El último de los actos fue el más concurrido
A pesar de las diferencias políticas, las distintas organizaciones piqueteras participaron de un mismo acto en la Plaza de Mayo y enfatizaron su oposición frente al gobierno.
Buenos Aires, 20 de diciembre 2003. (ANRed) – Alrededor de las 18 horas comenzó el acto del sector piquetero más combativo, que llegó a reunir en la Plaza de Mayo a más de 25 mil personas. La convocatoria fue encabezada por la Asamblea Nacional de Trabajadores (ANT), integrada por el Bloque Piquetero (Polo Obrero, MTL, MTR 12 de abril, Coordinadora de Unidad Barrial (CUBa), Unión de Trabajadores en lucha (UTL), UTDO), la CTD y el Movimiento Independiente De Jubilados y Desocupados (MIJD). También se movilizaron con ellos, pero de manera diferenciada, otras organizaciones como FUTRADEyO, UTDOCH, UTP y MTD 26 de Junio. Las reivindicaciones fueron bastante homogéneas: no al pago de la deuda externa, trabajo genuino, aumento de salario y memoria y justicia por los caidos en diciembre del 2001, entre otras.
Néstor Pitrola, dirigente del Polo Obrero, destacó que «es el único acto independiente y opositor del gobierno. Es un acto unitario, que indica la situación política del país, porque la única oposición es el movimiento piquetero en lucha y otros movimientos en lucha asociados a ellos. Todos los demás tienen los dedos metidos en el gobierno».
Unos 37 oradores de diversas organizaciones se adueñaron del palco y brindaron sus discursos en forma ininterrumpida hasta que la bomba que estalló en medio de la plaza. Sin embargo el acto continuó como estaba previsto.
Un trabajador de telefónicos perteneciente al Polo Obrero, desmintió la neutralidad del gobierno de Néstor Kirchner y destacó que «tanto su decidida vinculación con los grandes grupos económicos y el FMI, como también su política orientada a mantener la precaridad en las condiciones laborales de la clase trabajadora». Según otro delegado del Bloque, las máximas expectativas de la organización consisten en «ver a una gran movilización popular derribando a la cúpula dirigente actual».
El MIJD se ubica también en una política de resistencia al gobierno. Según destacó uno de sus delegados, «Kichner no está haciendo las cosas bien: a dos años de la rebelión popular, seguimos sin tener fuentes de trabajo». Respecto al acto, sostuvo que lejos de realizar una simple conmemoración, «el movimiento se encontraba en la plaza festejando la caída de De la Rua ocurrida dos años atrás y además exigiendo al gobierno actual el no ingreso al ALCA, lo cual, representaría una forma de explotación y colonialismo peor que el que realizaron los colonos españoles en estas tierras».
Otras organizaciones presentes, como la UTL y CUBa coincidieron en señalar que la represión no terminó con la caída de Fernando De La Rúa, sino que se trata de una violencia constante por parte de todo un sistema del cual Kirchner no deja de formar parte. Hugo Cáseres, Secretario General de la UTL, destacó que «la represión sigue viva en las provincias del interior». En la misma línea, un militante de la agrupación CUBa destacó la represión como factor presente en la política oficial, argumentando que «se trata de un gobierno pro yanky. Se equivocan con la represión de Salta y Neuquén, ya que lo que consiguen es que nos unamos».
Ambas agrupaciones caracterizaron a la administración «K» como defensora de los intereses de un sector industrial de la clase dominante que busca ascender en detreimiento de las condiciones de vida de las clases populares. «Kichner intenta reconstituir una burguesía nacional, mientras nos hace trabajar por monedas», sostuvo Hugo Cáseres.
También estuvo en la plaza Pepino Fernández, de la Unión de Trabajadores Desocupados de Mosconi. Este dirigente se encuentra en Buenos Aires para conseguir reunirse con funcionarios del gobierno para lograr que cuatro mil despedidos de YPF de Salta cobren sus indemizaciones y que los ocho militantes que todavía quedan detenidos luego de la represión de noviembre en las puertas de la empresa petrolera queden liberados. «Hay que superar las divisiones habituales entre los trabajadores. Las multinacionales se unen siempre y los de abajo también nos tenemos que unir», aseguró a ANRED.
Por su parte, Jerónimo de la Unión de Trabajadores Piqueteros, aseguró que fueron a la plaza «a tratar de aportar a la unidad, a pesar de las diferencias que existen con el Bloque». «Queremos pegar un salto en los reclamos. Las reivindicaciones tienen que ser por trabajo genuino ante las multinacionales, plantarnos ante las puertas de las multinacionales para impedir la entrada y salida de los camiones y así afectar la economía de estas industrias para obligarlas a que nos den trabajo», aseveró el dirigente de la UTP. Asimimo, Jerónimo señaló que el gobierno de Néstor Kirchner es «una continuidad de los gobiernos anteriores disfrazado de popular».
Otra de las organizaciones presentes en la Plaza de Mayo fue el Frente Único de Trabajadores Desocupados y Ocupados (Futradeyo). «Hay mucha división entre los dirigentes que se dicen piqueteros y nos dividen, y no entienden las necesidades de fondo de la gente, el trabajo real que se hace en los barrios», aseguró Berta González, dirigente del movimiento. «El gobierno de Kirchner es pura charlatanería barata, pero va a llegar a un punto límite en que la gente no va a esperar más, no nos van a frenar con bolsas de comida o planes. Están subestimando la inteligencia de la gente», sintetizó Berta. «Estamos más cerca que lejos de otro 20 de diciembre», concluyó.
El Movimiento de Trabajadores Desocupados 26 de Junio también se hizo presente en la plaza y resumió sus consignas en cinco: por la libertad de los presos de Mosconi y a todos los presos políticos, trabajo genuino, basta de represión.
Una autocrítica que las propias organizaciones reconocen es la falta de unidad en el campo popular. Un militante del MTL admitió que «lo que más hubiesemos querido hoy era ver unidad entre los movimientos en lucha. Si durante el 19 y 20 de diciembre del 2001 el movimiento popular hubiese estado organizado, se hubiese podido avanzar muchísimo más.» Sin embargo, el deseo de una futura integración que logre superar las divergencias, sigue vivo como objetivo común a todas las organizaciones. (ANRed)
20/12/03 – 22:00 – (ANRed)
Cobertura 19 y 20
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