13/08/2013

PASO 2013: reacomodamiento de piezas e indefiniciones

DONDE-HAY-BOLETAS-PASO-2013-CIUDAD-DE-BUENOS-AIRES.jpg La renombrada polarización entre el kirchnerismo y las oposiciones de derecha, va amortiguándose con la aparición del frente renovador de Massa. Las PASO muestran un debilitamiento del kirchnerismo y un techo a la oposición más de derecha, mientras se fortalece el espacio de Massa y también, aunque en menor medida, la renovada coalición socialdemócrata entre el Frente Amplio Progresista (FAP), la UCR y la «Coalición Sur”. Por Leandro Rodríguez Lupo, sociólogo.


En la mayoría de los medios masivos viene interpretándose que la mayoría de la sociedad quiere superar al kirchnerismo por derecha, conservando sus medidas con mayor consenso social. Y a esto se debería la irrupción de Massa y su discurso, tanto como cierta moderación de la coalición socialdemócrata. Por supuesto la «opinión pública” tiene opiniones cambiantes, aunque con ciertos núcleos duros de largo plazo.

Podría decirse que una combinación de los intereses de los núcleos duros de poder en la Argentina (y a nivel mundial) con los núcleos duros de la opinión pública y las tradiciones populares, dan probablemente un resultado cercano al frente renovador en primer lugar, y a la coalición socialdemócrata en segundo lugar.

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De allí que el kirchnerismo se encuentra en un agudo brete. Sin una base popular organizada, necesita disputar esa opinión pública con medidas «populares”, sin aparecer demasiado ligado a los núcleos de poder más pragmáticos, como el caso de quienes dirigen los EEUU, las megamineras, energéticas, empresas privatizadas de servicios, etc., pero a la vez necesitando acordar con ellos de alguna manera.

¿Donde reside el problema? En que muchas medidas populares entran en contradicción con aquellos poderes fácticos. A su vez ello puede llevar a cierta huelga de inversiones, y por lo tanto estancamiento e inflación. El kirchnerismo en el gobierno está embretado y seguramente estará empezando a estudiar si tomar medidas del corte de aquellas tomadas a fines del 2009 bajo el eco de la derrota electoral, para recuperar su imagen y ganar capacidad de intervención económica para el Estado.

La oposición de centroderecha podría hacer la plancha, nombrando sólo las medidas con simpatía popular. Sólo una renovada iniciativa del gobierno puede forzarlos a tomar definiciones más arriesgadas.

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Algo más bajo el sol ¿y a la izquierda qué?

A la izquierda del gobierno se encontraba en primer lugar la centroizquierda, o bien sectores que proponían una serie de reformas progresivas al modelo. Por un lado sectores obreros y peronistas directamente migraron con De Narváez, Massa y demás, manteniendo la demanda de reformas pero al precio de adherir a un modelo que se orienta a contracorriente de esas reformas.

La centroizquierda socialdemócrata por su parte se disgregó, dividiéndose entre quienes se encolumnan bajo el FAP y otros, y quienes se mantuvieron en posiciones favorables a reformas progresivas como el caso del Partido Social y de UP, aliándose a sectores de izquierda, sea el Partido Comunista Revolucionario y la Nueva Izquierda, sea con Marea Popular y otras organizaciones en Camino Popular.

Estos últimos sectores que se mantuvieron críticos por izquierda al gobierno, obtuvieron resultados cercanos al 1,5% requerido para pasar las primarias. En el caso de PODEMOS y Nueva Izquierda no llegaron a pasar esa cifra. Mientras que en el caso de Camino Popular sí lo hicieron. En ambos casos de todos modos los resultados son malos, al menos para Unidad Popular, que era una fuerza con cierto peso en el FAP.

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En cambio, otros sectores que provienen de la izquierda independiente apostaron a presentarse en frentes con una identidad más cercana a las definiciones de su espacio, con un perfil más latinoamericanista y en algunos casos bolivariano. En estos casos superaron holgadamente el piso del 1,5% Patria grande y Juventud Guevarista en La Plata, el FPDS con Giros en Rosario, Luján (aquí Marea Popular), Partido por un Pueblo Unido en Jujuy. Mayor indagación requiere el caso del Movimiento Solidario Popular que saca el 14% en Tierra del Fuego, de la mano del dirigente sindical de izquierda Oscar Martínez.

Por su parte Autodeterminación y Libertad (AyL, referenciado en Luis Zamora) también sería parte de la izquierda independiente, aunque en este caso con una definición más claramente anticapitalista y a favor del protagonismo popular, sacando un 3.3% en Capital Federal, a pesar de no contar con inserción en movimientos sociales o agrupaciones de base.

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Por último, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) hace una gran elección con alrededor del 4% a nivel nacional (cerca de un millón de votos), que lo ubica como uno de los frentes trotskistas con mejores resultados electorales a nivel mundial. A su vez logra resultados especialmente destacados en Salta con el 11% (17% en la capital), 9% en Jujuy, 7% en Mendoza, Santa Cruz, y Neuquén, 6% en Río Negro y Córdoba, 4% en Buenos Aires (350.000 votos) y Capital Federal, entre otras provincias.

Esto expresa una serie de factores, como lo es partidos con mayor militancia y más consolidados en el tiempo, así con cierta representación en organizaciones de masas. También expresa la perduración del FIT como frente con un discurso que intenta evitar toda frase chocante para el sentido común. Por supuesto esto implica cierta adaptación a las reglas de juego, en una disputa en que está por verse, sobre todo en el caso de sacar una cantidad apreciable de diputados y concejales, si esa mayor visibilidad será usada para la construcción de un poder de los trabajadores que apueste a la superación del capitalismo o más bien a un fortalecimiento meramente cuantitativo de los partidos que integran lo integran.

El MAS por su parte hace una digna elección, bordeando sin alianzas el 1% en los distritos en que pudo presentarse.

Queda planteada a su vez la posibilidad objetiva de realizar alianzas entre los diversos componentes de la izquierda (tanto quienes se presentaron como fuerzas que aún no lo han hecho) para obtener cargos representativos, en la senda que varias de esas fuerzas reinauguraron en muchas organizaciones de masas hace ya años.



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