayor pero más concentrada. Hay que remarcar que esta concentración es utilizada por los empresarios del sector para justificar una mayor flexibilización laboral y pérdidas de puestos de trabajo.

Esto produce disputas dentro EEUU, como la polémica de una Internet de dos velocidades (o sobre la «neutralidad de la red») que busca beneficiar a los servicios de video por demanda como Netflix que quieren mayores velocidades para sus servicios. A su vez los «tanques» norteamericanos como Google y Facebook, apuntan a la publicidad por Internet y buscan absorber la «torta publicitaria» de Internet con servicios de noticias, videos, entretenimiento, etc. Misma «torta» que se va reduciendo en los medios tradicionales o en los más chicos por país.

De esta manera las industrias norteamericanas están disputando esta rentabilidad con los medios de comunicación de los distintos países que están en desventaja para proveer estos servicios, dado el peso que tiene EEUU en los servicios por Internet y en la venta de contenidos de sus industrias culturales (con su arsenal de leyes «antipiratería«). La ofensiva norteamericana incluye la persecución a los sitios de intercambio de archivos (como el cierre de Megaupload, la reciente detención del fundador del sitio de intercambio de archivos «The Pirate Bay«, etc.). Es así como las crecientes disputas por concentrada torta publicitaria en Internet se traslada también en relación a los diarios, telefónicas y servicios de tv por cable.

La ofensiva norteamericana en la red, esta provocando resistencias de otros países que no están dispuestos a ceder terreno en el plano económico ni en el plano geopolitico. Es así como China, Latinoamérica y Europa están avanzando mediante el tendido cables submarinos para poder comunicarse sin pasar por los Estados Unidos, algo de esto puede leerse en el libro «Tensión en la red» de Esteban Magnani. China además tiene sus propias versiones de buscadores, plataformas de vídeos y redes sociales.

Assange también nos explica este proceso: «Como respuesta a la filtración de datos internacionales de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Brasil decidió conectarse con Europa a través de un cable submarino que no pasara por ese país. Hay varios países de la región trabajando en su soberanía informática. Pero es en vano si cada uno le da su nombre, su teléfono y su ubicación en el mapa a Google, porque es como si cada persona se anexara a Estados Unidos» .

Finalmente termina planteando que Latinoamérica debería desarrollar buscadores y redes sociales propios para evitar el dominio de Google. Sosteniendo que estos proyectos podrían involucrar, por ejemplo, a distintas universidades de Hispanoamérica y deberían financiarse entre el Estado y el sector privado «para no generar ni corrupción ni monopolios».

¿Adónde va Internet?

Sin duda, Julian Assange es un importante referente para los que luchan por la libertad en las redes y contra las apropiación del conocimiento y la cultura en Internet. Llevó como nadie adelante la lucha por uno de sus lemas «Privacidad para el débil, transparencia para el poderoso», promoviendo herramientas criptográficas para proteger las comunicaciones y con Wikileaks aportando a develar las filtraciones de las embajadas norteamericanas, que muestra como conspiran las clases dominantes y el imperialismo contra los pueblos. Cuestión que lo ha llevado a vivir refugiado hace más de dos años y medio en una embajada.

Es que su estrategia para lograr sus objetivos tiene sus límites. Lo que está claro, es que la democratización de Internet, no vendrá de Estados cuyos poderes económicos y militares están en estrecha colaboración con EEUU como los de Latinoamérica, ni de Europa y mucho menos de China uno de los países con mayores controles y censura en las redes. La lucha de Julian Assange está sin duda profundamente relacionada con el futuro de la humanidad. Qué estrategia y de dónde saldrán las fuerzas para poder llevar adelante estos objetivos, será tema de otro artículo.



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