12/07/2013

Histórico paro general en Brasil

Paro_en_Brasil.jpgLas principales centrales sindicales realizaron, ayer, el cuarto paro general desde la independencia del país, por las 40 horas semanales de trabajo sin disminución de salario, la baja en las tarifas del transporte y por más presupuesto para Salud y Educación. El MST y la unión de estudiantes se plegaron al Día Nacional de Lucha, impulsado por los trabajadores después de las masivas protestas de junio. Por ANRed.


Nueve centrales sindicales «“incluidas algunas afines al Gobierno de Dilma»“, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y la Unión Nacional de Estudiantes realizaron, ayer, diferentes acciones de protesta en las principales ciudades de Brasil.

Las consignas apuntaron a las 40 horas de trabajo semanales, sin disminución del salario, y a la oposición al PL 4330. Pero también coincidieron con muchos de los reclamos que plantearon las masivas protestas de junio: la baja en las tarifas del transporte, el incremento del presupuesto destinado al sistema sanitario y a la educación pública.

El Día Nacional de Lucha fue impulsado por la Central Única de Trabajadores, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Central General de Trabajadores Brasileños (CGTB), entre otras. Fue el cuarto paro general en la historia de Brasil, desde su independencia, hace 190 años, y el primero desde 1991, cuando estaban en el Gobierno Fernando Collor de Mello.

En Río de Janeiro, se plegaron al paro las escuelas públicas, los bancos y los correos. En Belo Horizonte, Porto Alegre y Vitoria, el impacto de las protestas fue más fuerte, debido a la adhesión de los trabajadores del transporte público. Para acompañar el paro, alrededor de 50 caminos fueron bloqueados en 18 estados del país.

Además de las 40 horas semanales de trabajo, los trabajadores manifestaron su oposición al Projeto de Regulamentação da Terceirização (PL 4330). La sanción de esta ley, afirman los gremios, implicaría un gran retroceso para los trabajadores, debido a que posibilitaría que las empresas funcionaran sin contratar un solo trabajador de manera directa.

Al mismo tiempo que las centrales planteaban sus consignas, también se registraban protestaban en contra de la Red Globo, conglomerado que se transformó en el símbolo del monopolio mediático en el país. En Belo Horizonte y en San Pablo, por ejemplo, se realizaron concentraciones frente a las sedes de la TV Globo, para denunciar la imagen distorsionada que la Red construye de las manifestaciones populares.

«Dilma tuvo que bajar de su pedestal”

Un día antes del paro, Joao Pedro Stedile, referente del MST, publicó un artículo en el que critica la falta de respuestas de los dirigentes políticos ante los reclamos populares. «Los parlamentarios representan apenas a quienes financian sus campañas”, afirmó; mientras que el Gobierno de Dilma «tuvo que bajar de su pedestal para dialogar con el pueblo”, algo que no había hecho en sus dos años y medio de mandato.

Stedile expone, también, una serie de cambios que «la clase trabajadora precisa y por las que pelea desde hace mucho tiempo”. Entre otras, una reforma tributaria progresista, para que los impuestos recaigan más sobre los ricos y menos sobre los pobres; recursos para Salud y Educación; tarifa cero en los transportes públicos para toda la población; suspensión de las concesiones para la exploración de las minas, que solo benefician a las compañías transnacionales.



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