La economía de los candidatos (I)

Más allá de los spots que proponen amar al país, o escuchar a «la gente”, o votar a candidatos honestos, cada lista insinúa algunas propuestas, más o menos concretas, para continuar o modificar el rumbo de la economía argentina. En esta primera nota, las propuestas de la izquierda. Por Daiana García para ANRed.

Desde el inicio de la campaña electoral hemos visto muchas caras aparecer en carteles: sonrientes, cinematográficas, teatrales. La puesta en escena tuvo peleas, histeriqueos, chimentos típicos de una novela pero»¦ ¿era una novela?

Bastaba abrir un diario para leer: Sergio Massa no iría con Cristina, en la UNEN Lilita y Pino se pelearon y Pino salió a criticarla, Victoria Donda y Gil Lavedra juegan al Candy Crush»¦ Mucho sabemos sobre la campaña de la vieja UCR, sobre Argen y Tina, sobre más cámaras por más seguridad o los carteles enormes de De Narváez sobre que es ella o vos, y la lista continúa. Innumerables campañas que rozaban muy de cerca el show mediático inundaron los diarios y la TV argentina cual programa de Tinelli. Pero ¿cuáles son las propuestas concretas de estos candidatos?

En esta serie de notas intentaremos entender un poco cuáles son las propuestas económicas de los principales candidatos elegidos en las PASO.

Yendo de izquierda a derecha, vemos planes muy integrales, con muchas propuestas y mucho análisis de coyuntura en la izquierda. Una vez pasado el centro y llegando a la derecha, la inflación e incentivos a la producción son los ejes centrales.

Las propuestas de izquierda

Desde la izquierda hay varios candidatos. El FIT (que nuclea al Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas e Izquierda Socialista) fue la gran estrella, dado que su elección fue mejor de lo que se esperaba. Por otro lado, tenemos a Zamora con AyL (Autodeterminación y Libertad) y luego, con menores porcentajes que los anteriores, al MST y Marea Popular. Veamos qué proponen el FIT y AYL.

El FIT

El FIT propone defender la independencia de los trabajadores contra las fracciones del capital y el Gobierno (que, sostienen en su programa, es funcional al capital). Para ello, en la introducción de sus propuestas hacen hincapié en que lo importante es la independencia de los sindicatos y la expulsión de la burocracia sindical. Además, sostienen enfáticamente que no debe pagarse la deuda externa ilegítima, como se ha hecho en los últimos años utilizando los fondos de la ANSES. Es para ello que estos tres partidos formaron el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, para luchar desde un bloque clasista y combativo.

Pretenden además revertir las leyes de flexibilización laboral, dando un marco más estable a los trabajadores donde no sea posible despedir ni suspender, jornadas laborales máximas de 8 horas, la eliminación del IVA en los bienes que componen la canasta básica, así como la implementación de impuestos a los grandes capitales.
Vinculado a la cuestión de los trabajadores y sus fondos de jubilaciones y pensiones a la que quienes están en blanco aportan una parte sustancial de su sueldo, están los fondos de la ANSES. Estos han servido para reestructurar la deuda externa (ilegítima, recordemos que surge a finales de los 70 con la dictadura) y seguir pagándola. El FIT propone proteger los fondos de la ANSES y destinarlos a los trabajadores.

El FIT aboga también por reorientar el gasto público a Salud, Educación y Transporte público de calidad. Además, propone un programa para que los trabajadores puedan acceder a la vivienda. Agregan en este punto la necesidad de un impuesto progresivo al capital inmobiliario ocioso. Por otro lado, la expropiación de tierras a los grandes terratenientes para nacionalizar la tierra y no depender de las necesidades de producción del capital.

AyL

Desde Autodeterminación y Libertad enfatizan la lucha anticapitalista y la denuncia frontal contra el Gobierno nacional y la oposición parlamentaria. Según su carta de presentación, el mayor problema de la economía argentina es que se encuentra altamente extranjerizada, que se sostiene gracias a un modelo extractivo de recursos naturales para mantener elevadas ganancias empresariales (que de hecho son superiores a las de los 90) y se utilizan recursos de la ANSES para el pago de la deuda externa ilegítima. En cuanto a esto, proponen que los recursos del Gobierno se destinen a obras públicas.

Entre sus propuestas, se encuentran el pago del 82% móvil a los jubilados con los fondos de la ANSES y no al pago de la deuda externa. Investigación del fraude de la deuda y condena a los responsables militares.

Evitar los monocultivos agrarios (soja y transgénicos) en pos de la soberanía alimentaria. Expropiar latifundios y devolver las tierras a las familias campesinas originarias. Suman a esto un plan nacional de reforestación.

Prohibición de la megaminería a cielo abierto y la fractura hidráulica. En este punto van a la protección de uno de los recursos naturales más valorados en el mundo: el agua.

Por último, lo concerniente al salario: recuperar el valor histórico del salario mínimo, evitar el trabajo en negro y una reforma tributaria progresiva (que paguen más lo que más tienen, y no al revés, como sucede hoy).

A modo de conclusión

Las propuestas de los partidos de la izquierda apuntan a mejorar la calidad de vida de los trabajadores y a crear conciencia. Son planes integrales que contemplan la complejidad de estos problemas en el marco del sistema capitalista. Ambos hacen énfasis en evitar el pago de la deuda pública y privada, y utilizar esos fondos para la distribución de ingresos entre los trabajadores. Pero no hay una propuesta sobre cómo recuperar los fondos de la ANSES que ya se han consumido, por ejemplo. Sí hacen mucho hincapié en aplicar impuestos al capital para financiar las políticas que proponen: acá se ve el punto más difícil de llevar a cabo, no hay que olvidar el inconveniente que se dio cuando el Gobierno quiso implantar la resolución 125 por el 2008, que implicaba un impuesto móvil en función del precio de la soja e iba en detrimento de los ingresos de los capitales más grandes del país.

Tan importante como la presencia en el Congreso de partidos que buscan el beneficio de quienes trabajamos día a día, para disputar un poco de lo que se lleva el capital, es poder construir propuestas integrales para que la sociedad en su conjunto pueda comprender que el cambio es posible si hay mayor participación.