23/06/2013

Empleo y salarios hoy

Empleos_y_salarios_hoy.jpg En el primer trimestre de 2013, la tasa de desempleo nacional fue de 7,9% (la más alta en los últimos tres años). Si bien es normal que entre el último trimestre de cada año y el primero del año siguiente la tasa de desempleo crezca, el aumento es el más grande desde inicios de 2009, cuando la actividad económica se vio golpeada por la crisis mundial. A la vez, otro 5,5% de la población económicamente activa se encuentra subocupado y desearía trabajar más horas. Por Martín Kalos (@martinkalos).

En un contexto de bajo crecimiento económico…

El contexto económico continúa siendo débil, aunque comienzan a percibirse señales de un leve crecimiento.

Entre abril y diciembre de 2012, la actividad económica se estancó: se elevó apenas un 0,9% interanual, golpeada especialmente por la caída de la industria. En los tres primeros meses de 2013, una tenue reactivación hizo crecer la producción en un 2,7% interanual; y si bien la actividad industrial continuó cayendo, el peor mes fue febrero y ya en marzo mostró una muy leve suba.

Para generar empleo, las empresas deben tener perspectivas de que podrán vender más: es decir, un mercado pujante en el cual puedan competir. La pérdida de competitividad del peso argentino reduce la posibilidad de vender al exterior sin hacer grandes inversiones para elevar la productividad; pero una mayor devaluación golpearía el poder adquisitivo del salario de los trabajadores, reduciendo el consumo nacional. A la vez, por la falta de inversión y por un ajuste selectivo y paulatino del gasto público, la demanda interna ya no crece tan velozmente.

Las principales medidas económicas del gobierno nacional hoy pasan por proteger a las industrias existentes y por «hacer durar” los dólares acumulados hasta hoy, a través de restricciones a las importaciones y de controles al movimiento de capitales. La implementación defectuosa de estas regulaciones y el desaliento que implican a la inversión (por ejemplo, es incierto si una empresa extranjera podrá girar sus ganancias a su país de origen) también han interferido en el ritmo productivo.

En este escenario, las empresas no tienen incentivos a incrementar su producción ni a contratar más trabajadores.

«¦sufre el empleo

En el primer trimestre de 2013, la tasa de desempleo nacional fue de 7,9% (la más alta en los últimos tres años). Si bien es normal que entre el último trimestre de cada año y el primero del año siguiente la tasa de desempleo crezca, el aumento es el más grande desde inicios de 2009 cuando la actividad económica se vio golpeada por la crisis mundial. A la vez, otro 5,5% de la población económicamente activa se encuentra subocupado y desearía trabajar más horas. La suma arroja que, de quienes se encuentran laboralmente activos, el 13,4% están en búsqueda de un trabajo. Por su parte, la tasa de actividad fue levemente superior a la registrada en el primer trimestre de 2012; y el 42,2% de la población argentina tiene un empleo (el número más bajo de los últimos tres años).

¿Cuáles son las ciudades argentinas en peor situación laboral? Córdoba (10,8% de desocupación), Paraná (10,6%) y Ushuaia y Río Grande (10,1%) son las que mayor desempleo tienen.

En Tierra del Fuego, en los últimos años se crearon miles de puestos de trabajo en la industria de ensamblaje de electrodomésticos y equipos de telecomunicaciones; esto atrajo una masiva inmigración de trabajadores en busca de empleo. Así, su tasa de actividad es la segunda más grande del país (detrás de CABA): el 49,6% de su población tiene o busca un trabajo. Esta combinación de una gran proporción de la sociedad fueguina en busca de trabajo y de que esa búsqueda sea en muchos casos fallida, genera una fuerte presión social. En este contexto, el intento de mantener la calidad de vida también origina conflictos como el que se evidenció entre el Gobierno fueguino y los docentes de la provincia, que tomaron la casa de gobierno provincial por una semana hasta lograr un acuerdo de aumento del 42% en sus salarios de bolsillo.

Por el contrario, el podio de las ciudades con menor tasa de desempleo está compuesto por Resistencia (1,2%), Formosa (1,5%) y San Luis (2%). En Resistencia y Formosa estas tasas reducidas se dan en simultáneo con las tasas de actividad y empleo más bajas del país. Es decir que la baja tasa de desempleo se debe a que gran parte de la población ha dejado de buscar trabajo (o se ha ido a buscarlo en otras provincias) desalentada por la falta de puestos de trabajo disponibles en general.

Estos datos dan cuenta de un mercado laboral que ha perdido el dinamismo que tenía hace algunos años. Hoy existe una mayor percepción de riesgo entre la población: debido al estancamiento económico y la alta (aunque estable) tasa de inflación, muchas familias han perdido (o temen perder) sus empleos, y por ende sus fuentes de ingreso.

Entre quienes sí tienen un trabajo, ha aumentado la subocupación. El empleo no registrado continúa afectando a un tercio de los trabajadores ocupados (sobre todo a empleados domésticos, rurales y de la construcción). Además, las negociaciones paritarias, si bien están cerrando en cifras cercanas a la tasa de inflación (en torno al 24% anual), tienen otros elementos que moderan el impacto real de esas subas. En primer lugar, el escalonamiento en el tiempo de las cuotas: cuanto más lejos en el tiempo se cobre cada cuota del aumento, menos bienes y servicios podrán comprarse con esos pesos. En segundo término, por la novedad de los acuerdos a 18 meses, que implican una transferencia del riesgo hacia los trabajadores: cualquier decisión de política económica (mayor ritmo de devaluación, reducción de subsidios, etc.) que impacte sobre la inflación, tardará en ser asimilada con un aumento salarial, y mientras tanto implicará un menor poder adquisitivo para esos trabajadores. En tercer lugar, las negociaciones paritarias aún incluyen a menos de la mitad de los trabajadores activos en el país.

De todas formas, el salario real en 2013 ha tendido a aumentar levemente. Los salarios en Argentina crecieron un 24% interanual en el primer trimestre de 2013, lo cual significa un alza real del 3%. En particular, se verifica una suba aún mayor en el poder adquisitivo de los trabajadores no registrados («en negro”), que desde agosto han evolucionado a mayor ritmo que los salarios de los empleados registrados. También las jubilaciones están creciendo por encima de la inflación, aunque partiendo de niveles sumamente bajos. Sin embargo, existe una percepción de fragilidad en torno al nivel de ingresos de los hogares, por la incertidumbre macroeconómica y el temor a una aceleración de la inflación (por ahora infundado, dado que la inflación se ha mantenido estable en los últimos años, pero percibido como un riesgo factible).

Todos los riesgos mencionados son los que han llevado a una suba de la tasa de actividad. En la medida en que alguno de los trabajadores de la familia corre el riesgo de perder su trabajo o lo ha perdido ya, para compensar esa pérdida de ingresos, otro miembro del hogar también sale a buscar empleo. En efecto, en el último año (entre el primer trimestre de 2012 y el primero de 2013) el empleo aumentó en 81.000 puestos de trabajo. Sin embargo, un número aún mayor de personas (186.000) salió a buscar empleo. Esa diferencia es la razón por la cual hay 105.000 trabajadores desocupados más que hace un año, incrementando la tasa de desempleo.

El 88% de los nuevos desocupados en todo el país pertenece al área metropolitana porteña. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hubo una destrucción de 29.000 puestos de trabajo, que sumado a que 23.000 personas más salieron a buscar un empleo, generó que haya 52.000 desocupados más que a comienzos de 2012. En el Gran Buenos Aires, en tanto, se crearon 41.000 nuevos empleos; pero fueron 81.000 las personas que comenzaron a buscar trabajo, por lo cual 40.000 personas más se sumaron a los trabajadores desocupados. En el extremo opuesto se destacan ciudades como Rosario, que creó 27.000 puestos de trabajo al calor del auge de la producción sojera y así redujo la cantidad de desempleados en 5.000 personas; y Salta, que gracias al turismo aumentó su desempleo en sólo 2.000 personas, tras haber creado 20.000 nuevos empleos en el último año.

A futuro, es incierta la evolución del empleo en Argentina. Es prácticamente imposible retornar a un sendero de crecimiento a las altísimas tasas registradas entre 2003 y 2011; y existen varias señales de alerta en el horizonte (la falta de nuevas inversiones, la pérdida de Reservas Internacionales, la caída en las exportaciones). Sin embargo, la economía no se encuentra en una situación de «crisis inminente” y puede aún lograr un ritmo leve de crecimiento por los próximos años. El momento de explosión de una eventual crisis depende crucialmente de cómo la política económica logre regular la escasez de divisas y las expectativas de devaluación. Mientras tanto, la reducción del desempleo parece haber alcanzado su tope, sin haber logrado nunca compensar la suba inaudita que experimentó desde comienzos de la década de 1990.



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