Ponencia de Sergio Sallustio en el Taller EDI
Sergio Sallustio, integrante de Autodeter- minación y Libertad (AyL), fue otro de los economistas que participó en el taller del 30 de noviembre convocado por el EDI
. En su ponencia destacó varios elementos que dan cuenta que durante el gobierno actual «no se han hecho cambios profundos ni en la matriz productiva ni en la distribución del ingreso y la riqueza” y que el kircherismo «estuvo lejos de girar en esta tendencia que benefició y beneficia a toda la renta empresaria”. Para Sallustio, los «perdedores” de esta década han sido los trabajadores.
Sobre el diagnóstico de la situación actual, Sallustio asevera que «pasados doce años desde la más profunda crisis económica de nuestro país, y diez años del gobierno actual, hay múltiples indicadores macroeconómicos y sociales estancados o en franco retroceso”. Desde su perspectiva, «esto se debe a que no se han hecho cambios profundos ni en la matriz productiva ni en la distribución del ingreso y la riqueza; la estructura económica de los años 90 se mantiene intacta o incluso se han profundizado los rasgos más negativos”. Para ilustrar esta afirmación da varios ejemplos: extranjerización de la economía; extensión de la megaminería a cielo abierto; acuerdo con Chevron e la introducción del fracking; extensión de la soja transgénica y contaminante; incremento de la concentración económica; continuidad de los pagos de deuda externa; empeoramiento de las condiciones laborales.
A su vez, señala varios elementos de crisis que se van agudizando, como el déficit externo, el déficit de las cuentas públicas y la baja en las reservas.
En su diagnóstico, el economista sostiene que «en esta década hubo ganadores y perdedores”. Los «ganadores” son quienes pudieron fugar dólares antes de las limitaciones, los tenedores de bonos en dólares, los exportadores, los bancos, los marcadores de precios. Mientras que «los perdedores son los trabajadores con ingresos reales en retroceso frente a una inflación firme y en ascenso, los beneficiarios de prestaciones sociales en riesgo frente al creciente déficit fiscal, los precarizados en sus múltiples e inagotables formas, los que no pueden acceder a una vivienda, el 25% aún debajo de la línea de pobreza, los millones que no cuentan con servicios básicos”. Y remarca que «toda esta situación que tiende a empeorar y que muestra signos de decadencia, no es para nada nueva, viene desde el 2008”.
Para Sallustio, además, el gobierno «estuvo lejos de girar en esta tendencia que benefició y beneficia a toda la renta empresaria” y «logró estirar la agonía del modelo y evitar caídas bruscas”. Sin embargo, afirma que «sí se perciben en este momento elementos de crisis política al interior del gobierno. Posiblemente eso sí se agudice en muy poco tiempo”.
Respecto al papel de la izquierda, el economista señala que hay dos grandes papeles. Por un lado, «una más tradicional, que ha crecido en el sector estudiantil, en el gremial, y también en el ámbito electoral” y, por otro lado, «una izquierda alternativa, muy heterogénea, con mucho por construir, en principio abierta a profundizar los debates, con la intención de construir desde el respeto a las demás corrientes políticas, con lazos fraternales y sin autoproclamación”.
Por último, destaca que los principales desafíos estarán en «las luchas cotidianas y extraparlamentarias” y cita varias reivindicaciones como final de su ponencia. Entre ellas: defensa del salario, derecho a vivienda y a servicios esenciales, resguardo del espacio público, derecho de los pueblos originarios por sus tierras, entre otros.
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