Vecinos de Open Door denuncian especuladores inmobiliarios
Según vecinos y vecinas de la zona de Open Door, en cercanías de Luján, especuladores inmobiliarios quieren apropiarse de tierras de pobladores que llevan viviendo allí más de cinco décadas. Una problemática social compleja, donde se deben décadas de impuestos con dueños distintos que reclaman, pero sobre todo trabajadores en peligro de ser desalojados si priman los intereses de los especuladores inmobiliarios. Por ANRed
Este barrio existe hace unos sesenta años, fue un loteo de los años cincuenta, donde fue conformándose el mismo. La mayoría de los lotes pertenecían a una inmobiliaria llamada Suipacha, la misma quebró, quedaron abandonados los terrenos, hubo gente que compró los lotes y ahí se quedó a vivir, otras personas compraron y no llegaron a escriturar, hay situaciones variadas. Hace tres años reaparece una empresa «Administración Open Door”, pretendiendo vender los lotes de la quebrada Inmobiliaria Suipacha, como así también, todos los otros lotes de otros dueños.
La situación genero rápidamente tensiones, se decidió de conjunto, por medio de la organización de la asamblea, realizar una marcha, de la cual participaron una gran cantidad de vecinos, pidiendo explicaciones al municipio. Cavallini, funcionaria del área de Tierras de la Municipalidad de Luján, explicó a los pobladores que «se trataba solamente de algunos casos puntuales de vecinos que ya tenían forma de demostrar la titularidad de sus terrenos y que debían acudir a la inmobiliaria en busca de la documentación necesaria para tramitar la escritura”. Se acordó constituir una Mesa de Trabajo que integre no sólo a los vecinos y a distintas áreas operativas de la Municipalidad entre ellos los funcionarios de Políticas Sociales del Municipio, Guillermo Bertoni y Javier Sosa, también participaran otros organismos del Estado, como la Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Viviendas de la Provincia de Buenos Aires y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En la mesa de trabajo no sólo hablaron de la regularización de las tierras, también de espacios públicos, intentando que todos los problemas se puedan resolver mediante el diálogo. La municipalidad ha quedado en investigar a la inmobiliaria, si la empresa entró en quiebra ya no podría vender los lotes.
Según las investigaciones de los vecinos los lotes están a nombre de Suipacha todavía, pero la inmobiliaria Luchetti, reclama los lotes, que es una inmobiliaria de gran tamaño, con sede en la ciudad de La Plata. Los vecinos han confirmado efectivamente que no se han pagado impuestos municipales ni provinciales durante 50 años. Lo cual es una deuda importante. En estos años se revalorizo la tierra, donde se hizo asfalto, producto de variados trabajos de los pobladores. La inmobiliaria está pagando los impuestos desde el 2008, solo de algunos lotes. También otros lotes, que no eran de Suipacha, intentando así apropiarse del dominio, porque son grupos poderosos. Todo esto da como resultado una problemática social compleja, donde se deben décadas de impuestos con dueños distintos que reclaman, pero sobre todo trabajadores en peligro de ser desalojados si priman los intereses de los especuladores inmobiliarios. El problema llega a nivel provincial, con lo cual es necesaria su intervención para que se pueda generar algún tipo de negociación.
En entrevista con vecinos de la asamblea por la tierra de Open Door nos dijeron «Nosotros ya somos los propietarios de estas tierras. Construimos nuestras casas y criamos a nuestros hijos aquí. Además, nos ocupamos de compensar la ausencia del Estado en materia de prestación de servicios públicos: cortamos el pasto, entoscamos las calles, creamos espacios comunitarios. Logramos que venga la Cooperativa Eléctrica y ponga las conexiones legales, después de muchos años de reclamo, donde ya empezó. Lamentablemente muchos de los que obtuvieron este servicio, ahora reparten estos volantes intentando las empresas hacer daño, desorganizarnos entre nosotros. En forma paralela de la construcción de viviendas, se comenzó a dar forma a espacios comunes que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los vecinos de la zona. Surgió, la plaza con juegos, huertas, gallinero comunitario, cuyo mantenimiento se realiza de forma alternada por todos quienes los utilizan. Esto es público, están liberados para que todos lo puedan aprovechar. No es una fuente de trabajo, sino que brindan la posibilidad de complementar la dieta de los vecinos del barrio”.
En cuanto a los proyectos productivos destacan que «no saben, si en el futuro puede convertirse en un proyecto productivo para los vecinos. Por ahora es eso. Después, verán en base a las necesidades de cada uno. La idea es que todo siga creciendo de forma digna».