Familiares de víctimas de Neuquén y Río Negro participarán del 5º aniversario de la desaparición de Luciano Arruga
Lo anunció a través de un comunicado de prensa la Multisectorial Contra la Represión y la Impunidad de Río Negro y Neuquén: los familiares de Braian Hernández, Matías Casas, Sergio Ávalos, Carlos Painevil y Daniel Solano – todas ellas víctimas de la represión y la impunidad en esas provincias – se harán presentes en la Jornada Cultural por los Derechos Humanos que familiares y amigos de Luciano Arruga realizarán mañana, sábado 25, junto a organizaciones sociales, políticas, de DDHH y medios alternativos a 5 años de la desaparición del joven. Difundimos comunicado.
Se cumplen cinco años de la desaparición forzada de Luciano Arruga y la Multisectorial estará presente en Buenos Aires. El viaje para compartir la jornada cultural que se llevará a cabo el sábado 25 es posible gracias al inmenso esfuerzo que la agrupación de familiares y amigxs del joven que desapareció tras negarse a robar para la policía bonaerense viene realizando con el objetivo de que este tipo de encuentros se efectivicen. Concurrirán familiares de Braian Hernández, Matías Casas, Sergio Ávalos, Carlos Painevil y Daniel Solano, todas ellas víctimas de la represión y la impunidad de Río Negro y Neuquén.
Tal como lo hizo durante el juicio a los trabajadores petroleros criminalizados en Las Heras, la Multisectorial contra la represión y la impunidad de Río Negro y Neuquén estará presente en Buenos Aires en un momento en el que es decisiva la unión de las familias de las víctimas y las distintas agrupaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos, fundamentalmente por la lentitud y el vapuleo constante de la justicia y los poderes políticos, además de la manipulación de la memoria y luchas del pasado, al mismo tiempo en que se encubre y silencia la sistemática violación de los derechos humanos hoy.
La experiencia recogida en cada una de las luchas que damos nos exige una forma conjunta de romper con las censuras mediáticas y los aislamientos políticos y a requerir avances concretos en las investigaciones, juzgamientos y condenas de los autores materiales, pero fundamentalmente de los responsables políticos de asesinar y desaparecer a cada víctima. Porque son políticas y de justicia las razones por las que millones de jóvenes son condenados a muerte o arrebatados de sus hogares por la injusticia, la desigualdad, el hambre, la corrupción, el narcotráfico, la trata de personas y la represión.
El próximo 31 de enero se cumplen cinco años de que Luciano Arruga fuera desaparecido tras negarse a robar para la policía bonaerense. Tenía 16 años y el último lugar en el que fue visto es el Destacamento Policial de Lomas del Mirador, hoy convertido en Espacio para la Memoria gracias a la lucha constante que la agrupación de Familiares y Amigxs lleva adelante.
El sábado 25 se realizará una jornada cultural y de lucha por los derechos humanos, a partir de las 14 horas, en la plaza Luciano Arruga en Lomas del Mirador. Habrá bandas de música, charlas, serigrafía, teatro, actividades para niñas y niños y artesanías. Mercedes Ávalos «“hermana de Sergio-, Elyzabeth Hernández «“mamá de Braian-, Claudia Painevil «“hermana de Carlos-, Liliana Silva «“mamá de Matías-, familiares de Daniel Solano e integrantes de la Multisectorial, participarán de las actividades y expondrán los casos que atraviesan.
Sergio Ávalos vivía en la localidad neuquina de Picún Leufú y había llegado a la capital provincial para estudiar la carrera de Contador Público Nacional, pero el 14 de junio del 2003, tras ir a bailar al boliche Las Palmas, no se lo volvió a ver. La hipótesis más firme, en la que coinciden muchos de los testimonios, involucra a los policías, miembros del Ejército Argentino y ex militares pinochetistas, que se encontraban en el local bailable realizando adicionales y que solían golpear, torturar y maltratar a los jóvenes, tanto dentro como fuera del boliche. Constan como prueba de la participación del aparato represivo del Estado las innumerables denuncias realizadas por los estudiantes de la Universidad Nacional del Coamhue y familiares acerca del encubrimiento e inacción de los diferentes poderes del Estado e instituciones vinculadas en el momento de su desaparición. Hoy a más de 10 años de lucha por verdad, memoria y justicia, continuamos dando pelea por el inmediato cambio de carátula a desaparición forzada, exigido en octubre del año pasado ante el poder judicial.
Braian Hernández tenía 14 años cuando, en diciembre del 2012, el policía Claudio Salas lo fusiló mientras paseaba en un auto con amigos en el oeste neuquino. El uniformado que disparó en la nuca del niño, fue condenado a fines de noviembre del 2013 a cadena perpetua por el crimen, actualmente se encuentra cumpliendo prisión preventiva. Durante las audiencias, Gabriel Gutierrez, uno de los testigos clave del proceso y quien manejaba el vehículo en el que se trasladaban los jóvenes, fue acribillado a balazos tras declarar; habiendo anticipado en su testimonio su temor a la institución que ya lo había atormentado y que lo tenía amenazado.
Carlos Painevil desapareció el 2 de junio del 2012 y la policía sigue diciéndole a su familia que se fue por sus propios medios. Tenía 31 años, tres hijxs, una de las cuales nació después de su desaparición, era bombero voluntario y taxista en la localidad de Allen, Río Negro. La noche en que desapareció estaba realizando un viaje para la base La Nave, con la que se desempeñaba. El vehículo que conducía fue hallado en el barrio confluencia de la capital neuquina, pero Carlos no estaba dentro. Un compañero de trabajo reconoció que el hombre había anunciado que realizaría un viaje a Cipolletti, después del cual nada más se supo.
Matías Casas fue asesinado a balazos por el policía Héctor Méndez, quien debía ser juzgado el pasado diciembre, pero los tiempos de la justicia favorecedores de las estrategias de su defensa jugaron una mala pasada a la familia del joven. Tenía 19 años y recibió cuatro disparos la madrugada del 22 de julio del 2012, cuando el mencionado policía, fuera de sus funciones pero con el arma reglamentaria, lo baleó y después de muerto lo pateó en el piso gracias a la complicidad de otros uniformados.
Daniel Solano llegó de Tartagal a Choele Choel a trabajar en la cosecha, traído por la empresa Agrocosecha (hoy Trabajo Argentino) para desempeñarse en Expofrut y, tras descubrir la estafa que sufrían los trabajadores por dichas empresas, se organizó junto a sus compañeros para reclamar el reintegro de lo robado a los trabajadores. El 5 de noviembre del 2011 y con 26 años de edad, dos días antes de hacer efectiva la movilización acordada con sus compañeros, despareció de un boliche bailable, al igual que Sergio Ávalos, en el que, también como en el caso del joven de Picún Leufú, eran policías quienes hacían las veces de patovicas. Desde su desaparición, su familia viajó desde Salta para instalarse en un acampe frente al juzgado, del que dice no se va a retirar si no es con el cuerpo de Daniel.
Los abogados que investigan el caso descubrieron el negocio de la trata de personas para la explotación laboral tras la terciarización en la actividad y la complicidad de la policía provincial con las empresas, jueces y funcionarios políticos, además de toparse con numerosos casos más de abuso estatal e, incluso, de homicidios y desapariciones como las de Pedro Cabañas Cubas y Héctor Villagrán. Hay siete policías cumpliendo prisión preventiva involucrados como autores materiales del crimen, pero no hay ningún autor material imputado. Nos encontramos exigiendo la inmediata prisión de los más de veinte imputados por la querella de la familia de ser responsables intelectuales y materiales de su asesinato y desaparición forzada. También denunciamos las garantías de impunidad que brindaron y brindan tanto los Estados provinciales de Río Negro y Salta como el Gobierno Nacional de Cristina Fernández, que retrasaron durante dos años las medidas requeridas para encontrar el cuerpo de Daniel. Continuamos en su búsqueda y los hacemos responsables de la seguridad, tanto de la familia Solano y como de sus abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio, ya que están dado una lucha cuerpo a cuerpo, dilucidando la forma criminal y sistemática en que las mafias enquistadas en aparato político, judicial y represivo, actúan para mantener este sistema corrupto de explotación y opresión.
Cada uno de los casos que nos ocupa, junto con el de Luciano Arruga y los cientos y miles de jóvenes víctimas de la institución policial en todo el país, están unidos por un hilo conductor: el Estado como opresor, la pobreza, la juventud y las y los trabajadores y luchadores como objetivo de la represión.
¡No es un policía, es toda la institución!
¡Ni un pibx menos!
Desmantelamiento del aparato represivo del Estado.
Multisectorial contra la represión y la impunidad.
Contacto:
Nadia Paris: 0299-155170001
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Contacto Familiares y amigxs de Luciano Arruga:
Vanesa Orieta: 0111537644360