08/08/2013

Amoretti: «No nos queremos convertir en un partido tradicional»

amoretti.jpg Leandro Amoretti, primer candidato a concejal en La Plata por Patria Grande, explicó en una entrevista con ANRed cómo fue el proceso de surgimiento del instrumento electoral, los riesgos que avizoran en su primera incursión en elecciones, además de analizar el escenario político y la situación de la izquierda y las organizaciones populares. Por ANRed La Plata


Leandro Amoretti es el primer candidato a Concejal en La Plata de Patria Grande, instrumento electoral del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Nacional, que irá a internas en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) dentro de la lista Ciudad Nueva, un frente que comparte con Unión del Pueblo.

En entrevista con ANRed relató los debates que motorizaron el surgimiento de Patria Grande, su visión de la coyuntura política, los desafíos para las organizaciones populares, entre otros puntos que se detallan a continuación.

ANRed: ¿Cómo fue el proceso de debate interno que desemboca en el armado de Patria Grande?

L. A.: Fue un proceso largo, y contuvo varios debates. Nosotros hace tiempo que venimos discutiendo, no específicamente lo electoral, si no la necesidad de construir un proyecto que involucre organizaciones populares de masas con capacidad de transformar la realidad. No hablamos sólo de los espacios de base en donde estamos nosotros, si no que es un proyecto que se discute en tanto proyecto de Nación, en contra de otros proyectos, que nosotros entendemos que no hacen otra cosa que retroceder en la historia argentina y que no avanzan en función de los derechos de los trabajadores.

Por otro lado, nunca estuvimos ajenos a la realidad argentina y fuimos observando la consolidación del proceso democrático, no en cuanto a la legalidad, si no la consolidación en tanto que gran parte del pueblo argentino ha considerado a esta democracia -a pesar de que para nosotros es imperfecta y está preparada para que jueguen algunos sectores y otros no- como una conquista.

Después, nosotros seguimos muy de cerca los procesos latinoamericanos, particularmente el de Venezuela, que es el que consideramos más de avanzada. Y justamente Venezuela, a pesar de que tiene sus particularidades, incorporó un nuevo elemento en este debate de cómo construir una herramienta política transformadora de masas con ambición de proponer un proyecto de Nación, y con ambición también de disputar el Estado como parte de eso. El elemento novedoso es el camino de las elecciones para las organizaciones populares para avanzar en construir ese proyecto de masas y transformador.

Todos esos elementos nos llevaron a concluir en que era necesario generar una herramienta electoral, en forma de instrumento. El Frente Darío Santillán sigue existiendo y va a seguir existiendo, y nosotros generamos Patria Grande como un instrumento electoral. Estamos seguros de que nuestro trabajo estratégico tiene que ser en las bases, desde abajo, pero principalmente la construcción de poder popular, como medio y como fin. Esa es nuestra principal tarea. El instrumento electoral nosotros lo queremos poner en función de eso, para que lo potencie, para que no lo haga efímero. Porque a veces construir poder popular en forma aislada, en tu propio barrio, en tu Facultad, o no teniendo otra propuesta que logre disputar otros medios hegemónicos, ya sea otras formas de hacer política, otra forma de generar opinión, otras formas de generar consenso social, es irreal. Porque nuestros compañeros militan con nosotros pero después viven «la vida», van a la casa, miran televisión, se interrelacionan con un montón de personas, viven en un mundo que trasciende nuestra construcción y nuestro trabajo.

No nos queremos convertir en un partido tradicional ni de izquierda ni de derecha y queremos seguir trabajando como un movimiento por el cambio social que se proponga construir poder popular. Además porque sabemos que lo electoral tiene muchas trampas, tiene riesgos de los cuales no estamos exentos, eso lo conocemos nosotros, no somos los primeros que decidimos presentarnos a elecciones, sabemos que hay lógicas de trabajo que son ajenas a nosotros y que nos pueden absorver. Eso es un riesgo que lo asumimos, pero entendiendo que tenemos ciertos antídotos después de tantos años de trabajo, de democracia interna, de un acuerdo muy fuerte de dónde está la tarea estratégica y entendemos que los riesgos que tiene el camino electoral los podemos asumir con solidez. Negar los riesgos sería ser necios y sería más peligroso.

ANRed: ¿Cuáles son los riesgos que identifican?

L.A.: El riesgo es que por ampliar tu base electoral y querer llegar a más gente, uno empiece a acomodar su discurso. Está presente esa lógica de que para llegar a más gente, hay que correrse hacia el centro, pero eso no necesariamente es así. Nosotros vamos a dar los debates a fondo, y creemos que hay muchas cosas en las que si damos el debate seriamente, correctamente y con los tiempos que se necesitan, podemos ampliar la llegada de nuestras posiciones.

ANRed: En ese marco ¿cómo eligieron los ejes electorales de campaña, teniendo en cuenta esto de no «aggionar» el discurso?

L.A.: Lógicamente tampoco somos ingénuos y tenemos clara intencionalidad de dialogar con los vecinos y vecinas de La Plata y cuando hablamos y hacemos propuestas también lo hacemos conociendo cuáles son las necesidades y cuáles son los debates , y buscando un diálogo. No queremos transplantar exactamente lo que decimos nosotros a la cabeza de la gente si no que queremos tejer un diálogo porque confiamos en que los sectores populares también buscan transformar la realidad.

Con esto quiero decir que nosotros no tenemos una vocación sectaria y no tenemos una vocación testimonial. Cuando conformamos este instrumento electoral lo hacemos para potenciar el trabajo, la construcción de poder popular, sin caer en esta cuestión de ampliar el discurso para sacar más votos pero sí buscando llegar a más gente.

ANRed: ¿Creen que hay margen en esta coyuntura para plantear posturas que impliquen transformaciones sociales profundas?

L.A.: Creemos que sí, somos bastante optimistas en que vienen hacia futuro tiempos de mayor politización. En la juventud hay un proceso de mayores niveles de participación y politización. Y a pesar de que hay ciertos sectores que caen en una concepción un poco conformistas o más posibilistas, nosotros estamos convencidos de que a futuro va a haber oportunidades de transformaciones radicales. Hay mucha militancia que en el proceso de acción se va radicalizando y se va dando cuenta que es posible ir por mucho más, y más considerando la historia que tiene la Argentina, de militancia y de proyectos frustrados y proyectos en disputa.

¿Cuáles son los límites de esto? No lo sabemos. Sí sabemos que buscamos romperlos. Un primer límite que superó nuestras espectativas fue el asado que hicimos el 9 de julio, donde fueron 2300 personas y en el lugar hubo una mística, un sentimiento de necesidad de acompañar este «algo nuevo» con propuestas transformadoras y cuestionadoras porque esa fue la tónica de los discursos, no cambiamos lo que veníamos diciendo hace 8 o 9 años, si no que lo decimos con otra perspectiva.

ANRed: ¿En el armado del Frente Ciudad Nueva creen que corren en riesgo de caer en la conformación de un frente meramente electoral, sin trabajo conjunto por fuera de eso?

L.A.: Con la Juventud Guevarista tuvimos, a lo largo de la historia de las dos organizaciones, encuentros y desencuentros, es la realidad. Sin embargo, cuando nos pusimos a pensar y discutir la ciudad encontramos muchísimos acuerdos en cuanto a puntos programáticos y reconociéndonos dentro del amplio abanico de organizaciones del campo popular decidimos que era una apuesta interesante y un ejemplo de unidad para otras organizaciones conformar este frente y planteamos que la unidad la estamos construyendo.

Las PASO y que vayamos en listas separadas en las PASO, es un elemento que va en ese sentido. Hasta ahora venimos trabajado muy bien, nos estamos dando la oportunidad de construir esa unidad paulatinamente para que sea una unidad sólida, y también al ir en listas separadas cada uno está teniendo la oportunidad de expresar su construcción y expresar más en detalle sus puntos programáticos, pero en términos generales hay muchísimos acuerdos sobre la ciudad y también sobre cuestiones de situación nacional, latinoamericana.

ANRed: Y más allá de lo electoral cómo analizan la fragmentación de la izquierda

L.A.: Lo vemos con preocupación, claramente. Nosotros venimos muy golpeados, de una ruptura. Entendemos que el kirchnerismo ha jugado negativamente. Nosotros vemos compañeros que hasta hace algunos años militaban con nosotros y ahora están en el Gobierno. Pero están en el Gobierno sumándose a esa polarización que le conviene al Gobierno y a la oposición. Hay una posición funcional a ambos lados que plantea que la contradicción de este momento es kirchnerismo y antikirchnerismo, nosotros no lo vemos así. El desafío en verdad es construir un proceso ambicioso, radical y de transformación por parte de las organizaciones populares.

Los desafíos de las organizaciones populares son despejarse de falsas polarizaciones, despojarse de cómodos juicios sobre el otro. Hay organizaciones que muy cómodamente se sientan en el sillón de la historia a ver cómo pasa todo y criticar lo que hacen las otras fuerzas. Hay que despojarse de esas miserias y empezar a trabajar en la construcción de poder popular o de poder constituyente, desde abajo, interpelando a los sectores populares y trabajando sobre problemas estructurales.

Con problemas estructurales me refiero por ejemplo a la vivienda, a pesar de algunos planes como el Procrear, que han sido buenos. Pero hay otros como la megaminería que en realidad expresa un proceso de saqueo, en el cual tienen mucha importancia las empresas extranjeras, porque ese es otro problema estructural, el nivel de extranjerización de la economía. También el trabajo precario sigue siendo estructuralmente importante, además de que un 35% de los trabajadores trabaja en condiciones precarias, y a eso le sumo la unidad para disputar en serio, con proyección, los sindicatos. Como organizaciones populares hemos podido avanzar poco en la disputa de grandes sindicatos, y si no disputamos sindicatos y espacios gremiales de organización de los trabajadores no podemos avanzar mucho más en un proceso de transformación radical.

ANRed: ¿Cómo ven el desarrollo a futuro del kirchnerismo? ¿Creen que está en debilidad? ¿Qué análisis hacen de las internas en el partido gobernante y en la disputa con la oposición?

L.A.: Es difícil de responder. Tenemos bastante incertidumbre. Vemos que la disputa interna sobre la sucesión de Cristina (Fernández) todavía no ha estallado. Entendemos que se va a dar en el marco de las lógicas del PJ, en las cuales la conducción y los recursos del Estado tienen una importancia fundamental, y en la cual el conductor siempre trata de relegar lo más que se pueda esa disputa porque cuando se abre esa disputa entra en crisis la estructura y la lógica de conducción del peronismo. Más particularmente del justicialismo, cuya lógica de construcción está más vinculada al personalismo y a los recursos del Estado, y el que duda en llevar adelante esa hegemonía y esa conducción, ya de por sí entra en crisis. Cristina eso lo entiende muy bien, y entendemos que va a postergar esa posibilidad de continuidad o ruptura o la interna que se abra en ese espacio lo más que pueda.

Después, no vemos que haya posibilidad de un proceso reeleccionario, de reforma de la Constitución.

Sí vemos algunos signos de agotamiento del modelo económico, que no se van a expresar en una crisis, pero sí en una disminución de la posibilidad de otorgar beneficios y progresos en las condiciones sociales y económicas, si no que habrá cierto estancamiento que no va a implosionar pero va a disminuir las posibilidades de acción que tenía hace algunos años atrás.

Esto combinado con el fin del mandato presidencial abre una disputa que tiene diferentes salidas. Vemos que a groso modo, puede haber tres salidas: una disputa claramente por derecha, por fuera del kirchnerismo; una salida por derecha, hablo de derecha «dura», por dentro del kirchnerismo, como podría ser (Daniel) Scioli; y una salida de una kirchnerismo un tanto más puro con alguna persona que responda más directamente y que se plante como una continuidad sin cambios de Cristina. Por ahora ese es el escenario, ojalá pueda haber un escenario a futuro más hacia la izquierda y más proclive a transformaciones más profundas.

ANRed: ¿Qué panorama se abre a partir de las inundaciones en La Plata a nivel referencia, sobre todo en el marco electoral?

L.A.: Es difícil plantear números, pero la recepción que nosotros tenemos es muy buena. Son unas elecciones particulares por la inundación, por lo que pasó con Bruera, y por ser legislativas y haber pocos candidatos fuertes, con lo cual habría una dispersión grande de votos. Para nosotros que somos una fuerza que electoralmente es la primera vez que se presenta pero que en La Plata tiene un nivel de desarrollo interesante, pensamos que podemos jugar un rol importante, y ocupar un espacio opositor que está vacío, o sea, el espacio opositor en tanto nueva izquierda.



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