La Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres convoca a movilizar en apoyo a Reina Maraz
Luego de conocerse la sentencia a prisión perpetua por «homicidio doblemente calificado, premeditado y por alevosía” contra Reina Maraz Bejarano , mujer migrante boliviana acusada de asesinar a su marido Límber Santos en complicidad con un vecino, la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres convoca a movilizar en apoyo a la joven boliviana y en repudio a esta decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 1 de Quilmes, por violar la legislación argentina de violencia de género y todas las garantías procesales. Por ANRed
Mediante un comunicado de prensa la Campaña contra las Violencias hacia las Mujeres dio a a conocer su apoyo a Reina Maraz, la joven mujer boliviana que pasó un año y medio en prisión sin poder comunicarse en su idioma, el quechua, ni entender lo que firmaba, y el pasado martes 28 de octubre fue condenada a prisión perpetua acusada de matar a su marido en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro 1 de Quilmes.
A Reina la encerraron sin haberse asegurado de que ella comprendiera lo que estaba sucediendo. Límber Santos, su marido, la entregaba como forma de pago para ser violada por su vecino «Tito» Vilca Ortiz cuando contraía deudas y con quien fue visto Límber con vida por última vez”. Vilca, principal acusado, murió antes del juicio en la Unidad 23 de Florencio Varela.
Oriunda de Avichuca, Bolivia, Reina seguirá con prisión domiciliaria en el conurbano bonaerense, en tanto, el defensor oficial Jose María Mastronardi aseguró que apelará la sentencia.
En el momento que fue leída esa sentencia a prisión perpetua, Reina que habla sólo su lengua materna, el quechua, esperó atenta las palabras de Frida Rojas, la traductora que estuvo a su lado para interpretar lo que las juezas Silvia Etchemendi, Marcela Alejandra Vissio y María Florencia Butiérrez decían. Frida buscó la forma de explicarle lo inexplicable, porque no existe la palabra perpetua en quechua, así fue que le dijo que su encierro era «al infinito», lo cual provocó la angustia y la desesperación de la joven.
Su caso denuncia una sumatoria de violencias, en palabras de las y los integrantes de la Campaña contra las Violencias, al menos cinco tipos de violencias prohibidas por la ley 26.485
En principio violencia física y psicológica, ya que su marido Límber Santos obligó a Reina a migrar a la Argentina en 2009 desde la localidad rural de Avichuca, en Bolivia, bajo golpes y amenazas de quitarle a sus dos pequeños hijos. Además, su familia política le sustrajo los documentos para que no pudiera volver a su país. Ya en la Argentina, la única forma de comunicarse con el resto era a través de Límber, quien hablaba castellano, por lo cual la dependencia de su marido era aún mayor. Agregado a eso la violencia sexual, como se relataba líneas arriba, Límber Santos la entregaba para ser violada como forma de pago de sus deudas con su vecino Tito Vilca.
La violencia institucional, ya que fue detenida embarazada y la mantuvieron en una comisaría, sin aire ni luz ni posibilidades de cuidado durante siete meses. Todo ese tiempo no pudo hablar con nadie en su idioma para que le explicaran qué sucedía. Luego fue trasladada a la Unidad 33 de Los Hornos, donde siguió sin que se ejerciera su defensa hasta la intervención de la Comisión Provincial por la Memoria, que con muchas dificultades logró que pusieran un intérprete. Y durante todo este tiempo fue desvinculada de sus dos hijos mayores.
La violencia económica se genera por su condición de mujer pobre e indígena sólo podía contar con los recursos públicos para su defensa, que demoraron casi tres años en llegar.
Y por último, pero tan fuerte como las demás, la violencia simbólica: es colocada como victimaria en un proceso judicial plagado de irregularidades que, sin perspectiva de género, reproduce sólo la versión del fiscal basada en una endeble prueba, obtenida con una cámara gesell al hijo mayor. Esta prueba es cuestionada por las tres psicólogas peritos intervinientes, ya que el niño de cinco años de edad sólo hablaba en quechua y balbuceaba muy poco castellano mientras la entrevistadora completaba e interpretaba sus frases sin conocer el idioma.
La Dirección de Litigio Estratégico y el Programa de Pueblos Originarios de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) indicaron en el Amicus Curiae presentado que «la situación de vulnerabilidad en que se encuentra Reina Maraz debería acarrear una mayor protección y un plus de cuidados y garantías de parte de los actores estatales intervinientes, según se desprende de numerosos pactos y tratados internacionales”.
A dos semanas de ese fallo, el próximo martes 11 de noviembre, se llevará a cabo la lectura de los fundamentos de esa condena, en tribunales de Quilmes, ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen 475, provincia de Buenos Aires. En ese marco es que la Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres invita a participar de las actividades que realizarán en apoyo a Reina,
desde las 10 de la mañana. A tal efecto creó un evento en facebook denominado Movilización en apoyo a Reina Maraz 11N
La Agencia de Noticias Redacción reproduce a continuación el siguiente comunicado:
La Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres convoca a movilizar en apoyo a Reina Maraz
El próximo martes 11 de Noviembre desde las 10 horas frente al Tribunal Oral en lo Criminal Nro 1 de Quilmes, calle Hipólito Irigoyen 475, Provincia de Buenos Aires, la Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres, participará de las actividades que se realizarán en el marco en que las juezas darán a conocer los fundamentos de la sentencia.
(Buenos Aires, 6/11/14) Entre las 10 y las 12 horas de este martes 11 de Noviembre la Campaña contra las Violencias hacia las Mujeres convoca a movilizar al Tribunal Oral en lo Criminal Nro 1, en la calle Hipólito Irigoyen Nº 475 de Quilmes provincia de Buenos Aires, para dejar mensajes de apoyo a Reina Maraz Bejarano, y denunciar un fallo racista que responde a un modelo hegemónico occidental que no reconoce una sociedad intercultural, tal como lo establece la Constitución Argentina.
Reina pasó un año y medio en prisión sin poder comunicarse en su lengua (quechua) ni entender de qué se la acusaba. Luego de 4 años de encierro fue condenada a prisión perpetua acusada de matar a su marido. «Reina estaba condenada de antemano por la Justicia por ser una mujer, migrante, pobre e indígena”, afirmó Eugenia Lara, integrante de la Campaña, al referirse a la sentencia dictada por las juezas Silvia Etchemendi, Marcela Alejandra Vissio y María Florencia Butiérrez.
La Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres relevó al menos cinco tipos de violencias prohibidas por la ley 26.485 que se ejercieron sobre Reina: Violencia física y psicológica, Violencia sexual, Violencia institucional, Violencia económica y Violencia simbólica.
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