25 años de comunicación y cultura popular
El pasado 19 de junio cumplió años una de las FM alternativas más relevantes de Argentina. Para conocer su historia, sus concepciones, y cómo seguirán con los festejos por la larga vida cumplida, hablamos con Flavia Medici, Rafael López Binaghi, Diego Skliar y Laura López Portela, del Colectivo La Tribu. Por ANRed
– ¿Cómo surgió La Tribu?
– La Tribu nació en 1989 como un colectivo de comunicación y cultura a partir de una iniciativa de un grupo de estudiantes de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA. Al principio, habitó en un departamento de la calle Gascón al 500 pero pronto se mudó a la casa de colores, la casa con parlantes de Lambaré 873, en el barrio porteño de Almagro. Hoy, además de ser una radio comunitaria, alternativa y popular, que transmite en la 88.7 FM del dial, La Tribu es un auditorio y un bar, conversatorios, charlas, talleres, videos, conexiones libres, encuentros con radio-participantes y otras organizaciones.
– ¿Qué cambios notaron estos años?
– La sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual abrió un campo de discusiones al interior de los colectivos de comunicación comunitaria, alternativa, popular. Si bien desde La Tribu acompañamos el proceso que llevó a la ley, tanto a partir de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, como con los aportes realizados desde AMARC (la Asociación Mundial de Radios Comunitarias), nos encontramos con que, a casi 5 años no se aplican muchos de los aspectos de la norma. Algunos de los puntos que se cuestionaron a la ley fueron los que impulsamos en conjunto con la Campaña 365D, donde exigimos que se avance en el plan técnico que permita establecer el 33% del espectro radioeléctrico destinado a medios sin fines de lucro y reclamamos que se genere una diferenciación dentro de este sector para los medios comunitarios, alternativos y populares, entre otros puntos. Hoy por hoy, también se está dando una nueva organización entre diferentes redes para lograr un proyecto de ley que apunte a la equidad en la distribución de la pauta oficial. En un contexto de polarización, donde lo comercial y lo estatal parece tomar un discurso alternativo, la disputa de sentidos sigue vigente y es desde la autonomía que se construyen salidas a una lógica binaria que pretende ser impuesta.
– ¿Y en cómo construir una radio CAP?
– Aunque cambiaron algunas cuestiones que nos permiten entre otras cosas ya no ser ilegales o truchas, la construcción de una radio de este tipo, cualquiera sea la denominación que adquiera basada en la práctica, corre por otros caminos y eso debería seguir siendo así. El surgimiento de las radios está más vinculado a una necesidad de comunicar ciertas cuestiones para intentar cambiar la realidad del territorio en el que se actúa. Ya sea que surja en medio de una organización mayor o como fruto de que la comunidad se haya organizado.
En el contexto actual en el que se está produciendo un acceso a algunos de los reclamos históricos de estos medios como los Fondos de Fomento que son parte de la nueva Ley y la lucha por una ley de pauta oficial, es necesario reforzar la idea de que sólo un objetivo político claro y la búsqueda de autonomía del estado y del mercado posibilitarán a los medios de este tipo sostenerse en distintos contextos.
– ¿Cómo van a festejar los 25 años?
– Nuestra rebeldía es, también, la alegría. Por eso, ya arrancamos los festejos bailando el 19 de junio en Groove, con Las Taradas y Sara Hebe. También estamos preparando un libro con citas de personas que han pasado por La Tribu como Fernando Cabrera, Liliana Felipe, Osvaldo Bayer, Nora Cortiñas, Bifo Berardi, Christian Ferrer, Fabián Casas, Gabo Ferro y CORREPI, entre otros. Este libro va a estar acompañado de un disco grabado íntegramente en distintos lugares de nuestra casa, con obras instrumentales e inéditas realizadas por músicos como Rolando Goldman, Soema Montenegro, Daniel Mazza, Matías Mormandi, entre otros. Además, organizaremos un campeonato de fútbol con otras agrupaciones sociales y tenemos planificadas distintas formas de intervenir en las calles de la ciudad ya sea con teatro, danza, artes plásticas o visuales. Ahí también podemos encontrarnos.
– Están renovando la estética (gráfica y sonora). ¿Qué apuntan a transmitir con los cambios?
– La artìstica de una radio es su expresión identitaria. Es el intento de concentrar en poco espacio la potencia múltiple del proyecto. Siempre es en diálogo con la propia historia y con hechos coyunturales a la vez. Construye nuevos sentidos en el lenguaje, a la vez que busca neutralizar y combatir el horrible dialecto de la vida mercantilizada. Las nuevas síntesis parten primero de discusiones asamblearias, del trazado de nuevas utopías. «Encendida» es una de las nuevas palabras: la brasa, el fuego que se contagia, la permanencia, naturaleza y digital, el erotismo necesario que mantiene apasionada cualquier militancia. De allí, también, otra: «Sin Aire no hay Fuego»: el diálogo, la convivencia plural, la exigencia a quienes regulan de garantizar el espacio para la respiración que da fuerza a las llamas. «Tomá Aire» también se desprende de estos conceptos: darse una pausa, pero también ocupar de manera comunitaria un recurso para preservarlo de su explotación comercial y probar allí otros sistemas de valores. En términos sonoros, determinamos experimentar con la «ecología acústica»: no sumar ruido al ruido de la autopista semiótica, hacer espacio en la velocidad. No hay impacto futuro que pueda suceder si antes no se pasa por un estado de reposo. En la gráfica trabajamos en el diálogo y la convivencia con estéticas anteriores: un momento de mutación-transición del proyecto y también de las conflictividades sociales: la montaña y la reja, la bicicleta y la contaminación, la carne y los cables. Pararse de frente ante la tensión de pretender «buen vivir» en espacios urbanos.
Sin aire no hay fuego, el video por los 25 años estrenado en la Fiesta del 19 de junio