«Chau Pozo de Banfield»
Organizaciones sociales y políticas realizarán una marcha al tristemente famoso Pozo de Banfield, centro clandestino de la dictadura militar que sigue funcionando como dependencia de la policía bonaerense. La movilización comenzará este miércoles 22 de marzo, a propósito de los 30 años del Golpe, a las 17 hs en la Estación de Banfield (lado oeste).
El pozo de Banfield queda en la intersección de las calles Siciliano y Vernet, a dos cuadras de la Av. 10 de Setiembre de 1861, llamado «Camino Negro», Partido de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires. Actualmente funciona en ese lugar la Brigada de Homicidios, y anteriormente, la Brigada de Seguridad, Investigaciones e Inteligencia.
Tiene un acceso peatonal por la calle Vernet, y vehicular por Siciliano, hasta un patio interno. Es un edificio de tres plantas, de unos 25 metros de frente por 20 de fondo. En la planta baja, donde está la oficina del Jefe y otras dependencias, funcionaba la sala de torturas. En el primer piso, los calabozos, las oficinas, el comedor y el casino de personal, además de cocinas y baños. En el segundo piso, los calabozos y el baño.
Las organizaciones manifiestan piden «el cierre definitivo del POZO DE BANFIELD que ayer la dictadura usó para torturar y hoy el kirchnerismo utiliza para reprimir, manteniéndolo funcionando y en manos de la Policía Bonaerense».
Declaración de la Multisectorial CHAU POZO
Hace 30 años se imponía un proyecto económico y político que se venía gestando desde el gobierno de Isabel Perón, un modelo de entrega y explotación que hoy seguimos sufriendo.
El Golpe Militar del 24 de marzo del ’76 instauró un Estado terrorista con un claro objetivo: frenar el auge de las luchas obreras y populares que desde distintas visiones políticas buscaban construir una sociedad sin explotadores ni explotados. Esto formaba parte de una estrategia imperialista para toda la región en la cual el Plan Cóndor, junto a la burguesía local, la burocracia sindical y la Iglesia Católica, fue la herramienta para asegurar la dependencia económica y política de Latinoamérica.
Aquí, como en Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, sufrieron la represión, la tortura, la desaparición, la muerte y el robo sistemático de bebés. «Por algo será», se decía. «En algo andaban». Efectivamente así era, los 30.000 desaparecidos formaban parte de lo más avanzado de un proceso de lucha obrera, popular y revolucionaria contra el modelo explotador.
En ese momento se acentuó el modelo de concentración de la riqueza, de avance sobre las conquistas laborales, modelo de entrega de recursos naturales y de mayor endeudamiento de nuestra historia.
Hoy no podemos recordar el pasado sin luchar por modificar las consecuencias que sufrimos en el presente. El gobierno de Kirchner, que se autoproclama como «el gobierno de los DDHH», «el hijo de las Madres de Plaza de Mayo» sigue defendiendo los intereses del imperialismo y la burguesía local. Transa salarios de hambre con la misma burocracia sindical y ante los que luchan utiliza los métodos represivos de la dictadura, como en el caso de los trabajadores petroleros de Santa Cruz. El envío de tropas de gendarmería demuestra que las fuerzas represivas siguen siendo guardianes de los intereses del capital. Secuestro de activista, requisas violentas, detenciones arbitrarias y torturas con golpes y submarino seco se siguen aplicando en la provincia del presidente. Esto ocurre también en el resto del país con la clara intención de disciplinar toda forma de organización, no es casualidad que, desde el ’83 a esta parte, este gobierno sea el que más presos políticos y procesados tiene.
Además de los compañeros de Las Heras, continúan detenidos Chacho Berrospe, Cristian Ruiz y los presos de Haedo, entre otros. Es este mismo gobierno el que asesina a los jóvenes y pobres con el gatillo fácil, mientras anuncia con bombos y platillos el pago de la fraudulenta e ilegítima deuda externa al Fondo Monetario Internacional.
El Pozo de Banfield es una síntesis de esto. Ayer la dictadura lo usó para torturar, hoy el kirchnerismo lo usa para reprimir.
Pretendiendo apropiarse de las consignas históricas de Juicio y Castigo a los genocidas, el gobierno de Kirchner ordena bajar el cuadro de Videla y anuncia la creación de un museo en la ESMA. Sin embargo, el aparato represivo sigue intacto. Mientras las Fuerzas Armadas balbucean una autocrítica sobre sus crímenes, siguen ocultando cuál fue el destino de los chicos apropiados y qué pasó con cada uno de los 30.000 desaparecidos. Y así continúan intentando garantizar la impunidad de los responsables del genocidio.
A pesar de toda esta pantomima, el gobierno no pudo ni podrá frenar, desarticular ni cooptar a los que seguimos luchando. A los 30.000 desaparecidos no se los recuerda con placas, monumentos ni feriados, la única manera de homenajearlos es hacer realidad la sociedad por la que ellos lucharon.
30.000 DETENIDOS DESAPARECIDOS ¡PRESENTE! AHORA Y SIEMPRE!
MULTISECTORIAL CHAU POZO
Agrupación Estudiantil Norberto Blanco
Centro de Estudiantes de Trabajo Social (UNLA)
Coordinadora Antirrepresiva Carlos «Petete» Almirón
Correpi
Encuentro de Organizaciones Populares
FJC
FOS
Hasta las Bolas
La Toma
Libres del Sur
MAS
M-IR
MTL
MTR-Cuba
Mov. Territorial Liberación
Mov. Abogados Justicia y Compromiso
Mov. Contra el ALCA y la Deuda Externa
Mov. 26 de Junio
No pasarán
PC
PO
PRML
PTS
Repique
Utdoch
Contacto Prensa:
Sergio (Abogado Correpi): 15-5706-7707