«Yo me imagino atardeceres en el Caribe, él se los imaginaba en Guernica o Claypole»
Luego de su estreno debajo del Puente Pueyrredón, durante la vigilia previa al acto central del 26 de junio, el documental «Maxi Kosteki, constructor de caminos» se repuso ayer por la noche en el Bar la Dignidad, de Villa Crespo. Con testimonios de amigos, su profesor de dibujo, sus hermanas, y sus dibujos, la película logra acercarnos de forma contundente a ese artista y militante social que fue Kosteki, cuya vida fue sesgada el 26 de junio de 2002 por disparos de la policía bonaerense durante una represión a organizaciones piqueteras en Avellaneda. Por ANRed.
Tal cual como habían anunciado sus realizadores en la jornada artístico-cultural del martes 25 pasado en la estación «Darío y Maxi» – ex Avellaneda -, luego de su estreno debajo del Puente Pueyrredón, tras la tradicional marcha de antorchas, y como parte de la vigilia previa al acto central al otro día por los 11 años de la Masacre de Avellaneda, el documental «Maxi Kosteki, constructor de caminos» comenzaría a caminar el país, para hacerle honor a su nombre. Y así fue. El primer punto del recorrido fue el Bar La Dignidad, en Villa Crespo, emprendimiento cooperativo del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD), que a la vez es uno de los realizadores, junto a En Movimiento TV, de la película que retrata la vida del artista-militante. Y ANRed estuvo ahí para verlo.
Con la presencia de un nutrido grupo de espectadores, entre los cuáles se encontraban algunos de los protagonistas y realizadores, la película fue respondiendo de a poco la pregunta de quién fue Maximiliano Kosteki.
El documental logra dar a través de diversos testimonios de los que se nutre – entre los que se destacan los de su grupo de amigos, sus hermanas Mara y Vanina, su profesor de dibujo, sus compañeros del MTD de Guernica, entre otros – una dimensión concreta a los ideales que impulsaban a Maximiliano a participar de manera solidaria de actividades a través de su herramienta, que era la cultura. Y es un personaje narrador, el músico Joel Eis, quien le va dando unidad y llevando al espectador a recorrer la vida de Kosteki.
«Yo me imagino atardeceres en el Caribe, él se los imaginaba en Guernica o Claypole», dirá su ex novia en uno de los pasajes de la película, cuando cuenta que no era como los demás jóvenes de su época, que era algo tímido y solitario, que se vestía «zaparrastroso», y que muchas veces se lo podía ver fumando sólo arriba de un tanque de agua mirando como caía el sol.
De esa manera la película cuenta sus primeros pasos como artista, cómo surgió su vocación al ver los murales de la estación Banfield mientras viajaba a Capital, y su paso por la escuela con orientación artística «Museo Sempere” de Burzaco, donde estudió dibujo, pintura, escultura, cerámica, grabado y fileteado. También cómo el 1 de mayo de 2002 Kosteki fue por primera vez a una manifestación en Plaza de Mayo.
«Â¡Mirá que somos piqueteros nosotros, eh!», le advertirían al extraño personaje que quería unírseles de manera improvisada y autoconvocada.
«Yo también soy un desocupado» , sería la respuesta de Maxi que le abrió las puertas a conocer los proyectos y actividades del MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) «Aníbal Verón», de Guernica-Pte.Perón: un comedor, una huerta, una panadería y una biblioteca.
Luego el documental muestra cómo comenzaría a ir a las reuniones, a interiorizarse de las discusiones del colectivo, y de cómo donó el tambor que tenía para hacer un horno para cocer sus piezas de cerámica para que se use para un horno del MTD, según cuenta un integrante del movimiento, Daniel Riveros.
«Yo siempre digo que Maxi era un constructor de caminos, y Darío un constructor de atajos», definirá Vicky Elisa Delboy, del Movimiento de Colectivos Maxi Kosteki de Guernica, que llegó a conocer a ambos.
Finalmente, el documental cuenta cómo trancurrió su militancia en el MTD (que hoy se llama «MTD Maximiliano Kosteki de Guernica» ) hasta que el 26 de junio de 2002 llegó su primer y último corte de ruta, donde cae a manos de los disparos de la policía bonaerense, junto a su compañero Darío Santillán, en medio de una salvaje represión policial contra una protesta piquetera.
En un tramo, quien era su profesor de dibujo transparenta su visión sobre la vida y muerte de Maxi: «Maxi era la estrella acá en el taller, socio honorario (…) Si me das a elegir, lo quisiera vivo, acá». Luego agrega que lo que espera de la película es que «se vea a Maxi tal cual era, con sus contradicciones y miedos, un ser humano. Que te lo puedas encontrar a la vuelta de la esquina, eso sería maravilloso». Debe estar felíz, entonces, porque la película lo logró.
Fragmento de «Maxi Kosteki, constructor de caminos», publicado por Cartago TV:
La próxima proyección del documental será el próximo sábado 29 en el Parque Centenario:
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