Red-Acción La Plata – Diciembre 2003: Trabajo territorial y Organizaciones de Desocupados
Los sectores populares se siguen organizando. Crece el movimiento piquetero, surgen nuevas ocupaciones de fábricas y cooperativas, el movimiento estudiantil se reorganiza contra las reformas educativas, los docentes y estatales reclaman aumento salarial, nacen centros culturales y sociales, se producen realineamientos de organizaciones y coordinaciones ante temas específicos como represión, proyectos de economía popular, salud, educación, tierras, etc.
Desde RedAcción nos proponemos aportar herramientas comunicativas a esos procesos sociales que se consolidan por lo bajo, en el trabajo cotidiano, en cada barrio, en cada lugar de laburo.
En este primer boletín: MTD La Plata / MTD Berisso / MTD Güemes / Brandsen comienza a organizarse / Malvinas / CTD Aníbal Verón / MUP / Polo Obrero
Los sectores populares se siguen organizando. Crece el movimiento piquetero, surgen nuevas ocupaciones de fábricas y cooperativas, el movimiento estudiantil se reorganiza contra las reformas educativas, los docentes y estatales reclaman aumento salarial, nacen centros culturales y sociales, se producen realineamientos de organizaciones y coordinaciones ante temas específicos como represión, proyectos de economía popular, salud, educación, tierras, etc.
Desde RedAcción nos proponemos aportar herramientas comunicativas a esos procesos sociales que se consolidan por lo bajo, en el trabajo cotidiano, en cada barrio, en cada lugar de laburo. Esperamos que este primer boletín dedicado a las organizaciones barriales y movimientos de desocupados de la región, sirva para conocernos más, para enterarnos qué está haciendo la organización de al lado, la organización hermana, porque para avanzar en el cambio social, en la reconstrucción de los lazos sociales, debemos observar detenidamente cada experiencia, de cara a extraer de ellas lo mejor, para socializarlo, para avanzar.
RedAcción La Plata – Diciembre 2003 – Año III Nº 12
Edición especial n° I | Barrios | Trabajo territorial de base | Desocupados
MTD La Plata – «Al patrón lo reemplazamos con organización».
El MTD de La Plata está integrado actualmente por los barrios de Altos del Sol, Güemes, La Estrategia del Caracol, Las Rosas, Esperanza, Malvinas, Olmos, Palihue, Puente de Fierro y Romero. Dichos barrios se juntaron en Romero el domingo 3 de agosto para definir, en forma plenaria, los criterios que los unen: «Charlamos que ningún criterio puede existir sin COMPROMISO, RESPONSABILIDAD y SINCERIDAD. Entre todos definimos que son obligatorios estos acuerdos para nuestro funcionamiento. Entendemos la obligación como un compromiso para todos los compañer@s con la organización y con cada uno de nosotros.» Así lo definieron en su primer boletín electrónico.
Con respecto al surgimiento del movimiento en la región, en dicho boletín cuentan que «A fines del año pasado empezamos a organizarnos en distintos barrios por la necesidad de conseguir trabajo y así comenzaron nuestras primeras luchas por planes. Algunos barrios luchábamos solos, pero en el camino nos fuimos conociendo y nos dimos cuenta que nos organizábamos y luchábamos de la misma forma, así surgió el primer encuentro de los barrios para luchar todos juntos por nuevos planes, ya en el segundo encuentro no pensamos solo en estar juntos por los planes, sino que decidimos unirnos y ser parte todos de un mismo movimiento.»
El trabajo es fundamental para ell@s, «cada uno cumple una función importante en la organización. Como los proyectos de trabajo los definimos entre todos y son pensados para nuestro beneficio, ningún/a compañer@ puede cobrar el plan sin trabajar porque seria una falta de respeto a los demás. El trabajo es compartido y al patrón lo reemplazamos con organización.»
Las decisiones del barrio se toman en asamblea. Por eso, para el movimiento es necesario que participen tod@s l@s compañer@s para llegar a un acuerdo: «y si el tema es urgente votamos. No puede participar un barrio que no tenga asamblea».
La movilización es la única manera que tienen de «conseguir las cosas, recuperar la dignidad y mostrarnos solidarios entre nosotros y con otros compañer@s. Como las decisiones las tomamos en asamblea todos los compañeros tienen que saber porque nos movilizamos. Y todos los barrios movilizamos de la misma manera.» Además, Como los logros se consiguen en la calle, en el reparto se tienen en cuenta el compromiso y necesidad de cada barrio.
Los MTD dan una vital importancia a la formación de sus integrantes como sujetos políticos. Esto se debe, según ell@s a que «los talleres de formación son fundamentales para dialogar y conocernos y nos permiten pensar esta sociedad que queremos cambiar y estar todos por igual.» A lo que agregan: «creemos que la formación se da en todos los espacios en que participamos (asambleas, movilización, encuentros, trabajo)».
El movimiento se financia con un fondo común, que es «el aporte de cada compañero que permite cubrir los gastos para nuestro funcionamiento».
En cuanto a la incorporación de otros barrios, el MTD aclara que «todos los barrios que quieran incorporarse tienen que respetar todos los acuerdos. Preferimos darnos un tiempo para conversar y estar seguros que estamos conformes con los criterios.»
MTD Berisso – En la búsqueda de respuestas colectivas
El MTD Berisso nace en febrero de 2002 en dos barrios: Villa Progreso y Nueva York, pero hoy ya son seis barrios, cinco de Berisso y uno de Ensenada, en donde se está desarrollando proyectos de huertas comunitarias y dos hornos panaderos para satisfacer parte de las necesidades alimentarias de los integrantes del movimiento.
Este joven movimiento autogestiona alrededor de 200 planes de empleo, de los cuales la mayoría son Barrios Bonaerenses, pero también Jefes y Jefas de hogar y PEC, que consiguen con su participación realizando planes de lucha con otros MTD de la Verón, movilizaciones que, muchas veces, no son sólo por planes sino para exigir justicia para Darío y Maxi o algún otro luchador social, así como por otras demandas relacionadas con el bienestar del pueblo.
En cuanto a los modos organizativos, ellos contaron a RedAcción que se organizan en 6 barrios «a partir de asambleas como máxima autoridad de decisión política. Las distintas asambleas se articulan a partir de una mesa de delegados que se reúne semanalmente». Además aclararon que se comparten las definiciones políticas del MTD Anibal Verón.
El MTD mantiene relaciones con vecinos por problemas del barrio (inundaciones, proyecto de asentamiento, etc) y con algunas instituciones que hay en él como, por ejemplo, en los barrios más antiguos en donde hay relación con los centros de salud. También participa en la COPA (Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas) y recibe el apoyo de CICOP (una organización de profesionales de la salud), Asociación Miguel Bru e HIJOS.
Cuando RedAcción les preguntó si piensan en la seguridad interna del movimiento, respondieron que vinculan «la seguridad a evitar el aislamiento de los movimientos (relación con el barrio) y respuestas colectivas a los problemas que se presenten (abusos policiales, solidaridad frente a agresiones a otros movimientos)».
Por último, cuando les pedimos que nos cuenten cómo resuelven el tema de la formación política, afirmaron que todos los compañeros del movimiento pasan por instancias de formación a través de educación popular y que «los compañeros más destacados, participan en instancias conjuntas del grupo de afinidad que integran con otros movimientos».
MTD Güemes – Trabajadores organizados
Contradiciendo la idea de que la localidad de City Bell se caracteriza por gente de niveles medios y altos que no padecen necesidades, hace ya algunos meses, se ha formado allí el MTD Güemes.
Pocos saben, o algunos prefieren ignorar, que en la calle Güemes pasando el Camino General Belgrano se extiende un barrio carenciado con amplísimos índices de desocupación.
La formación del MTD es una respuesta y una propuesta de los vecinos del barrio Güemes, una respuesta a quienes pretenden ignorarlos y una propuesta para el cambio de su realidad.
Los principios de este movimiento son la autonomía, ya que no depende de ningún partido político, grupo religioso o sindical, y la horizontalidad, ya que la toma de decisiones se produce en las asambleas en la que todos los integrantes del MTD participan de igual manera.
Esta forma de organizarse es una manera de hacerle frente a la realidad sin quedarse de brazos cruzados, es una forma de reivindicar el derecho al trabajo digno y de expresarse a través de las movilizaciones que son, además, una medio para conseguir los planes y la mercadería. El MTD consta de un comedor que asegura a las familias del barrio la comida tres veces por semana, además de la panadería que abastece al comedor y vende pan al barrio. El MTD trabaja, en la actualidad, con aproximadamente 30 planes sociales. La mercadería y los planes fueron obtenidos mediante la participación colectiva en las marchas y cortes de ruta.
Funciona, además, dentro de este espacio un área dedicada a los chicos con apoyo escolar y talleres creativos, y, debido a la existencia de índices de analfabetismo dentro del barrio, un área dedicada a la alfabetización.
Cada miembro del MTD tiene responsabilidades que cumplir: participar de las asambleas, para que las decisiones sean colectivas y democráticas, concurrir a las movilizaciones, porque esa es la forma de consolidar la protesta y en la que se consiguen los planes y la mercadería, y participar del área de formación, ya que se toma como algo indispensable el derecho a conocer, debatir y generar pensamiento crítico.
El MTD Güemes forma parte del recientemente consolidado MTD La Plata que está compuesto por varias organizaciones barriales independientes que comparten los mismos principios y que, luego de haber movilizado en conjunto y de obtener buenos resultados de esa experiencia, decidieron conformar el MTD La Plata para unir fuerzas y compartir vivencias. Ingresaron, de esta manera, a la coordinadora Anibal Verón y de ahora en adelante las movilizaciones se realizarán en conjunto.
Brandsen comienza a organizarse
En el barrio La Parada, ubicado en la localidad de Brandsen habitan cerca de 50 familias en medio de un paisaje de desolación, imposible de transitar cuando un mínimo aguacero inunda los caminos de tierra. Sus principales problemáticas socioeconómicas son la desnutrición infantil, la violencia familiar, el embarazo adolescente, la contaminación del agua, y la escasez de luz eléctrica.
Junto al apoyo de algunas familias, el doctor Manuel Kroll, -luego de un largo período de atender desde una ambulancia-, consiguió la donación de un inmueble para instalar un centro de atención médica, donde atiende todos los lunes por la mañana. A esto se suma que desde el año pasado, varios estudiantes de la UNLP se incorporaron a diversas tareas comunitarias en el lugar, como la de fomentar actividades de promoción y prevención de la salud, talleres sobre tratamiento de residuos, con los niños en la escuela, y la de incentivar la realización de asambleas barriales y huertas comunitarias.
En estos momentos, se está llevando a cabo la construcción de un centro de salud, en el cual también se proyecta la generación de espacios culturales y comunitarios. La realización de la obra está coordinada por estudiantes y docentes de la Facultad de Arquitectura, por el Municipio de Brandsen y por gente del barrio. Cabe destacar que dicho proyecto cuenta con el apoyo de una organización española sin fines de lucro.
Malvinas
El trabajo que se lleva a cabo en el Barrio Malvinas, tiene origen en el año 1999 cuando un grupo de egresados del bachillerato de Bellas Artes comienza a dar un taller de plástica para chicos. Mientras se desarrollaba este trabajo surgió la necesidad de ampliarlo, así nos comentó un compañero: «se vio la necesidad de hacer algo más». De esta forma es que se empieza a charlar con los vecinos acerca de los problemas del barrio. Actualmente las discusiones se dan el marco de asamblea donde todos participan y deciden el camino a seguir.
Ya han logrado emprender 4 proyectos que se dan durante la semana: tejido y costura, copa de leche, carpintería y un ropero popular. En este emprendimiento participan más de 40 personas, algunas no lo hacen debido a que no tienen planes, pero sí son parte de las asambleas y movilizaciones. La copa de leche es la única del barrio que funciona de lunes a viernes gracias a las donaciones que reciben, ya que la mercadería que les da el Ministerio de Acción Social no alcanza. Ya han tomado una medida de lucha referida a esto pidiendo una reunión con personal de la misma institución invitando a las demás copas de leche del barrio, porque consideran que es importante se más para hacer los reclamos.
Además participan de la Coordinadora Zona Oeste contra la desnutrición, también integrada por la juventud de la CTA y la CTD, donde se acordó hacer un petitorio de 400 planes y mercadería, «cuantos más seamos, vamos a poder dar mejor la pelea», «la idea es seguir coordinando y avanzar en los acuerdos respetando las identidades». También coordinan con gente del barrio San Carlos que se empezó a organizar hace 2 meses y ya tiene su propia asamblea.
No creen que el nuevo gobierno les dé una salida sin su lucha y organización porque por más que reciban planes o mercadería tienen en claro que la solución no es esa, «hay que pelear por más planes porque no tienen, pero sabemos que esa no es la salida. La solución es un trabajo genuino y esto se logra organizándonos y siendo más para dar mejor la batalla».
Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón – Sin tregua al gobierno
Aníbal Verón ha sido, sin duda, uno de los nombres que más trascendencia ha cobrado en el panorama político de al menos los últimos cinco años. Muerto en pleno piquete, en una ruta de Tartagal, su nombre es sinónimo de resistencia a los últimos y desesperados manotazos del neoliberalismo. Pero hablar de «la Aníbal Verón» es hablar de un cúmulo heterogéneo de corrientes de pensamiento, de pequeños movimientos políticos que confluyen en los barrios y en las rutas a la hora de dar la pelea por otra sociedad.
La Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (CTD Aníbal Verón), es una de las expresiones más importante dentro de esa heterogeneidad. En relación a la historia, un compañero nos comentó: «la CTD nace como experiencia entre el año 94 y 95, dónde pudimos desarrollar dos centro culturales, donde hacíamos una escuelita de oficio, copa de leche, apoyo escolar, etc… como resultado de esas experiencias se genera, hacia el 96, la Coordinadora Barrial de la resistencia que logra nuclear a 5 barrios, que comienzan dando una pelea muy importante vinculada a problemáticas territoriales, como el agua, la luz, el problema de la alimentación…. todavía no había una idea de planes de empleo, porque en ese entonces todavía no había». El 14 de agosto del 97, la Coordinadora participa de un paro con corte de ruta convocado por algunas centrales sindicales contra el menemismo y el duhaldismo en provincia Buenos Aires, cortando Camino Gral. Belgrano y Centenario, siendo violentamente reprimidos (94 presos) por las fuerzas del «orden», lo que provoca la casi desaparición del movimiento.
Sin embargo, desde el barrio «26 de julio» (52 y 147), logran organizar la primera comisión de desocupados luego de lo que fuera la experiencia de la Coordinadora. A éste se le suman otros barrios, como el barrio «Norma Pla» (en Alto de San Lorenzo), el «19 de Octubre» (en San Carlos), barrio Aeropuerto, San José, Punta Lara… hasta llegar a la actualidad, que la CTD nuclea a 21 barrios de La Plata y del Gran La Plata, sumando casi 1.400 planes. Pero la CTD trasciende esta barrera geográfica y llega a Gran Bs. As. y al interior del país, reuniendo a casi 10.000 planes de empleo.
Pero el crecimiento de la organización no es lineal, muchas veces se encuentra teniendo que disputar compañeros con punteros de los partidos tradicionales, estos últimos, ponen a funcionar todo el aparato en el marco de esta pelea: «Muchos compañeros se van gracias al laburo diario de los punteros del PJ y la UCR, se van a otros movimientos de desocupados que te ponen el boliche al lado porque se quieren ahorrar el laburo de construir. Hay mucho laburo del PJ y la UCR, laburan a la gente, las compra, les prometen chapas, alimentos, lo que sea, a cambio de quedarse en sus casa, a cambio de ir a una unidad básica, o a un laburo barrial de ellos, pero generalmente lo que quieren es que el vecino no discuta, no se forme, de que no trabaje en emprendimientos productivos, se mueven con toda la guita de sus estructuras partidarias, intentan desactivar al vecino, que se quede mirando tele en su casa mientras ellos les arreglan los problemas, pero lo bueno es que la mayoría de esos compañeros después vuelven al movimiento, al barrio, aparecen en la asamblea, en los cortes de ruta…»Esta forma de (des)construcción política que tienen los «partidos del régimen» es silenciosa, cotidiana, disimulada y avanza de manera paralela a otros mecanismos más ruidosos, menos disimulados y cada día más utilizados: la represión estatal hecha y derecha. El estado, de la mano del duhaldismo, «el 26 de junio consiguió lo que quería, que era destruir la organización piquetera, y lo logró… la mitad de la CTD se fue para un lado y el resto para otro lado. Lograron desarticular al movimiento piquetero más genuino. Del otro lado, varios se fueron a dormir, en el momento en que había que avanzar con la lucha piquetera», «de ahí no se cortó más, y el movimiento piquetero paso a un proceso de acartonamiento, de encasillarse y creer que había que quedar bien con las demás clases sociales, y después hubo mucha intromisión de la izquierda tradicional, terminó politizándose más allá de lo que le daba el cuero… por lo tanto se termina acartonando y las dirigencias fueron frenando el proceso de lucha de este movimiento», «la última vez que se corto la ruta por tiempo indeterminado fue en febrero del 2002… y fuimos nosotros, la CTD Anibal Verón.». «Nosotros somos independientes y salimos a la calle y el planteo concreto era ese, que nos destruyan, pero ahí, en la calle; sino, no somos capaces de ganar las batallas que nos proponemos».
Su organización se basa en asambleas por barrios, con un delegado por cada 10 compañeros y uno o dos coordinadores de cada uno de los barrios. Los delegados se reúnen con los coordinadores una vez por semana en lo que se llama Cuerpo de Delegados, ahí discuten las necesidades del barrio. Cada delegado tiene la responsabilidad y el deber de discutir con cada uno de los compañeros del barrio. La reunión de los coordinadores, que son los coordinadores por barrios. A nivel nacional, se realiza la reunión de coordinadores zonales y la mesa ejecutiva, conformada por tres miembros, más las distintas áreas (un responsable del equipo técnico, un responsable de la comida). Son equipos de trabajo, que trabajan de manera independiente (por ejemplo: prensa, seguridad, etc.), «o sea que laburan más allá de la mesa ejecutiva, igualmente cada área se sienta en la mesa coordinadora como si fueran un barrio, o una zonal. o una comisión. Son medianamente independientes, no totalmente independientes porque dependen de la mesa ejecutiva, son independientes a los barrios, aunque, obviamente, cada compañero tiene que trabajar en el barrio. Por lo tanto, la seguridad, por ejemplo, se maneja independiente a los barrios, pero no a la mesa política», «todo responde a la mesa política. Somos una organización de desocupados, democrática, pero somos centralistas».
Movimiento de Unidad Popular – Trabajadores desocupados, ocupados, estudiantes, vecinos.
El MUP surge hace algo más de 5 años desde diferentes trabajos territoriales impulsados por el AUCA, desde algunos barrios como «El peligro», sobre Ruta 2, desde una fabrica ocupada por familias sin techo en Gorina. Además, el acercamiento de otros grupos que trabajan desde la comunicación y la educación (La Cantora, Auto-construcción de Berisso, etc.) hace que en La Plata se forme la Coordinadora por un espacio participativo y solidario. Hasta que hace 2 años, en un plenario, se aprobó la necesidad de construir un movimiento que uniera la experiencia de La Plata con otras experiencias, como por ejemplo la de Varela y la de Berasategui. Así surge el MUP, que actualmente nuclea entre 25 y 30 barrios. «Nuestro movimiento es un movimiento político, pero político social, política hecha por la gente, por el vecino, es un movimiento que es independiente a los partidos, al Estado, a las centrales sindicales, porque creemos que la política la podemos hacer nosotros, discutiendo en asamblea».
Desde el primer día, el MUP se plantea como una organización que no es sólo para trabajadores desocupados, sino que sus puertas están abiertas a vecinos de otros sectores, «un movimiento popular tiene que ser un movimiento que abarque a desocupados, ocupados, productores, estudiantes, distintos sectores que deben discutir una salida conjunta a sus problemas. Por eso, en el MUP hay compañeros que son productores de Verónica, barrios del conurbano, la gente de Aguanegra en la Universidad de La Plata, esto es un poco lo que constituye el movimiento». Además, en calle 60 entre 10 y 11 está funcionando el Centro Cultural, Comedor Comunitario y Escuela Popular Olga Vázquez, cuyas puertas están abiertas a todos los vecinos, estudiantes, grupos de educación popular, etc. que quieran aportar a la creación de un amplio espacio de creación político-cultural.
Cada uno de los barrios que conforman el MUP tiene su lugar de decisión: la Asamblea Barrial, que son abiertas a todos los vecinos. En el momento de la Asamblea, cada opinión de cada vecino tiene el mismo valor a la hora de participar y decidir. A su vez, cada asamblea barrial elige a un Coordinador, cuyo cargo es rotativo y revocable para evitar que algunos se conviertan en jefes o dueños de las tareas políticas y administrativas. El coordinador es el encargado de garantizar la discusión asamblearia y de hacer saber las decisiones allí votadas en la Mesa Regional de La Plata, lugar en el que se discute la política regional, provincial y nacional. A su vez están los Plenarios, donde concurren un compañero-delegado por cada diez o cinco compañeros de todos los barrios que tiene el movimiento, para discutir cosas más profundas con más tiempo.
Sin embargo, los compañeros del MUP saben que «hay costumbres que debemos ir superando colectivamente, ya que la forma de democracia que intentamos practicar dentro del MUP es una democracia participativa, o sea, funciona solamente si los vecinos participan. Pero los vecinos estamos acostumbrados a delegar, a votar supuestos representantes y que otros resuelvan las cosas que deberíamos resolver entre todos. Estamos haciendo escuela.».
Con respecto a los planes, los compañeros señalaban: «Creemos que los planes son una solución inmediata, solución en el sentido de que te llenan la panza un poquitito, porque con $150 no vive nadie, pero a partir de los planes tratamos de ir generando experiencias para entender al trabajo de otra forma, ya que los laburos se organizan sin jefes, patrones ni dueños. Las responsabilidades, las decisiones, las ganancias y las perdidas son colectivas. Lo que hace el MUP es nuclear todos esos proyectos productivos (cada barrio tiene un responsable de los proyectos productivos) y discutir cómo organizarlos, para que no se haga lo mismo en todos los barrios, coordinando para ver cómo se puede vender de un lugar a otro, cómo generar un mercado propio, etc. Los plantea como una organización que no es sólo para trabajadores desocupados, sino que sus puertas están abiertas a vecinos de otros sectores, «un movimiento popular tiene que ser un movimiento que abarque a desocupados, ocupados, productores, estudiantes, distintos sectores que deben discutir una salida conjunta a sus problemas. Por eso, en el MUP hay compañeros que son productores de Verónica, barrios del conurbano, la gente de Aguanegra en la Universidad de La Plata, esto es un poco lo que constituye el movimiento». Además, en calle 60 entre 10 y 11 está funcionando el Centro Cultural, Comedor Comunitario y Escuela Popular Olga Vázquez, cuyas puertas están abiertas a todos los vecinos, estudiantes, grupos de educación popular, etc. que quieran aportar a la creación de un amplio espacio de creación político-cultural.
Cada uno de los barrios que conforman el MUP tiene su lugar de decisión: la Asamblea Barrial, que son abiertas a todos los vecinos. En el momento de la Asamblea, cada opinión de cada vecino tiene el mismo valor a la hora de participar y decidir. A su vez, cada asamblea barrial elige a un Coordinador, cuyo cargo es rotativo y revocable para evitar que algunos se conviertan en jefes o dueños de las tareas políticas y administrativas. El coordinador es el encargado de garantizar la discusión asamblearia y de hacer saber las decisiones allí votadas en la Mesa Regional de La Plata, lugar en el que se discute la política regional, provincial y nacional. A su vez están los Plenarios, donde concurren un compañero-delegado por cada diez o cinco compañeros de todos los barrios que tiene el movimiento, para discutir cosas más profundas con más tiempo.
Sin embargo, los compañeros del MUP saben que «hay costumbres que debemos ir superando colectivamente, ya que la forma de democracia que intentamos practicar dentro del MUP es una democracia participativa, o sea, funciona solamente si los vecinos participan. Pero los vecinos estamos acostumbrados a delegar, a votar supuestos representantes y que otros resuelvan las cosas que deberíamos resolver entre todos. Estamos haciendo escuela.».
Con respecto a los planes, los compañeros señalaban: «Creemos que los planes son una solución inmediata, solución en el sentido de que te llenan la panza un poquitito, porque con $150 no vive nadie, pero a partir de los planes tratamos de ir generando experiencias para entender al trabajo de otra forma, ya que los laburos se organizan sin jefes, patrones ni dueños. Las responsabilidades, las decisiones, las ganancias y las perdidas son colectivas. Lo que hace el MUP es nuclear todos esos proyectos productivos (cada barrio tiene un responsable de los proyectos productivos) y discutir cómo organizarlos, para que no se haga lo mismo en todos los barrios, coordinando para ver cómo se puede vender de un lugar a otro, cómo generar un mercado propio, etc. Los vecinos, una vez que cobran sus planes, en vez de ir a comprar, por ejemplo, a un supermercado multinacional, hacen parte de sus compras acá en el movimiento, compran lo que sus compañeros producen en su laburo cotidiano».
«Sabemos que la desocupación no se resuelve con planes de empleo ni con proyectos productivos, pero es una experiencia que intenta demostrar cómo se puede organizar el trabajo de otra forma». Además de ésta certeza, los vecinos piqueteros del MUP tienen otra gran verdad que cantar: del actual gobierno de Kirchner no se puede esperar nada diferente a las respuestas dadas por Alfonsín, Duhalde y el resto: desocupación y represión para los trabajadores. «Hay que seguir construyendo realmente desde abajo, en los barrios, sin confiar en las soluciones que nos ofrecen desde arriba, sino va a pasar siempre lo mismo, va a pasar un Kirchner, un De la Rúa, un Menem. Por eso creemos que la salida pasa por ahí, por organizarnos desde abajo; mientras tanto nosotros vamos a jugar presionando o apoyando de acuerdo a la medida que el gobierno quiera implementar y haciendo un análisis constante con todos los compañeros».
Actualmente, el MUP tiene alrededor de 800 planes, aunque los compañeros desde marzo están esperando viejas promesas de entrega mensuales de planes, herramientas para los proyectos productivos y alimentos para los comedores por parte del ministerio de la provincia. Por esto, hace dos semanas, las familias del MUP realizaron un «acampe» de dos días en Plaza San Martín, en el que el reclamo estuvo acompañado por fogones, cantos, danzas con fuegos y partidos de fútbol en las veredas de la céntrica plaza. «Consideramos que cada compañero debe tener sus necesidades básicas satisfechas, y si hay algunos compañeros que no pueden cobrar un plan de empleo, eso significa que no tiene de qué vivir, más allá de que haya solidaridad entre los compañeros, de que haya comedores comunitarios, existan alimentos, el que no puede cobrar el plan sufre mucho más día a día». Las familias piqueteras que se bancaron el frío de esos dos días, son el ejemplo de que los compañeros del MUP entienden a la práctica política como una práctica de lucha y construcción diaria, a partir de la cual se crean nuevas formas de relacionarse entre compañeros, entre vecinos, desde el barrio, desde las calles y desde las rutas.
Polo Obrero – Por un gobierno de la Clase Obrera
El Polo surge en Berisso, hace más de tres años en un piquete. En los Hornos se comenzó a trabajar en un comedor y ahí empezó a expandirse por el resto de los barrios de La Plata. Hoy tienen alrededor de 300 planes, «el tema es que van y vienen», según compañeros del PO.
En la actualidad el Polo participa en la organización de nueve barrios en La Plata: Tolosa, (En Lucha); Olmos (Santa Rosa); en Los Hornos se trabaja en tres comedores distintos (Unidad Barrial, Luchemos por los chicos y los hornos 3); Altos de San Lorenzo (Los piqueteritos), en Islas Malvinas (Unidad y Lucha), Futuro (Maximiliano Kosteky) y barrio Aeropuerto. También se sostienen trabajos en cuatro barrios de en Berisso, como por ejemplo Santa Cruz. Cientos de perdonas pasan por los comedores diariamente.
Compañeros del Polo Obrero, ante la pregunta referida al carácter del trabajo barrial y los modos de construcción; respondieron: «Promovemos la construcción de comedores, porque no es sólo que asistimos con alimento alas familias obreras que no tienen trabajo sino que nuestro comedor es un Centro de Organización barrial donde todas las semanas hacemos asambleas. Permanentemente somos un centro de formación política y de realización social del barrio. Por ejemplo, impulsamos huertas comunitarias, apoyo escolar y se realizan charlas políticas y educación sexual. En el barrio Santa Cruz de Berisso hay un conjunto de compañeros que trabajan en el ropero y hacen artesanías. Tratamos que sea un centro que organice todas las necesidades del barrio para luchar por ellas».
Cada barrio tiene su delegado o mas, se realizan asambleas todas las semanas. Los delegados de las asambleas barriales se reúnen con un responsable. A su vez, hay un encargado de todos los delegados de la regional en la mesa nacional del Polo Obrero, que fue votada en el congreso con delegados del todo el país. También hay asamblea de delegados cada semana. Los compañeros del Polo definen a esto como «centralismo democrático».
Teniendo en cuenta la organización del Polo en cada uno de los barrios, surge la pregunta relacionada al modo en que se generan las relaciones con los vecinos. Señalaban lo siguiente: «Nosotros hacemos una campaña permanente dirigida a los vecinos para que se sumen a los reclamos. Nosotros luchamos en contra del asistencialismo, y les proponemos a los padres de los nenes que van a comer a los comedores que participen de las asambleas del Polo, por que nuestra lucha es la lucha de ellos».
Entre los problemas más urgentes de los compañeros de los barrios, el Polo destacó la falta de documentos gratuitos, hay muchos trabajadores que viven en la Argentina que son extranjeros indocumentados, y por lo tanto, no pueden acceder a los planes de empleo. Por otro lado, entre los problemas más graves que sufre el barrio, y sobre todo la mujer trabajadora, es que no puede acceder a los anticonceptivos, «no hay salita, no hay hospital que otorgue anticonceptivos gratis, entonces se ven obligadas a hacerse abortos clandestinos y las compañeras mueren». Mueren 400 mujeres por año. Los chicos no tienen zapatillas para ir a estudiar. El ministerio de educación prometió zapatillas y guardapolvos para el movimiento piquetero y todavía no ha cumplido.
Por otro lado, el Polo ha desarrollado diferentes proyectos productivos, uno es una bloquera para hacer veredas, viviendas y el otro es una panadería. Aún no han recibido subsidios del gobierno, sólo hay envío de alimentos y planes. Se organizan a través de comisiones: prensa, finanzas y alimentos. También está el quipo técnico del Polo que organiza todo lo referido a proyectos y planes.
La represión es también una problemática que atraviesa diariamente a los barrios. Según compañeros del Polo «los aprietes se viven cotidianamente, hay averiguación de antecedentes por «portación de cara» y se llevan detenidos a los compañeros. Hay una campaña del PJ contra el movimiento piquetero, buscan comprar a los compañeros, es muy fácil comprar a la gente con hambre, pero a pesar de eso el movimiento piquetero sigue en pie. Los compañeros son muy concientes que estamos luchando contra los punteros del gobierno, ellos son nuestros enemigos y saben, que si hoy nos dan una bolsa de pan sus planes económicos nos quitan millones de dólares, y día a día nos dejan sin futuro. Entonces los compañeros son concientes y terminan ahuyentando al puntero».
En lo referido al contacto con otras organizaciones, los compañeros del Polo señalaron que sostienen instancias de coordinación a través de una mesa nacional de delegados que nuclea a distintas asambleas nacionales de trabajadores, donde participan por ejemplo: la Aníbal Veron, el movimiento de Raúl Castell MIJD (en esta coordinación se traza un plan de lucha, votado en unanimidad), mientras que, los barrios se presentan como espacios de coordinación concreta.
En relación con las definiciones tomadas en la Asamblea Nacional, compañeros del Polo realizaban las siguientes declaraciones: «el gobierno de Kirchner es un gobierno capitalista, es un gobierno que ya ha pactado con el fondo monetario como pagar los intereses de la deuda externa. La única forma de pagarle es con mas despidos, mas hambre, con tarifazos, con aumentos de impuestos, y por ende, este gobierno va a fracasar y estamos preparándonos para un gobierno de la clase obrera».
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