04/05/2006

Elecciones: ¿Por qué la U.B.A es antidemocrática?

La nueva elección de rector de la Universidad de Buenos Aires vuelve a agitar un reclamo histórico del estudiantado: la democratización en los mecanismos de elección de las autoridades universitarias. La candidatura de Atilio Alterini despierta, a su vez, la furia estudiantil al postularse como candidato a rector de la UBA un fantasma de la dictadura militar. Alterini representa a la Ley de Educación Superior cuyos módulos excluyentes, represivos, y privatizadores de la enseñanza superior, profundizan aún más la elitización y antidemocratización de la UBA. Este viernes realizarán una marcha universitaria hacia el Rectorado,a las 18 hs, en rechazo a la candidatura de Alterini. Concentración 17.30 en la sede de Marcelo T. de Alvear.


Cómo es el mecanismo de elección en la UBA

La Asamblea Universitaria, que es la encargada de elegir el Rector, está compuesta estamentalmente por el Consejo Superior: el rector, los trece decanos de las facultades y cinco representaciones de cada uno de los tres claustros de docentes, graduados y estudiantes.

Los docentes concursados, cerca de 650 en toda la UBA tienen dentro de la asamblea 236 miembros y 104 representaciones mientras que el resto de los más de 30 mil docentes tienen 52 representaciones y son considerados dentro del claustro de los graduados. A cada uno hay que sumarle los 15 miembros del Consejo Superior: cinco docentes concursados, cinco graduados y cinco estudiantiles, que son elegidos por los consejeros directivos de la instancia anterior.

El mecanismo de elección y el sistema de gobierno feudal tiene raigambre en la votación aristócrata que logra agarrotar a docentes que se perpetúan en el gobierno. No es democrático que el voto de un docente concursado equivalga al voto de 300 estudiantes.

Los 300 mil estudiantes de la UBA solo tienen 5 representantes en el Consejo Superior y un 25 por ciento de la Asamblea Universitaria, mientras que los profesores concursados no llegan al 1 por ciento de la población universitaria y cuentan con 18 representantes y más del 50 por ciento de la Asamblea. No obstante los más de 11 mil trabajadores no docentes directamente no tienen representación. Menos del 2% de los docentes (650 sobre 30 mil) tienen derecho a ser electos y gozan de la mayoría en los órganos de co-gobierno.

Por su parte los profesores del Ciclo Básico Común siendo regulares, carecen de derecho a elegir dada la precariedad como unidad académica. Inclusive el 74 por ciento de los docentes de la UBA no pueden votar al estar en condición de docente-auxiliar. Y los que votan, lo hacen a través del claustro de graduados.
Los auxiliares son los que en su mayoría están frente a los cursos y cargan con la responsabilidad de la enseñanza diaria de los alumnos.

La búsqueda de una forma de gobierno democrática tiene su génesis en la reforma Universitaria de 1918 la cual restó el poder al oscurantismo y la comunidad eclesiástica. La conquista de estudiantes y algunos docentes, promovió la democratización y la autonomización del gobierno nacional.

La revuelta estudiantil logró que se estableciera un co-gobierno tripartito de la comunidad académica de manera igualitaria con carácter laico, público y gratuito. Sin embargo durante la dictadura de la Revolución Libertadora presidida por Lonardi, quien luego fue reemplazado por Aramburu, la universidad fue intervenida y en 1958 se modificó el estatuto universitario que recortó el cogobierno, otorgándole mayor representación a los estamentos profesorales

¿Si la UBA es democrática porque se hicieron reformas al estatuto sin llamar a Asamblea Universitaria?

Pese a la vuelta a la «democracia en Argentina», la Universidad de Buenos Aires continuó teniendo prácticas profundamente antidemocráticas y represivas que socavaron los derechos a la educación como un ámbito de formación integral al servicio de la sociedad.

Durante el mandato de Oscar Shuberoff, un economista radical que se mantuvo enquistado como rector durante dos décadas el mismo, reformó dos veces el estatuto universitario sin llamado a asamblea universitaria. Shuberoff junto al ministro de educación asumieron de forma bi-decisional el rol que le compete a la asamblea universitaria.

La primera reforma fue modificar el tiempo de duración de los mandatos de los consejeros estudiantiles directivos y la segunda fue la supresión del artículo del Estatuto Universitario que establecía que para ser consejero estudiantil directivo o superior era necesario el 50 por ciento de la carrera aprobada. Esto se sumó a que en algunas facultades se realizaron pocos o casi nulos llamados a concursos docentes lo que logró que de esta manera se apostrara un padrón no representativo.

Otra resolución establecida por decreto fue la creación del Ciclo Básico Común. EL CBC es un mecanismo de filtro universitario por el que deben atravesar los alumnos para acceder a una carrera universitaria. Lo que oculta es que está establecido que por año hay un cupo de ingreso limite.

Metodológicamente representa un exámen de ingreso prolongado dado que si el estudiante cambia la elección de su carrera, debe hacer las materias del CBC correspondientes a la nueva elegida. Ese mecanismo provoca que en muchos casos sea frustrante y promueva encubiertamente la deserción de parte del alumnado.

Si el objeto de la enseñanza es propulsar la educación del pueblo en forma transparente y democrática no pueden existir candidatos que representen lo peor de la historia argentina.

La conducción radical representada por Franja Morada enquistada los últimos veinte años, que hoy apoya a Alterini por representar la continuidad del modelo shuberoffista, condujo a la UBA a prácticas corruptas y totalmente antidemocráticas sustentado en un aparto burocrático.

La denuncia del ex director del Hospital de Clínicas, Juan Antonio Mazzei, que acusó a Shuberoff por presunta «asociación ilícita», abrió cauce a la investigación de su gestión de gobierno que sumó puntos en contra a su mandato totalmente burocrático y antidemocrático. Shuberoff, fue acusado de corrupción y malversación de fondos de la UBA.

A principios de 2001 la Sindicatura General de la Nación (Sigen) detectó en la auditoría realizada en la UBA que se «omitió, alteró y hasta lavó» denuncias por irregularidades. El auditor general de la UBA en ese momento, Hugo Ernesto Bottino, fue acusado de eliminar, alterar y hasta modificar observaciones y pedidos de investigaciones administrativas.

La Sigen sostuvo la existencia la duda en cuanto al manejo de los fondos que recibió esta universidad por convenios y servicios a terceros. Además se intentó verificar si Shuberoff sería o habría sido dueño de siete inmuebles en los Estados Unidos, además de poseer tarjetas de crédito y cuentas bancarias en el exterior, que no habría declarado ante la Oficina Anticorrupción.

Refundar la Universidad

Los estudiantes junto a diversos docentes denuncian el sistema profundamente antidemocrático del régimen de poder de la UBA y el carácter feudal de gobierno.
La pelea se centra en reformar el estatuto universitario e implementar nuevamente el gobierno tripartito, entre estudiantes, docentes (en un mismo claustro) y trabajadores de la universidad, con el mecanismo de la elección directa a las autoridades (un persona un voto) para que todos los miembros de la comunidad educativa tengan voz.

Lo que está en discusión son las bases sociales y políticas de la misma universidad. La construcción de una universidad verdaderamente pública y gratuita al servicio de los intereses de los trabajadores y el pueblo no es compatible con los intereses del decano de Derecho, ni de la Ley de Educación Superior (LES) ni cómo fue gestionada hasta el momento.

La Ley de Educación Superior es una ley votada bajo el gobierno menemista para favorecer la privatización de la Universidad pública. Propone incorporar el exámen de ingreso, recortar los títulos de grado, arancelar los postgrados (dejando sin acceso a la formación postuniversitaria a miles de estudiantes), profundizar los cupos y ranking (representan un sistema elitista de acceso por calificación y puntaje que dejan a miles de estudiantes sin cursadas) y realizar convenios con empresas privadas respondiendo a los intereses corporativos.

El avance de la privatización de la educación a través de a implementación de la LES está socavando el acceso gratuito a la educación y privatiza los estudios de grados respondiendo a los intereses de las grandes multinacionales. La formación integral de los estudiantes quedaría relegada a direccionar los contenidos de las currículas a las necesidades de mercado económico restándole importancia al conocimiento social causante de la expulsión social del sistema, en síntesis: se curan las enfermedades y no los síntomas que la producen.

La falta de compendio democrático universitario también se trasluce en otros terrenos. Sin ir más lejos, la universidad arrastra con problemas estructurales que hacen de espejo a las concepciones que los directivos de la universidad tienen sobre la educación.

Las necesidades son muchas, las respuestas muy pocas. Ello se debe a la imposibilidad del estudiantado de injerir en las decisiones académicas. Para citar solo alguna de las cuestiones, desde hace años la Facultad de Ciencias Sociales reclama un edificio único. Al presente funcionan tres: sede Marcelo T. de Alvear, sede Parque Centenario y sede de Tucumán que desintegra la articulación real entre las disciplinas y las necesidades del campo social.

Las condiciones de enseñanza son paupérrimas, sobrepoblación universitaria, falta de infraestructura edilicia, falta de ventilación, falta de aulas, problemas de inscripción por la cantidad de alumnos, falta de oferta de materias, escasez de becas, entre otras. A su vez, más de 11 mil docentes universitarios ad-honorem no cobran por su trabajo y los que cobran son salarios de indigencia.

Phillip Altbach, educador norteamericano, en un ensayo sobre la Universidad Pública la definió como: «El Darwinismo en la UBA: sobreviven solamente los más aptos, porque nadie ayuda a los jóvenes estudiantes de la UBA. La UBA se las arregla así para graduar jóvenes muy bien preparados para la vida, porque son justamente los sobrevivientes en un medio hostil, y todo eso a muy bajo costo»

Alterini profundizó el darwinismo en la UBA

La candidatura del actual decano de derecho Atilio Alterini es más que una controversia. No solo su prontuario de haber sido parte del staff de funcionarios que arriendaron la última dictadura militar lo acusa de que su proyecto no es justamente construir una universidad del pueblo.

Alterini carga con el antecedente de haber ocupado un cargo político, nombrado por Osvaldo Cacciatore, como Director de Asuntos Jurídicos de la Ciudad de Buenos Aires durante el período de 1981 y 1982. Si volvemos una hoja de página hacia su historia académica, la misma, denuncia que no renunció a su cargo tras los sucesos de la noche de los bastones largos, cuando sus colegas lo hicieron, lo que le permitió acceder a un cargo superior.

Solo este hecho es motivo suficiente para que sea repudiado por los organismos de derechos humanos y por los estudiantes. A la lista de repudios se suma haber implementando la Ley de Educación Superior en la Facultad de Derecho con lo cual en caso de ser electo, arrastraría a toda la UBA a someterse al funcionamiento de la LES.

No es casual que Alterini cuenta con el apoyo de Nuevo Espacio, (Franja Morada) y se lo catalogice como la continuidad neoshuberoffista. Los hechos acontecidos el pasado dos de mayo demuestran cual es el modelo de universidad que las corrientes que lo apoyan buscan instaurar en toda la UBA.

Tampoco es casual que la Facultad de Ciencias Económicas cuyo centro estudiantil está monopolizado por Nuevo Espacio tenga la mayor cantidad de estudiantes de postgrados arancelados de toda la UBA, cuyo valor monetario remite a la cifra de entre 6 mil y 15 mil pesos. Esta es la educación accesible, gratuita y al servicio de los trabajadores que se dibuja detrás del perfil de Alterini.


Estatuto Universitario



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba