24/05/2006

En Lugano los vecinos intentan impedir la construcción de un polo farmacéutico

Lugar_donde_construir_n_el_polotapa.jpgDesde el Gobierno porteño lo presentan como una gran oportunidad para el desarrollo y crecimiento de la zona sur. Los vecinos, en cambio, lo ven como un foco contaminante producto de un negociado entre políticos y empresarios. Por Ezequiel Kilmot.


La instalación de un polo farmacéutico en Villa Soldati hace rato que causa polémica en la Ciudad. Pero muy pronto la historia puede terminar. A fin de mes empiezan las obras para construir «un centro de manufactura y distribución de especialidades medicinales», según anuncia el proyecto oficial. Pero los vecinos quieren frenar su construcción porque aseguran que será un nuevo centro contaminante, en una zona que ya está en estado de emergencia sanitaria.

En abril último, la Corporación Buenos Aires Sur (CBAS), dependiente del Ministerio de Producción porteño, le adjudicó la construcción y desarrollo del polo a once laboratorios por el régimen de iniciativa privada. El plan es publicitado por varios funcionarios porteños como parte de un proyecto integral, diseñado para el crecimiento de la zona sur, eternamente relegada por estar habitada por el sector más humilde de la Ciudad. Según estadísticas oficiales, producirá 1.100 puestos de trabajo y cuenta con una inversión estimada de casi 150 millones de pesos.

Sin embargo, los vecinos agrupados en la Coordinadora Multisectorial Sudoeste (CMS), intentan frenar la construcción porque consideran que será un «foco contaminante». Gustavo Ball, integrante de Vecinos Autoconvocados de Villa Lugano, una de las 20 organizaciones barriales que forman la CMS, asegura que «la Legislatura aprobó la rezonificación del terreno como área industrial sin haber hecho el estudio de impacto ambiental correspondiente. Los laboratorios van a verter sus desechos en el arroyo Cildañez y en el Riachuelo. Su contaminación afectará varios kilómetros a la redonda, sin contar las emanaciones tóxicas por aire que pueden producir lluvias ácidas».

Desde la Legislatura argumentan que el polo no es contaminante y que los estudios ambientales ya fueron hechos, como establece la ley. Pero si es verdad que existen, a los vecinos nadie se los mostró. Inclusive, ante sus reiteradas protestas, les dijeron que se ocupen ellos de verificar si el polo contamina el medio ambiente.

lugar_donde_har_n_el_polo_2bis.jpgEl terreno destinado para esta iniciativa millonaria es una parte del ex estacionamiento del Parque de la Ciudad, ubicado entre las avenidas Cruz y Escalada y las vías del ferrocarril Belgrano Sur. Tiene 21 hectáreas y fue rezonificado como área industrial en agosto del 2005.

Por si esto fuera poco, hay otra cuestión que también indigna a los vecinos de la CMS. Consideran que, además de un peligro para la salud, el polo es un gran negocio inmobiliario para las empresas porque compraron en el sur terrenos a tan sólo $150 el metro cuadrado (con la venia del Gobierno porteño) y venderán a precios mucho más altos los que poseen en la zona norte.
Química Montpellier, LKM, Penn Pharmaceuticals, Purissimus, Pablo Cassará, Therabel Pharma, Laboratorios Mar, Panalab Argentina, Aristón-Higaté-Spedrog, Domínguez y Omicrón son los once laboratorios que construirán el polo, pero en total serán 150 los que se instalarán una vez terminadas las obras.

A la hora de buscar responsables los cañones apuntan al destituido jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y a Enrique Rodríguez, ex funcionario menemista, y hoy ministro de Producción de la Ciudad. Rodríguez fue mandamás de la CBAS y es el principal impulsor del proyecto del polo. Asegura que la industria farmacéutica «no es contaminante», y que los laboratorios «presentaron el estudio de impacto ambiental junto a su iniciativa».

La lucha por frenar el polo no es la única que afrontan los vecinos del sur de la Ciudad. Hace 20 años que les prometieron la construcción de un hospital con 250 camas. El mismo día que se sancionó la ley del polo, el 11 de agosto de 2005, otra estableció que a pocos metros de allí (aunque parezca un chiste de mal gusto) debe construirse el hospital. El plazo para el comienzo de las obras vence el próximo septiembre y todavía no han colocado ni un ladrillo.

cementeriobis.jpgAdemás, en la Villa 20 reclaman la urbanización y el traslado del «cementerio» de autos de la Policía Federal, que con sus ratas y toneladas de chatarra y óxido representan un grave peligro para la salud.

Por último, los habitantes de Lugano I y II duermen con un ojo abierto todas las noches para poder vigilar el Parque de las Victorias, único espacio verde del que gozan casi 150 mil personas, porque ahí el Instituto de la Vivienda porteño (IVC) pretende construir un complejo habitacional de precaria calidad que provocaría el colapso del barrio.

Ezequiel Kilmot



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