17/05/2014

La fábrica por asalto

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En la primer semana de mayo, a María Muñoz, envasadora en la fábrica Cabo Corrientes del puerto de Mar del Plata, le avisaron cuando se presentó a trabajar que iba a ser despedida. Tras la toma de la fábrica y negociaciones entre el SOIP y la patronal, fue reincorporada. La precarización laboral y los despidos, a la orden del día. Por COMUNA | Mar del Plata, en la RNMA


María Muñoz trabaja para la fábrica Cabo Corrientes desde hace un año. La fábrica, perteneciente a Sur Trade S. A., queda en Guanahani y Edison, en pleno puerto de Mar del Plata. Para no desentonar con su entorno, conocido en toda la ciudad por el ser punto neurálgico del trabajo precarizado, los trabajadores de la fábrica no se encuentran registrados. A su vez, había varias situaciones particulares dentro de la plata: las producciones se pagaban 50% menos que en otras y el aumento que la patronal había acordado dar no llegaba. María, como haría cualquier trabajador, charló de esto con sus compañeros. Grave error.

El miércoles 30 de abril, cuando se presentó a trabajar, no sólo no la dejaron entrar a la fábrica, sino que le avisaron en el mismo momento que estaba despedida. Las razones: reducción de personal, supuestas peleas con compañeros de trabajo y la falta de respeto a un Capataz. Llama la atención hasta al más cándido que la reducción de personal implique a sólo una trabajadora.

Delegados del SOIP (Sindicato Obrero de la Industria del Pescado) se encontraban en la fábrica viendo si se estaban pagando los aumentos correspondientes. Ahí se enteraron de la situación y se decidió tomar la fábrica exigiendo la reincorporación de la trabajadora despedida, el pago del aumento y $3000 pesos de subsidio. También se exigió la regularización de los trabajadores y que se les garantice mientras tanto un mínimo de $1000 pesos por semana. Carlos Mata, dueño de la fábrica y presidente de la Cámara de Cooperativistas, puso custodia policial fuera de la fábrica y hubo efectivos policiales durante la jornada de toma. Por otro lado, la patronal alega que el pago del subsidio no es necesario, ya que la fábrica se encuentra en constante producción. Recodemos que, en casi todas las fábricas del puerto de Mar del Plata, el salario de los trabajadores se encuentra sujeto a la producción.

Finalmente, tras más de un día de toma, se obtuvieron algunas de las reivindicaciones exigidas. La trabajadora será reincorporada tras un mes de suspensión con goce de sueldo y se garantizara un mínimo de $500 en caso de que la producción no supere ese monto. A su vez, se garantizara un 23% de aumento de sueldo, más el pago del 8% que se había acordado anteriormente.

Los conflictos en el puerto de Mar del Plata parecen relativamente serenados en relación a otros años. Esto, por supuesto, no quiere decir que no los haya. Las ganancias millonarias que genera la industria del pescado en la ciudad se siguen produciendo en base a la sobreexplotación y el trabajo no registrado, escondido bajo el subterfugio de «fábricas cooperativas”. Mientras esto se mantenga se podrá esconder o sosegar las injusticias, pero sólo temporalmente; cuando los problemas son estructurales, los conflictos son inevitables.

COMUNA

Colectivo de comunicación autogestionado | Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina.

http://www.colectivocomuna.com.ar/



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